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domingo, 6 de enero de 2019

GAYA


Urano fecundó a Gaya. De su luz nacieron muchos hijos, Titanes, Cíclopes, Hacatónquiros que vivían en el mar…y también Cronos, el dios del tiempo y su hijo más audaz. Zeus se estableció como Rey del Olimpo y Gaya, en madre Universal. Retuvo Urano a sus hijos en el seno maternal, no quería que vieran la luz y Gaya, creó una gran hoz de pedernal y a su mejor hijo, una muerte ordenó cabal. Cronos castró a su padre, salpicó la tierra de semen y sangre, de cada gota nació un gigante, al mar arrojó la hoz y aquellos amputados genitales, de aquel miembro una espuma surgió y Afrodita vio la luz y a su madre se abrazó. Desde entonces la belleza por toda la Tierra caminó, el humano nació, también los animales, cada planta y cada flor, la poesía y el suspiro que desde la caricia, explica en Gaya la ternura de su amor.

           ¡Escúchala!:

           “Cabalga en mí la nostalgia entre las ubres de una extraña magia, desde la Gran Fuente fui creada, por los dioses amada, por los animales venerada, también por las plantas pero hoy, muchas lágrimas recorren mi cara porque de tí, soy la eterna olvidada. Mírame porque soy tu madre, no seas cobarde, abrázame de frente, como mujer siénteme, lee entre mis sienes, escribe tus tristezas en mi vientre y notarás en mi regazo, que eres un ser amado, elegido y diferente. Descalza tus pies, cierra los ojos y dame tu mano, hagamos camino, juntemos destinos, enséñame tu sueño y le daré sentido, recorre mi piel y verás todo lo que en mí, está vivo. Tengo un rey en mis sabanas que vigila y me guarda, atrevidos colores tienen mis aves, también cantos de juglares y a veces me regalan palabras que ni el hombre es capaz de pensarlas. Acaricia el cisne mis aguas, su cariño toca mi libido mientras su plumaje brilla, pintado por los óleos de un pincel divino. Vuela el águila el cielo consentido, baila el delfín la música de mi destino, baja el mono del árbol y come ansioso cada fruta que estelares semillas dentro de mí han parido. Me recorren elegantes en el frío sin fogatas ni miedos que los expliquen reprimidos, no buscan abrigo ni una cueva que les de cobijo porque bajo su piel ya les tatué todo mi cariño. El hielo chorrea su escarcha, la nieve cada copo pega a mis ramas y el venado recorre mi espalda porque un furtivo lo señala como amenaza y lo apunta con su bala. Llega la noche, se desviste la Luna erótica y osada, en mi cama reposo cansada mientras entre sombras me preguntan, con extrañas miradas. Nace nueva el alba, el rey está vivo y en mí pega un escalofrío cada vez que bebe en mis aguas, esas donde juega y brinca el salvaje atrevido, donde cada gota es del mar su libro, esas que acaricia el pez entre danzas y abismos…las que baila el flamenco en su dulce albedrío. Páginas me han escrito, entre mi bien y su mal he vivido, he sido violada y vejada hasta que en el volcán mi lava ha sido escuchada, también mancillada y talada hasta que en mi temblor, han aprendido que soy mujer de palabra. Tengo ríos, océanos y mares divinos, paisajes escondidos y un sabio conocimiento que guardo, para cuando lo merezcan mis hijos. Soy Gaya, tu Tierra y de ti la más esclava, también un paraíso que no has conocido y ese cielo que para ti el Gran Mago con amor, ha parido.”


             

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