Urano
fecundó a Gaya. De su luz nacieron muchos hijos, Titanes, Cíclopes,
Hacatónquiros que vivían en el mar…y también Cronos, el dios del tiempo y su
hijo más audaz. Zeus se estableció como Rey del Olimpo y Gaya, en madre
Universal. Retuvo Urano a sus hijos en el seno maternal, no quería que vieran
la luz y Gaya, creó una gran hoz de pedernal y a su mejor hijo, una muerte ordenó
cabal. Cronos castró a su padre, salpicó la tierra de semen y sangre, de cada
gota nació un gigante, al mar arrojó la hoz y aquellos amputados genitales, de
aquel miembro una espuma surgió y Afrodita vio la luz y a su madre se abrazó.
Desde entonces la belleza por toda la Tierra caminó, el humano nació, también
los animales, cada planta y cada flor, la poesía y el suspiro que desde la
caricia, explica en Gaya la ternura de su amor.
¡Escúchala!:
“Cabalga en mí la nostalgia entre
las ubres de una extraña magia, desde la Gran Fuente fui creada, por los dioses
amada, por los animales venerada, también por las plantas pero hoy, muchas lágrimas
recorren mi cara porque de tí, soy la eterna olvidada. Mírame porque soy tu
madre, no seas cobarde, abrázame de frente, como mujer siénteme, lee entre mis
sienes, escribe tus tristezas en mi vientre y notarás en mi regazo, que eres un
ser amado, elegido y diferente. Descalza tus pies, cierra los ojos y dame tu
mano, hagamos camino, juntemos destinos, enséñame tu sueño y le daré sentido,
recorre mi piel y verás todo lo que en mí, está vivo. Tengo un rey en mis
sabanas que vigila y me guarda, atrevidos colores tienen mis aves, también
cantos de juglares y a veces me regalan palabras que ni el hombre es capaz de
pensarlas. Acaricia el cisne mis aguas, su cariño toca mi libido mientras su
plumaje brilla, pintado por los óleos de un pincel divino. Vuela el águila el
cielo consentido, baila el delfín la música de mi destino, baja el mono del
árbol y come ansioso cada fruta que estelares semillas dentro de mí han parido.
Me recorren elegantes en el frío sin fogatas ni miedos que los expliquen
reprimidos, no buscan abrigo ni una cueva que les de cobijo porque bajo su piel
ya les tatué todo mi cariño. El hielo chorrea su escarcha, la nieve cada copo pega
a mis ramas y el venado recorre mi espalda porque un furtivo lo señala como
amenaza y lo apunta con su bala. Llega la noche, se desviste la Luna erótica y
osada, en mi cama reposo cansada mientras entre sombras me preguntan, con
extrañas miradas. Nace nueva el alba, el rey está vivo y en mí pega un
escalofrío cada vez que bebe en mis aguas, esas donde juega y brinca el salvaje
atrevido, donde cada gota es del mar su libro, esas que acaricia el pez entre
danzas y abismos…las que baila el flamenco en su dulce albedrío. Páginas me han
escrito, entre mi bien y su mal he vivido, he sido violada y vejada hasta que en
el volcán mi lava ha sido escuchada, también mancillada y talada hasta que en
mi temblor, han aprendido que soy mujer de palabra. Tengo ríos, océanos y mares
divinos, paisajes escondidos y un sabio conocimiento que guardo, para cuando lo
merezcan mis hijos. Soy Gaya, tu Tierra y de ti la más esclava, también un
paraíso que no has conocido y ese cielo que para ti el Gran Mago con amor, ha
parido.”
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