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viernes, 31 de marzo de 2017

AMOR JURADO...


          Vengo de la Luna y mis sentimientos son de cielo. Vengo por ti porque necesito tu amor, porque todo lo que la imaginación pueda dibujar lo sentirás, porque todo lo que un juglar pueda bailar vibrará en tu carne, porque todo lo que un trovador pueda enamorar lo cantarás en mis labios y porque todo lo que la emoción pueda llegar a pintar, lo nadarás en los colores de mi mar. Vengo por ti, porque en ti juraré mi amor.
           Eres hierba y sal, aceite y fuego, mi cadencia y mi sueño. Te beberé despacito y de un solo trago, te hablaré en silencio y gemiré en tus oídos, acariciaré tu piel y en tus entrañas comeré, vestiré tu sangre de exóticas sedas y absorberé tu corazón, copiaré cada una de tus huellas y dejaré que el viento se lleve tu rastro.
           Sirena que amaste ardientes océanos y empanizaste tus miedos en las dunas de hostiles desiertos. Gota de silencio que cruzaste mi sensualidad sin saberlo, pedazo de mujer que perviertes mis poros con solo una mirada, ángel nacido en los mimbres de la ternura…Pasión de un deseo que tengo escondido en mis sueños, para que nadie te encuentre.
          Llegó la hora de vivirte como jamás nadie te ha vivido. Llegó la hora de amarte como solo el trueno deshace al rayo, como el rio devora piedras y como el mar come playas. Llegó la hora en que el verso excita poesía, los dientes muerden labios, la piel eriza sentimientos y las miradas son palabras. Llegó la hora de que seas mía. ¡Que el fuego atraviese aire, que lo divino funda agua, que el instante sea eterno y que el amor sea clímax de cielo!
          Y si un día la maldita duda se atreve a penetrar tu alma, pediré a la Madre Tierra que me convierta en su más preciado árbol. A él te abrazarás con todas tus fuerzas y será el rayo quien atraviese mi corazón, derramará el viento sobre ti mi sangre y el cielo la convertirá en resina de dioses. Te doraré de ámbar y miel, encapsularé por siempre tu alma a mi pecho y en ella escribiré con todo el poder de mi amor…Que nuestro Amor es jurado.


         


          

jueves, 30 de marzo de 2017

EL DUELO...


              ……..Y entró el General a la cantina, pidió un tequila y quiso escuchar aquella canción. Pensó que nadie estaría dispuesto a acompañar su dolor, salvo una vieja y maltratada rockola y a su lado sentó sus gastados galones. Su quieta compañera, tocó y cantó, regresó el recuerdo y aquella traición hirvió otra vez en su sangre.
              Hombre barbado y siempre apuesto, General de tropas y bebedor de buena estirpe, frente amplia y piernas de a caballo. Conocedor como pocos de aquellas tierras y generoso valedor en sus dádivas. Ligero en sus dedos en el arte de matar y valiente por no saber llorar.
              Se encontraron en algún lugar de aquel viejo valle, donde los arroyos se alimentan solo de lluvia y los verdes pastos funden los ríos de lejanas nieves. Aquel bandolero, era su razón para morir, era su razón para poder llorar…Era su razón, para volver a dormir. Cinco años de inquieta espera, cinco años de arañada venganza…Cinco años sumido en la dulce alevosía de este momento. Porque aquel hombre cambió el nombre a sus montañas, se adueñó de su sierra, sustrajo ganado y cosechas, pero eso no le importaba…Aquel hombre le robó al amor de su vida y por eso debía morir.
              Mujer de baja alcurnia y elegante coqueteo. Siempre joven y bella, siempre hermosa y atenta. Aquella mujer jamás secó una lágrima al General pues no sabía llorar, jamás le negó una orden pues fue educada en la sumisión, jamás cambió su sazón pues el General era un hombre de principios y tradiciones y siempre lo perdonó pues era dueño de su corazón…Aquella mujer descubrió libertad en el bandolero, descubrió la vida forjada con trabajo y sudor, descubrió el desparpajo y la incomodidad, el dulce amanecer y el calor de unos brazos al anochecer…Aquella mujer abrió en él su alma y el bandolero la escribió.
               Y la dualidad penetró su carne y erizó sentimientos. Nunca consintió que alma y corazón se juntaran, hablaran, discutieran o discernieran. Nunca dejó que el corazón mostrara afecto por su alma ni que su alma abrigara su corazón. Les enseñó extrañezas para que no se conocieran, mutiló sus sueños para que no se entrelazaran y en su miedo ensordeció los latidos de su corazón y apagó las vibraciones de su alma. Corazón y alma vivían separados...Y así debía ser.
               El Sol firmó su ocaso y arreció frío el naciente invierno. La nevada montaña esperaba helada el desenlace de aquel desafío: Espalda con espalda y asintió el juez. Empezaron los pasos a contarse y aquella mujer corrió…Y sabiéndose en medio del camino, solo se detuvo y cerró los ojos. Tronaron dos disparos y cayó la mujer. La bala del General penetró en su corazón y la del bandolero en su cabeza. Se juntaron sangre y razón, amor y traición. Los dolientes solo cruzaron miradas y prometieron otro duelo. Ninguno corrió a darle su último abrazo. Ninguno se extrañó…Y habló la montaña. Tronó su bala y desprendió un gran alud que sepultó a los ahí presentes. Murió el General y también el bandolero. Aquella mujer se los había llevado.
               La nieve llenó el valle y en su deshielo se convirtió en un gran río, un río que por siempre separó aquel valle. A un lado viven los que solo tienen corazón y en el otro los que solo tienen alma. A un lado viven los enamorados que no atienden razones y en el otro algún que otro poeta, algún compulsivo escritor y el que ahora les escribe, que apagó su corazón para que no enloqueciera su alma.



               

martes, 28 de marzo de 2017

TRANSFIGURACIÓN EXISTENCIAL...


                    Soltó el amanecer la fría noche. Abriste los ojos, respiraste vacío y añoraste ternura. Levantaste cansancio y tus pies pisaron dolor, las manos recorrieron y apretaron los nervios de tu nuca, sentiste alivio, un solitario alivio que impregno tu primer bostezo. Miraste tu espejo y en él dibujaste tenues ojeras, vividas arrugas del tiempo, tímidos lunares y una pequeña cicatriz que te explicaba el porqué de aquel abandono.
                   Eras hermosa y sensual, coqueta y atrevida, cariñosa y divertida…Así eras tú, cuando vivías un antes sin haber conocido el después. Porque la rutina de ese amor te vistió como antigua estampa de viejo monasterio, como sombra de claustro y humedad de convento. Entraste en su espiral, te absorbieron sus garras y te perdiste en la extenuante perseverancia de la desidia. Te convertiste en predecible cuando tu corazón era espontáneo, a escondidas tus ojos lloraban hiel cuando su azul era envidia de mares y poesía de océanos, secaste tu alma cuando desde que naciste, tu espíritu de ella se alimentó como fruta fresca y gran manantial de felicidad.
                    Te conocí desde antes y en silencio te amé. Te conozco ahora y con mi palabra te amo. Te conoceré después y prometo que seré parte de tu alma… Porque en el amor se transfigurará tu existencia, te regalaré mi aliento y poco a poco volverás a vivir, te mostraré mi mundo y juntos lo llenaremos de poesía.
                    Recorreremos recuerdos no vividos. Te conduciré al borde de aquella montaña, allí donde la ciudad muestra sus luces y sus misterios. Tomaremos por asalto el asiento trasero y dejaremos que sea el cielo quien disfrute el rechinar de los deseos. Iremos al cine y te llenaré de palomitas, besos y manos. Cerraré los ojos y me llevarás de la ficción al éxtasis, de la vergüenza a la osadía y de una sala de cine a una sensualidad escondida. Te invitaré a cenar. Te llenaré de rosas y velas, de romance y tinto, de palabras y sueños. Bailaremos pegados, juntaremos olores y besaremos sabores. Escucharemos silencio y dejaremos que hablen los abrazos, las ternuras y las imposibles leyendas de amor…Te llevaré a mi mar, pervertiré tu luna y desnudos nos llenaremos de blanca arena.  Nadaremos sobre salvajes crestas de ola, llenaremos labios de sal y en la inmensidad de su poder, seremos grandes, fuertes y eternos. Seremos uno, latiremos unísonas humedades y en cada caricia nos llenaremos de rica espuma. Sembraré de pétalos esa playa y tu vida. Tomaré en mi puño tu vieja historia y la arrojaré a nuestro mar para que se convierta en coágulos de sangre para tiburones, en carroña para las serpientes marinas y en olvido para ti.

                    Transfiguraré tu existencia, cambiaré tu vida, te haré mía y cuando la eternidad se atreva a escribir una poesía en el cielo, te aseguro que tendrá tu nombre y el mío.


lunes, 27 de marzo de 2017

EL PIANO...


               Te vi sentada en mi playa sobre un banquito de arena, tocando un piano hecho de conchas y corales. Tersas teclas de marfil, refulgente azabache, crisol de mar que conviertes olas en notas, brava espuma en sentimiento y la sal del cielo en un pentagrama lleno de amor. Dulce piano que en sus manos fundes acústica con aliento, pensamiento con envenenado deseo y una caricia, en gotita de pasión.

               Sentir palpitar ese piano es vibrar piel con piel porque en cada una de sus notas surge el atrevimiento y la imaginación… Pintar nubes y llenarlas de viento y algodón es dejar que mi lengua recorra despacito tus labios, cerrar tus ojos y abrazarte es gozarte, escuchar tus versos y consentir sus lágrimas es amarte… Hacer el amor contigo es dejar que ese piano hable, que nos estremezca su música y que su melodía nos transporte a la eternidad.

               Poseído piano en la suave ternura de una mujer, sensibilidad de seda, inspiración hecha miel y poesía de cielo que renaces cada segundo en sus dedos. Escalofrío y excitación, desnudez de alma y erótica transparencia en cada una de sus notas. Concierto de los sentidos, arpa de ángeles y cueva de sabios druidas. Salvaje magia en el despertar de mis anhelos, ilusión que poco a poco perviertes mi sueño, porque escucharte en sus  manos  es maná para mi corazón, contorsión para mis sentimientos y seducción para mi alma.

              Piano y mujer…Música y perfección.



                

domingo, 26 de marzo de 2017

CINCO COPAS, CINCO MUJERES...


              Me tomé aquella primera copa pero su tinto todavía no estaba maduro, sus gotas jamás descolgaron en aquel cristal y su olor no tenía sentido. Preñó mis labios de su falsa tintura, durmió mi lengua en su acorchado bouquet y desparramó saliva que jamás quise tragar. Letargo y pesadilla, inocencia de una inquieta juventud, pecado hormonal y vacío existencial.
              En el primer bar, descorché mi pesar y entre risas y tequila, se ofreció una segunda copa. Ésta venía servida en bandeja de plata, entre olanes de finos hilos y cristal de seda. Su caldo escurrió lento en mi garganta, el rojizo ámbar de su color encogía mis labios y su sabor…Su sabor era algo tan excelso que nunca una piel hubiera podido pegar tanta fragancia, que nunca  el pulso del profundo deseo habría estado tan cerca del cielo y que nunca el erotismo hubiera podido expresarse con tanta sensualidad en un simple tubo de acero. 
              La vida me ofreció una tercera copa.  Cristal forjado y trabajado. Música en los dedos al tocarla, cicatrices bordadas en su natal Bohemia, experiencia irrompible en su talla…Lista para acoger mis tintos ya maduros y un poco añejados. En ella, los deslicé con suavidad, dejé que la impregnaran, consentí  una suave inclinación y la llené de sofisticadas humedades. Acerqué mis labios, olí profundo, dejé que un poquito de él nadara en mi boca y engullí su arrogancia de sabor. Entonces sentí el amargo destino de la distancia entre aquella copa y mi tinto, tembló y se despegó, vibraron sus cicatrices, calló la música y en mi mano se quebró.
              Escribí calles, pisé otros mares, nadé entre valles y montañas, di forma de copa a muchas nubes y quise convertir en cristal las arenas de mis playas. Me refugié en el total ostracismo, apagué luces y juzgué por igual días y noches. Rasguñé blancas paredes de soledad, tumbé las puertas de la oportunidad con la desesperación de mis puños y entre lágrimas solo la luna pudo coser mis heridas. Y en silencio, escuché como el viento se transfiguró en mi cuarta copa, esa imaginada mujer que solo los poetas podemos sentir sin tener.  Pesada y golosa, jamás se llenaba. Cada vez que se sentía poseída, llenaba sus bordes con el rayo, sus paredes con el miedo y sus transparencias con el infierno del vacío. Era mi copa, la copa de la introspección medular del ser, la copa de mis individualidades y la copa de mi falsa libertad.
              En el sueño, anhelo. En el amanecer, ilusiono…En mis noches me perdono y solo le pido a la vida una quinta copa. Quiero esa copa, porque mis tintos ya son añejos y sus olores todavía respiran sensualidad. No la quiero de vidrio templado ni de cristal de Bohemia, quiero una copa hecha con las manos del cielo, con la ternura de la luna y que resplandezca con el destello de las estrellas. Solo le pido al destino, que la ponga desnuda en mi mesa, boca arriba, presta para recibir mis tintos y hecha solo para mí. Porque en el arte, en ella grabaré mi poesía, en el sabor dejaré que mis besos exploten en ella y en la libertad, dejaré que mis sueños la llenen…Cinco copas, cinco mujeres.




sábado, 25 de marzo de 2017

SIETE MINUTOS CON SIETE SEGUNDOS...


                   20.00.00 PM. Abriste la puerta y no dejaste las llaves.

                   Lo vi en tu mirada, lo escuché en tu beso y lo sentí en tu abrazo. Desde ese momento supe que ya jamás serías mía, Quizás el reloj de tu corazón detuvo su tiempo pues ya no había un latido para acariciar, quizás el sentimiento se refugió en otra alma, quizás tus palabras enmudecieron mi silencio…Ese silencio que abrigó un consentimiento y apagó por siempre un deseo, ese silencio que robó una ilusión y deshizo un sueño.
                    20.02.30 PM. Se cristalizaron los ojos y tembló tu abrazo.

                   Quedaron mis lágrimas pegadas en el lado oscuro de la luna, se arrugó la poesía y huyeron los versos hacia otro mar. Sentí vacío en tu adiós y vi llegar la sombra de la soledad, se oscureció el horizonte y el cielo cambió su azul, se durmieron las ternuras del viento y calló por siempre el trueno. Las rosas cerraron sus pétalos, el paisaje adelantó su otoño y el búho dejó de girar su cuello.
                    20.05.06 PM. Se encogieron los hombros y calló la palabra.

                    Vivir por ti fue razón en mi vida, doblegar mis noches ante tu piel fue arrodillar mis sueños, nadar desnudeces en nuestro mar fue recoger puños de oro en la blanca arena, escribir día con día la profundidad del amor fue recitar cada gota de alma y amanecer oliendo a nuestro café fue besar eternidad.
                    20.06.30 PM. Abriste la puerta sin mirar atrás.

                    Fueron diecisiete años sembrando amor y bastaron siete minutos con siete segundos para escribir el epílogo. Cuídate.

                    20.07.07 PM. Cerré la puerta.



                   

viernes, 24 de marzo de 2017

EXPLÍCAME.


             Conocerte no basta, quiero sentirte. Quiero saber a qué huele tu alma, a qué saben tus humedades y de qué color es la sangre de tu corazón. Quiero que en tu beso dibujes sueños en mis labios, que cuando me mires muestres  tu intimidad, que cuando calles, tu silencio muestre sus esquinas, que cuando llores tus lágrimas, desees mi abrazo y que cuando tu sonrisa refleje la intensidad del cielo, es porque estaré a tu lado.
             Explícame cómo eres, como respiras, como sientes. Explícame el porqué de tu historia, donde naciste, la casa donde viviste y la dulzura de tu primer amor. Explícame como eran tus primeros zapatos, el primer agujero en tus calcetines y el primer chiste que contaste. Explícame tu educación y tus miedos, tus gustos, tus sabores y tus ilusiones.
             Quiero sentir tus pisadas cuando estaban marcando lodo, tus manos cuando se agrietaban en la injusticia, la fuerza de tus dedos cuando arañabas las paredes del miedo, la voluntad de tu quijada cuando ahogabas un grito, la templanza de tus nervios cuando el destino te sofocaba, la tenacidad de tus palabras cuando la impotencia del verso clamaba perdón.
             Explícame tus sentimientos, esa enredadera de emociones que a veces es hiedra y a veces miel. Muéstrame tu alma porque tengo el fuego para abrirla y leer lo que en ella está escrito, enséñame el camino a la profundidad de tu corazón porque la ternura de mi ángel penetrará en él. Dejaré que mi piel sea lienzo para tu óleo, pintarás tus sueños y muy despacito la mojarás, la llenarás con tus colores, dejarás que tus labios vivan en ella, que tus ojos se cierren en ella, que tus deseos se rindan en ella… Que tu calor se derrita tan fuerte en ella, que vivirá la excelsa pasión, gritará la vida y nuestra luna escuchará por siempre el gemido de la libertad.
            Explícame porque ahora quieres mi abrazo, si ya estoy dentro de ti, si ya estoy abrazando tu alma, si tu corazón ya late mi sangre, si mis ojos están en tu mirada y mi piel ya está pintada. Explícame que hice mal, explícame el  por qué…Explícame distancia y no será excusa, porque mi ángel abrirá el mar, juntará tu Luna a mi Sol, tu viento a mi trueno y tus montañas a mis valles. Velaré insomnio eterno por ti, escribiré sentimientos en el horizonte de las estrellas y robaré las rimas de mil cometas. Crearé la más hermosa poesía que un ser humano pueda sentir y cuando estés lista, la tatuaré en tu alma…Ahora, solo explícame.



             

jueves, 23 de marzo de 2017

EN MIS BRAZOS...


                Se vistió el Sol de luz y reflejos, descansó la luna y el filo del horizonte se despegó del mar. Tan intenso amor pone en vigilia mis ojos y en ellos miro la dulce placidez de tu sueño. Tu piel suaviza mis labios, tu silencio dormido escribe ternura, tus cabellos enredan mis dedos y en la entreabierta boca  de la pasión, respiro tu aliento.
                Todavía el puño arruga las sábanas del último gemido, vive la sensualidad y despacito amanece el deseo. Poco a poco contorsionas tu cuerpo y tu espalda pinta elegancia en mi pecho, poco a poco el suspiro se llena de inquietud, mis manos cubren la suave erección de tus pezones  y nuestros pies entrelazan imaginación. El instinto deshace sedas, nace el escalofrío y surge el temblor, goza el infierno en la marmita de nuestro lecho, el vaho cubre intimidad, tus caricias exigen vigor y en la sublime excitación muere la razón.
               Bailan las emociones por doquier, penetran los acordes en tu cuerpo y en el pentagrama de tanta pasión compones  música, lujuria y pecado. Se pervierte el tiempo, no hay espacio, el latido es uno y fuerte, dibuja magia el éxtasis y tu lágrima explica mi sonrisa. Tu hermosura embelesa el momento, tanta seducción invade mis sentidos, se muestra el atrevido erotismo, se pervierten los sudores y escapan los olores entre la furia de nuestros poros. Se hace real la imaginación, la emoción es locura y el verso huye de la terrenal poesía. Es momento de ángeles y lluvia de estrellas, es instante de trueno y espuma de mar… Es vida y clímax de amor eterno, es la tinta del cielo derramada sobre carne, es la tilde del viento perforando corazón  y el sueño del Creador, acariciando el alma.

              Estás segura, estás en mis brazos. Amanecerás otra vez y te esperaré con una taza de café, ese café que sabe a ti y a mí, ese café que huele a tierra caliente en sus granos, ese café que explica, tu amanecer en mis brazos.


martes, 21 de marzo de 2017

Y EL CIELO ME CONTESTÓ...


           Sentir que el viento azota tu cara, solo es una caricia del cielo. En su inmensidad respiramos fuerza y en su azul, la intensidad  de su regazo.

           6.30 am. Despierta trémulo el horizonte. Los pétalos de mi jardín todavía no se atreven a vivir, poco a poco empapa el rocío las viejas pisadas de la noche, naufragan los últimos alientos entre sedas hechas sábanas y algodones despechados en ternura de almohada. Quizás el primer café solo sea el inicio de lo cotidiano, quizás esa mirada perdida en la ventana solo espere la muerte de tanta rutina o busque la razón que explique el cansancio de una vida. El silencio aturde inquietud, la ducha espera y no sé porque, mi alma se agita.

           8.00 am. Acaricio de jabón mi cuerpo. De repente el agua se convierte en hielo….¡Se acabó el gas!...Suena el teléfono, tocan a mi puerta, el trueno hace su aparición y se va la luz. ¡Calma! Una cosa después de la otra es mejor que todas a la vez. Pienso prioridades. Armo mi valor y dejo que la fría agua me enjuague, me exprime la toalla y se envuelve a mi cintura con precisión de serpiente, el teléfono deja de sonar justo cuando contesto, le grito a mi puerta un ¡Ya voy!...Suspiro para que el amanecer despeje las nubes del cielo y pueda bajar las escaleras sin matarme. Tiembla mi puerta en su ansiedad, la abro….¡Nadie! Solo dejaron una carta encima del “Bienvenidos”. Empapada por la incesante lluvia y medio abierta por la torpedad de mis dedos, dejo que seque sus noticias a un lado de mi cafetera. No hay prisa en abrirla, porque como pinta mi día, debe ser un requerimiento de un olvidado pago o una multa. Miro de reojo mi teléfono, intento buscar la llamada perdida y mi estupor se enrojece al verlo mojado, tieso, mudo y muerto. Sensacional, sin luz, incomunicado y cabreado.

             8.45 am. Ya debo disfrazarme de humano, poner cara de estrés o de fingida felicidad, permitir que se den cuenta de que mi camisa está recién planchada y que mi perfume es caro. Zapatos limpios y brillantes, suave gel, crema de coco y cinturón de piel. Abro la puerta, la calle inundada, no se ven aceras vivas y las alcantarillas recuerdan en su alegre borboteo aquellas promesas de aquellos políticos que jamás cumplieron.

             9.00 am. Debo subir la raya de mis planchados pantalones hasta la rodilla. Ya no hay brillo en mis zapatos, solo agua. Subo a mi coche, arranco. Llego a la puerta del fraccionamiento, no hay luz por lo tanto el control vale para dos cosas (luego les cuento), el vigilante de turno no ha llegado y el otro ya se le acabó el turno. Todo un dilema. Soy el primero de la fila y el segundo, el tercero...etc…Esperan en silencio que yo solucione el problema. La lluvia arrecia, mi paciencia flaquea, el rayo dibuja fuego en el cielo y el trueno relincha, el vaho me aparta del mundo y se opaca la imaginación.

            9.15 am. Empiezo a sentir ese cosquilleo que te invita a explotar, ese temblor de puños que huele a azufre, esa ansiedad que no tiene respuesta y esa dulce abstracción que solo un parabrisas te puede dar. Pienso y ejecuto. Me bajo del coche, ya mis pantalones comprendieron la situación y mis zapatos aprendieron a nadar (son autodidactas). Hay que empujar mecánicamente la puerta. Me dirijo con decisión hacia ella. Está muy pesada y el agua no ayuda. Me quedo mirando al segundo coche, al tercero, al cuarto y pierdo mi insistencia al ver que nadie se baja. Todos cuidan sus zapatos, sus pantalones…Y todos quieren que sea yo, quien solucione el cisma de este día, o eso me pareció.

              9.30 am. Saco el niño que llevo adentro. Me quito los zapatos, los calcetines y mis pantalones. Con cuidado dejo que mis pantalones, descansen sobre mi brazo izquierdo, encima de ellos pongo mis empapados calcetines y cojo mis zapatos con los dedos de la mano derecha. Creo que ahora si tengo su atención. Reconocerán que mis zapatos hace media hora tenían brillo y que mi cinturón es de piel, aunque mi caro gel ya dejó de existir. Uno por uno, paso al lado de aquellos callados coches, saludando con mi cabeza y regalando una sarcástica sonrisa que jamás había ensayado (salió natural). Llegué a mi casa, me quité la ropa que me quedaba, obligué a mis toallas trabajo extra y me serví una copa de mi añejado brandy.

             10.00 am. Prendí un cigarro y me relajé. Cesó el trueno, amainó la lluvia, volvió la luz…Y tocaron repetidamente la puerta. No contesté, calé profundo mi cigarro, tomé de un trago mi copa y después otra y otra (solo tres)…Y grité “Ya voy”, pero permítanme…Me acordé de aquella carta que estaba descansando bajo el poquito calor de mi cafetera. La puerta seguía bailando en su madera y yo en mi dulce tragedia. Remitente “El cielo” y decían sus letras: “ Medio siglo pidiéndome que cambiara el color de tu vida y que yo cambiara el mío, medio siglo explicándome que siempre soy el mismo, que tus horas se cuentan por rutina y que tus sentimientos solo sienten lo de siempre, que tus lágrimas siempre recorren el mismo camino y que tus besos no se atreven a ser diferentes, porque el amor siempre es igual. Hoy cambié mi color, hoy cambiaste tu rutina, hazlo siempre…Cuando no puedas solo, ¡Desnúdate! Que yo te abrigaré.”

             10.10 am. Me quité la toalla, abrí la puerta. Sentí unos ojos exclamar o quizás desear y en sus manos deposité las llaves de mi coche…Ahora solo espero que mi cielo me abrigue, mientras tanto seguiré investigando los olores y sabores de mi brandy  y calando con firmeza, la tierra de un buen tabaco.


            
           

           

lunes, 20 de marzo de 2017

EL BAÚL...


             Sé que hoy abriste ese baúl, ese baúl que guarda nuestra pequeña historia juntos, ese baúl lleno de sueños incompletos e ilusiones perdidas entre las telarañas de su madera. Sus clavos ya muestran la herrumbre de una perdida existencia, sus herrajes son fríos y torpes, su madera  ya no reconoce la tinta que un día la barnizó y escupe aserrín por los poros de su silencio.
             Lo miraste por fuera y engulliste saliva tras saliva en su interior, temblaban tus dedos en el sudor de tus manos, pestañeabas ese viejo amor y en tu memoria empezaron a vibrar las neuronas en el recuerdo de aquel baile de vida. Una y otra vez mordiste tus labios, una y otra vez el escalofrío preñaba tu piel y una y otra vez perdías tus ojos en encontrados olores de una distancia que jamás se acortó.
             Sentí cuando tu lágrima cayó sobre mi cara en aquella foto. Leí tu pensamiento y en el interior del alma, allí donde todavía guardo tus versos, sentí mi poesía arrugarse, sentí como entraba en tus puños y sentí como caía sin vida en la oscura alcantarilla del desecho. Y fue entonces que sentí el gemido de mi corazón, el dolor en mi pecho  y la estaca de aquel abandono, clavada en mi espalda.

             Se reveló la luna, embraveció mi mar, gritó desesperación el viento, enfureció el rayo y devastó música el trueno. El cielo ocultó sus ángeles, el miedo encendió infiernos y la esperanza se convirtió en ácida lluvia. Bailaron las brujas y aullaron los lobos sin luna, las serpientes regalaron su viscosidad al sueño, los caminos borraron sus huellas y el destino se detuvo. Vió el mundo el fuego en tus manos, relinchó el aire en aquella chispa y murió  el sentimiento al quemar nuestro baúl. Tu osadía pintó pecado, pero tu ignorancia se estrelló en el muro de mis estrellas. Tu maldita obsesión por olvidarme, despertó mi Sol y el cielo abrió su azul, a cada ángel le dio su arpa y a cada reflejo de Amor su luna. Recogió en sus brazos mi maltrecho cuerpo, tocó mi corazón con su intensidad y volvió a latir con más fuerza que nunca, le dijo al viento que poseyera mi alma y volé más alto que el águila real, besó mi memoria y la llenó con las cenizas de aquel baúl, mordió mi lengua y escribió en mi palabra: “El olvido, es solo para cobardes”.


domingo, 19 de marzo de 2017

SIEMPRE ESTÁS...


              Sentir lo que siento por ti, es justificar la palabra eternidad. Pensarte en la dicha es fabricar un sueño y dejar que seas tú quien seque mis lágrimas en la tristeza, es alcanzar el cielo. Emocionarme al escuchar esa música que abrazó nuestros cuerpos y entrelazó pies, es placer de ángel, imaginar tus besos rozando mis labios, es aquelarre en luna llena y desearte con toda la profundidad de mi ser cuando tus manos solo acarician mi cara, es caviar para dioses.
              Estás en mi amanecer y mis ventanas despiertan con el vaho de tu rocío, estás en mi primer paisaje y son tus dedos los que lo iluminan. Estás en el sabor de mi café, en el arrugado despertar de mis sábanas, en cada una de las plumas de mi almohada y en la madera de aquel viejo mueble que todavía huele a ti. Estás en el portal de mi hogar, en esa calle donde no hay una pisada que no me recuerde a ti, en la piel de ese asiento de coche que tantas veces  sintió la intensidad de nuestro deseo.
              Estás en mi trabajo, pues son mis manos las que luchan por ti, estás en mis diarios “porqués”, porque solo tú eres la poseedora de mis respuestas, estás cuando el silencio calla porque siento el eco de esa gota de saliva cuando cae por tu garganta, estás cuando el viento grita porque llenas su aire con tu dulce sudor de mujer, estás cuando la lluvia sonríe plácida y tímida, porque es ahí donde viven tus escalofríos, estás en mi vida porque en ella escribiste tu amor.
             Estás en mis noches, porque en ellas abres tu regazo y me proteges, estás en mi libertad porque sin ti sería un prisionero más de la conformidad, estás en el sibaritismo del sabor porque en mi chocolate recorro tu espalda, en mis natas tu vientre, en mis vainillas tus pechos y con mis  fresas…Solo dejo que las atrevidas burbujas de mi pasión, escandalicen tus humedades. Estás cuando mis dedos necesitan entrelazar cabellos, cuando mis manos suspiran por acariciar tu cuello, tu nuca, tus hombros con ese vigor que solo un hombre te puede dar, estás  cuando mi cuerpo necesita estar pegado a ti, cuando gimes que tus pezones toquen ternura, cuando tu sonrisa expresa mi orgasmo y cuando una lágrima, es la exquisitez de un sentimiento.

           Siempre estás y siempre estarás.


sábado, 18 de marzo de 2017

LA CONFESIÓN...


           Esta historia está basada en hechos reales, tan reales como la dulce imaginación de una mujer pueda llegar a dibujar, escribir y sentir.

         -Ave maría purísima.
         -Sin pecado concebida.
         -Padre, confieso que he pecado.
         -Explícame, hija mía.
         -¿Por qué?
         -Para que Dios redima tus pecados
         -No pequé contra Él
         -Entonces… ¿Por qué estás aquí?
         -Porque necesito que alguien me escuche y guarde mi secreto. Porque no pequé contra Dios sino contra un hombre, y usted sino me equivoco, más allá de la sotana, es hombre.
        -Pero los pecados contra el hombre, son pecados contra Dios y…
        -Disculpe, los pecados contra el hombre son contra el hombre y los pecados contra Dios son contra Dios. No los ponga al mismo nivel.
        -Hija, debes comprender que tanto el hombre como la mujer son hijos de Dios, son su creación y pecar contra ellos es pecar contra Dios.
        -Más bien creo que si un hijo roba, va a la cárcel, no su padre. Pero también creo que si un hijo llora, el primero que debe correr a secar sus lágrimas debería ser su padre, o no?
        -Tienes razón hija mía, pero las leyes de Dios…
        -Permítame padre, porque ahora lo que menos necesito son sermones. Mejor no hablemos de leyes, pues me temo que ustedes son los primeros en desafiar las leyes terrenales cuando se ponen el disfraz de Dios y los primeros en desobedecer las leyes de Dios, cuando se sienten hombres. Ahora lo único que le pido, es que me escuche.
         -Dime
         -Me enamoré de un hombre casado, le robé su piel y la llené con mis caricias. Bebí la sangre de su corazón para que sus latidos solo vivieran en mí. Lo poseí hasta la extenuación de mi alma, entregué todo mi ser en esa pasión y toda la noche a sentirlo y consentirlo. Fue tan preciosa esa luna que jamás volveré a confiar en otros labios ni tragaré otra saliva que no sea la suya. Jamás esperamos que existiera el amanecer, jamás dudamos de que esa noche sería eterna, jamás hubo un sueño tan real y tan fantástico que dormir abrazados. Y en la extenuación por tanta entrega, cerró sus ojos, lo abrigué, lo besé y sin hacer ruido me levanté. Me dirigí a ese rincón, donde mi poesía cobra vida, donde las ceras arden con los sentimientos y las tintas escurren música de ángeles. Llegó la dulce inspiración, dibujé una ilusión, deletreé un deseo, tomé un trago de mi viejo whisky y empecé a sentir mi obra. Lo escribí entero en mi poesía, mientras mis ojos todavía disfrutaban  la calidez de su desnudez. Despacito y con mucho cuidado puse sus puntos y mis comas, sus rimas y mis tildes. Poco a poco fui enjaulando su distancia y poco a poco fui escribiendo la lejanía de otros brazos. Describí uno por uno cada gemido, cada caricia en mi cuerpo, cada una de las humedades que sentí y cada pecado que me hizo vivir. Pinté con mis colores su orgasmo, arranqué con mis puños su memoria y la volví a llenar con mi historia. Vigilé con mucho cuidado que cada uno de mis versos definiera su hermosura, su ternura, su vigor…Y cuando ví que toda la inspiración del universo era incapaz de retenerlo a mi lado, decidí terminar mi obra. Empecé el epílogo y cuando llegué al último verso, ese verso que da razón al título…Lo maté, lo asesiné, lo incineré y respiré sus cenizas hasta lo más hondo de mi ser, para que jamás saliera de mí. Fue hermoso, él seguía plácidamente dormido y jamás supo que mi poesía lo acababa de matar.
      No se incorporó, porque jamás estuvo arrodillada, solo sentada mirando de frente la represión de esa insólita rejilla. Se levantó.
     -Gracias por escucharme.
      Atónito el padre por lo que acababa de escuchar, no sabía si darle la absolución que nunca le pidió o si abrazarla, lo que pensó, podría ser peligroso. Optó por la vía fácil.
     -Adiós, vaya usted con Dios.
     Juntos salieron de aquel confesionario. Cruzaron una mirada. Él vió su escote y se sintió hombre, se pellizcó y pensó en aquel pobre finado de aquellas letras. Ella comprendió en su desahogo que el Amor que sintió estaba más allá del bien y del mal. Él se persigno con el primer santo que encontró y siguió el camino del fingido recogimiento, pues estaba seguro que desde algún rincón, seguramente el párroco lo estaba viendo.

      Ella, solo salió de aquella iglesia en busca de un hombre que la inspirara en su nueva poesía.


viernes, 17 de marzo de 2017

TE ADVERTÍ...


            Te advertí que el tiempo pasaba y mientras pensabas, la vida caminaba, las oportunidades se caían de nada y el amor escurría lágrimas que ni siquiera veías. Te advertí que la nostalgia no se olvidaba, solo se tenía y se superaba, que las fotografías no eran solo un recuerdo sino manchas de caricias, que un beso solo se sentía en el momento porque si permitías que en el desamor siguiera agrietando tus labios, jamás encontrarías esa lluvia de ternura que los curara.
             Te advertí que la soledad era amiga del orgullo y cómplice de tus miedos y mientras la abrazabas seguía creciendo y creciendo. Nunca me creíste y ahí te quedaste, como eres, con tus mismos defectos y la misma piel, con menos ilusión y con los mismos pequeños sueños, con tu tristeza sin salir de las mismas excusas y siempre esperando que él, volviera a tocar tu puerta…Y eso, jamás sucedió.
             Y ahora regresas con un disfraz de hada que ya no te queda y un antifaz que solo descubre la alevosía de tu alma.
             Haremos esta noche diferente. Inventaremos un cuento: tú serás marioneta y yo tu peluche, moveré tus hilos y acariciarás mi acolchonado terciopelo. Viviremos una necesaria fantasía donde tú eres la misma y yo, ya soy otro, porque te dormiste en la experiencia y yo aprendí de ella, te refugiaste en la memoria y yo la reinicié.
             Comeremos cariño y nos bañaremos con champagne. Consentiré mis fresas y las pegaré en tu piel, las cubriré de nata y miel y dejaré que mi boca juegue con ellas. Desquiciaremos desnudos, pervertiremos el recuerdo de aquella pasión y la someteremos al antojo. Enloqueceremos ceras, emborracharemos tintos, dejaremos que las emociones juzguen los alientos y rezaremos para que el atrevido gemido sea la única autoridad competente. Soltaremos instintos y dejaremos que en aquella playa, prendan añejos castillos de fuego, que los enanos de tu circo rompan las piñatas y que las ballenas aúllen nuestra luna…Eso quieres, que se dé lo imposible en lo posible de una fingida embriaguez, que recuerden tus sentidos y se peguen a mi cuerpo despertando la sensualidad de un olvidado sudor. Pero no será así.
            Solo por una vez, dejaré de ser ese caballero que no tiene memoria, porque  aunque en tus ojos vi mi extrañez, esa añoranza del tiempo perdido y la osadía de tu arrogancia, atravesando mis brazos...No pasará.  Y debes saber que jamás sucederá porque no soy calzón barato de mercado ni plato de segunda mano. Te advertí que aprendo rápido y olvido pronto, mis canas no nacieron en vano y mis heridas ya vomitaron todo tu pus.
            Te advertí en lo que te convertirías: Una mujer dormida, un pecado sin alma, un verso perdido en quien sabe que poesía y ahora que en mi noche te disfrazas de marioneta, déjame decirte que te equivocas, pues no seré yo quien mueva tus hilos…Otro lo hará, ojalá tengas suerte y no rompa ninguno de ellos. Solo recuerda que en mis manos, siempre fueron seda inquebrantable.


           

      

jueves, 16 de marzo de 2017

SOMBRA...


               Sombra de triste mirada, alargada y difusa silueta que te reflejas sin preguntar, esquina de vida que perviertes la sonrisa de la luna…Amiga que escondes miedos en un pedazo de pared. Te dibujaron a la semejanza de quien te respira, te pintaron de negro porque en ti, se absorbieron todos los colores del arcoíris, te quitaron vida y ahora solo copias ajenos movimientos.
                Te daré un sueño, te mostraré un camino y en ti depositaré mi corazón. Dejaré que sus latidos te llenen de colores, dibujaré tu cara y tu cuerpo, arrancaré del espejo del mar su mejor óleo, lo barnizaré con mi ternura, en su reverso escribiré mis sentimientos y en su marco grabaré la mirada de mi deseo, los labios de mi pasión y las caricias de mi ternura…Y ese óleo, será tu alma.

                Te acompañaré a la puerta y te explicaré el viaje: Cruzarás nuestro mar y más allá de su horizonte, navegarás por un desconocido océano, el océano de la duda y la impotencia. Verás un gran desierto, el desierto de la intolerancia, y lo caminarás de noche para no ser vista, cerrarás tus ojos y no escucharás sus gritos. Respirarás nevadas montañas, gigantescas rocas de frío llamadas “represión”, y lo único que harás será omitir la pausa, luchar y poco a poco escalar y escalar y escalar. Llegarás a su cima y sentirás la caricia del viento más poderoso que jamás hayas conocido, ese viento se llama “libertad” y debes amarlo y conquistarlo día con día pues a su lado todo lo podrás. Se agrandarán tus ojos y divisarás el gran valle de los sentidos, el gran valle del “no tiempo”, el gran valle donde millones de mariposas viven en el estómago de cada uno de sus ríos, el gran valle donde la poesía desterró al pecado y donde el silencio cruzado de dos miradas se convierte en dulce gemido. Ese valle es mi sueño y se llama “AMOR”. Cuando lo consigas, arrástrame contigo, vuelve a ser mi sombra y juntos lo viviremos.


martes, 14 de marzo de 2017

UN DÍA, LLENARÁS MI MAR...


            Corre el rio en su libertad hacia un mar que no conoce, pero que ya siente. En su lejanía lo escucha suspirar y enloquece al saber que llenará sus brazos de braveza, en su pequeñez se arrodilla y da gracias porque será parte de tanta inmensidad.  En su prisa ahoga vida, brinca piedras y las olvida, sonríe de reojo y ya respira espuma.
            Eres ese rio que un día, llenará mi mar…Ese rio que nació en la pureza de nevadas montañas, que llenó de vida increíbles paisajes…Ese rio que por siempre dibujó su reflejo en el cielo, que encogió puños persiguiendo un sueño y erosionó grandes rocas que quisieron que un día, los sentimientos lloraran.  Vigor de rio que insultas la eterna espera de mi arena, metáfora de mujer que sigues camino a mi playa…Ya la caricia del viento abate mis pestañas y en el sabor del aire te siento llegar, tu alma es agua, tu corazón fuerza y tu meta, fundirte en mí.
            No te detengas porque la sal de mis burbujas te desean,  no pares porque mi piel ya abrió sus poros, no dudes y sigue escribiendo tu viaje porque te estoy leyendo… Mi mar te espera en alta marea, en él ya pegó su calor el ocaso y la Luna está presta para ser testigo de este encuentro. Ya las montañas oscurecieron los verdes de sus celos, ya los valles durmieron maizales y trigales que un día regaste,  ya ese árbol dio cobijo al búho de la suerte y esa rosa desvaneció sus espinas y abrió sus pétalos.

           Ven a mí, ven a nuestra tierra de libertad, besa mi mar y juntos convertiremos sus olas en gemidos de pasión, sus burbujas en chispas de erotismo y tentación, su espuma en nuestro único vestido y su inmensidad en nuestro infinito. Soy tu mar, ven y lléname.


lunes, 13 de marzo de 2017

EN ESA CAMA...


              Verso de amor que cicatrizas las heridas de mi alma, canción de cuna que nace en tus ojos y arrulla mi corazón, gotita de sudor que resbalas por mi piel y la llenas de ternura…Miel de mujer que un día decidiste que sentir amor era robar cada una de mis lágrimas, que te imaginaste tocando el cielo y arrancaste mis sentimientos para escribirlos en tu viaje, que cambiaste mi destino, renovaste mi historia y le diste una ilusión a mi cansado coraje.
              Porque cuando más perdido estaba, sentí tu luz…Porque cuando el infierno quemaba mis venas, viviste por mí…Porque cuando el dolor de aquel desamor mantenía en vela mis noches, tú, te dejaste soñar, te dejaste desear y en la agonía de mi esperanza…Me miraste, me diste tanta intensidad, que mi confusión la convertiste en pasión, mis miedos en osadía y mis tinieblas en un amanecer lleno de ti.
              Desnudamos juntos el rocío en cada pétalo, mojamos nuestros pies en la blanca saliva de nuestro mar y escuchamos música de mareas en sus caracolas. Sentimos la sonrisa de la brisa cuando temblaron los dedos al escribir la palabra amor en aquella arena, iluminamos cada caricia de viento cuando el ocaso se pegó a nuestros olas y en el anochecer le robamos un destello a la estrella más hermosa, un pedacito de manto a nuestra luna, un pedacito de algodón a la dormida nube y con ellos construímos nuestra cama, esa cama donde sentimos la plenitud de nuestro primer orgasmo. En esa cama, te deseé, te viví, te poseí y te amé…En esa cama te escribí mis sentimientos, abrí mi alma y te regalé la sangre de mi corazón…En esa cama nació mi poesía, mi credo en el amor y mi pleitesía al Creador…En esa cama, viví mi primer Amor.


domingo, 12 de marzo de 2017

UNA ORACIÓN DE AMOR.


               Atraviesa el valle de los sentimientos y ven a mí, deshaz hilo a hilo la cordura del sueño y respírame, contagia el cielo con tus besos y llénalo de ternura, sorprende a la noche con tu aliento y llénala de estrellas. Deja que tus ojos destellen magia, que tus brazos sean capaces de darme regazo, que tu piel olvide su orgullo y se atreva a ser sudada…Deja que mi corazón suene a tambor, cuando mi mano por fin te toque.
               De rodillas cambiaré el destino, de colores vestiré la seda de tu distancia para que ni una transparencia sonroje otras lunas, de imaginación enredaré tus cabellos para que cuando los tenga entre mis dedos, solo se liberen. Cada noche llenaré mis labios con el intenso sabor del calostro de tu alma, cada amanecer le diré a las palabras que rimen con tu rocío, cada atardecer, exigiré al Sol que en su ocaso escriba tu nombre en el horizonte y así pegado al mar, sus olas lo tatuarán en la planta de mis pies.
                Entiende el sentir de mis bruces en el supremo anhelo de tu deseo, entiende que la razón es parte física de la memoria y que la locura es tener tu esbozo dibujado en los surcos de mi corazón. Date prisa porque mi mundo se acaba, apresúrate porque es tan intenso el temblor, que el escalofrío ya invadió mi espíritu. Ven a mí porque nuestros destinos están cruzados, nuestras miradas ya contagian pasión y nuestros cuerpos, quieren ser uno.
               Te lo ruego, víveme, porque el arrepentimiento morirá en mis brazos. No te pido una oportunidad sino un poquito de eternidad, porque en mi jardín ya sembré todas las flores del edén, todos los árboles del Universo conocido y todas las semillas de cada sueño que tuve de tí. Le dije al viento que quitara espinas a mis rosas y las devastó, le pedí a la lluvia que llenara de vida mi jardín y lo llenó de cielo, le rogué al cielo una bendición y escribió en él su maná de Amor, le pedí al Amor que fueras mía y me recitó esta oración:
               “Amor mío, solo te pido un segundo a mi lado para que puedas leer mi abrazo, para que tus ojos roben una de mis lágrimas, para que tu corazón sienta mi sangre. Compraré el reflejo a mi luna y en tu desnudez lo tatuaré, llenaré mi sudor de fresas y chocolate y en tus caricias de ellos te alimentarás, recogeré los acordes más románticos que la música haya parido y con ellos reventaremos nuestras noches de pasión, juntaré las más hermosas ceras de soñadas veladas y con ellas iluminaré el polvo de un millón de estrellas, para que cada una de sus chispas, prendan tu alma…Y ahora, le pido al Creador un segundo contigo, un verso de paz que trague el insomnio por ti, una ilusión vestida de mujer que sepa a ti… Y en mi silencio, en mi sagrado recogimiento…Él transfigura su esencia, me mira en su intensidad de luz, muestra las palmas de sus manos y puedo leer en ellas, un pedazo del infinito pergamino de la eternidad. Un pergamino nacido de su piel donde están bordadas en oro dos palabras: tu nombre y el mío.”  AMËN.



              

sábado, 11 de marzo de 2017

COINCIDENCIA...


            Coincidimos en ese punto donde el silencio rompe sus hilos, donde la vida asfixia sueños y donde las calles caminan sombras. El destino puso a prueba nuestras almas, cuando ya habíamos vencido la ilusión, cuando el deseo solo buscaba una razón para ser y cuando la pasión solo era una simple y añeja leyenda.
            Decidí vivirte, cuando tú, solo me soñabas. Abrigué en mis brazos el amor más grande, mientras tú, solo esperabas el silbido de un extraño viento que jamás llegó. En ti liberé un sentimiento, ese sentimiento que abre poros, que siembra temblores, que vibra al sentirlo, que sonríe cuando se humedecen los labios, que truena cuando las miradas se atraviesan…Ese sentimiento que convierte un gran orgasmo en una pequeña y tierna lágrima de pasión.
            Por ti, llené de libertad mi poesía, dejé que los versos volaran entre cielos, que las estrellas los llenaran con sus rimas y que el mar los reflejara por siempre en su espejo. Por ti, prendí fuego al lastre de mi vida, las amistades se convirtieron en conocidas vivencias y los conocidos en puras referencias de viejas memorias. Por ti dejé todo…Por ti se arrugó mi piel y envejeció mi corazón, menguaron las pestañas de mis noches y en los amaneceres solo sentía la sutil indiferencia, estrechar mi alma.
            Perseveré en el noble arte del enaltecimiento, adorné dudas con explicaciones que jamás me diste, día con día sembré una semilla de esperanza en la ilusión y cuando ya mis lágrimas no la veían germinar, me recitaba un cuento…Un cuento de príncipes y princesas, de dragones y calabozos, de odiseas y sueños, pero siempre con un final feliz, como debería ser el cuento de mi vida.
            Te creí eterna y solo fuiste un pasaje. Te sentí parte de mí y solo llenaste el apéndice de una corta historia. Te conocí, te aprendí, poquito te gocé, despacito te respiré, rápido te exhalé y cuando ni tu sombra noté, entendí,  que solo fuiste una coincidencia en mi vida.



             

viernes, 10 de marzo de 2017

PERDIDO EN MI SENSIBILIDAD


                   Todos hablan de Amor y mi vida pagaría por sentir un pedacito de él, explican la ternura de sus deseos al anochecer, mientras yo solo lo siento amanecer…Cantan sus músicas  a terciopelos de pieles, a desgarradores abrazos de pasión, a sentimientos pegados a labios, mientras yo, solo busco un acorde que rime con el latido de mi corazón.
                   Porque el sentir es juego de dos, el cariño no vive si no es compartido y una lágrima no sirve, si no hay un dedo que le dé su abrazo. Perder la razón es una opción si estás a mi lado, sentir una caricia en mi cuerpo solo es perversión, si la luna no refleja tu alma en mi cama. Sé que en la distancia se escriben las más hermosas poesías, sé que en ella, algunas veces, las estrellas pintan de magia las noches, pero también sé, que el deseo se pierde en el viento, el sueño sucumbe en su propio laberinto y la pasión solo rasguña, blancas paredes de confundida soledad.
                    Sensibilidad y distancia, anhelada seducción de los sentidos, erotismo perdido entre los estambres de la memoria, telaraña de emociones que dibujas esas ilusiones, que ahora mojan mi tristeza.  No te conozco pero necesito tu mano, no sé cómo eres pero necesito tu abrazo, no te respiro pero necesito un poquito de tu aliento, no te lloro ni te rio pero de ti requiero una mirada, esa mirada que por un momento me cobije, que por un instante me diga que ahí estás, que por siempre me recuerde que ahí estarás, cuando ande perdido en mi sensibilidad.
                    No dejaré que el Amor solo sea una fábula, una leyenda, unas letras perdidas entre quien sabe que poesías. No dejaré que mi mundo se estreche, no dejaré que mueran mis ojos sin haberte llorado de emoción, no dejaré que mis labios se sequen sin haberte probado, no dejaré que mis manos lloren sus arrugas sin que hayan caminado por tu piel…No dejaré de ser sensible por querer tenerte, no dejaré de ser yo por querer poseerte, no dejaré de escribir lo que deseo…Y es por eso que cuando así me siento, desafío los sentimientos y me pierdo en mi sensibilidad.



            

jueves, 9 de marzo de 2017

SIMPLEMENTE MUJER


           Sublime creación natural, verbo de ternuras y exquisitez de luna. Suave burbuja que conviertes mi sangre en río, salvaje arena que revistes con tu viento mis desiertos de amor, sudor sobrenatural que iluminas de sublimes paisajes mi pasión.  Eco de un latido, escrito de mis noches y perversión en mi amanecer, hermosa belleza que destilas tintas en el laboratorio de mi poesía. Mujer…Óleo erótico que respiras beso, poder de abrazo que sonroja atrevidas estrellas, máxima emoción al sentirte cerca, lágrima de cielo en la distancia y cera siempre prendida en el fondo de mi alma. Mujer  que contornearon tu perfil  en la exquisita excitación del Creador, el Universo entero durmió el síndrome del pecado para que existieras,  el mar se abrió para poderte gozar,  el viento tuvo que rasgar las sedas de la libertad para que tuvieras oportunidad y el hombre…El hombre solo se arrodilló, pensó, se avergonzó y supo, que solo te tenía que amar.

           No alcanzan los colores, para dibujarte, porque tú creaste el arcoíris. No alcanzan las ternuras de cien pieles para describir tus caricias, pues tú las fabricaste de besos, mucho antes de que el hombre existiera. No alcanzan las palabras para definir tu verso, porque tú en tu esencia, eres poesía. No alcanzan mil lunas para definir tu luz, porque tú eres nuestro sueño y en él babeamos almohadas y rasgamos sábanas. No alcanza el Tiempo para definir tu dulce espacio, no alcanza el aire para medir tu aliento y no alcanza la literatura, para escribir lo que eres…Simplemente MUJER.


miércoles, 8 de marzo de 2017

TU ALMA LLORA...


             Encontré amor en tu odio, ternura en tu aspereza, mirada en tus ojos y sentimiento en tu alma. Encontré los rasguños de la traición en tu corazón, la dormida inteligencia en tu mente y la perversión de la ignorancia pegada a tu piel. Sentí tu vergüenza y el sueño de la compungida soledad, tatuada como calcomanía en tus paredes.
             Revisé tus sábanas, olí tu almohada, lancé viejas cobijas por la ventana, destrocé tu armario, partí a la mitad tu mesita de noche, apagué luces…Te abracé y te besé. Clavaste tu mirada en mis ojos, habló tu alma y sintió tu corazón.
             ¿Sabrá el mundo por qué te amo?...¡No importa! ¡Tengo tu permiso!...
             …..Y convertimos a la pared en cama. Pegaste en ella mi espalda o era la tuya la que la acariciaba, deshicimos sedas, arrancamos algodones, quebramos broches y asesinamos botones. Piel con piel, olor y sudor, deseo, ansias y suspiros. Fuerza y vigor, dulzura y ternura, pausa y enjundia, ganas y poder. Escalofrío de mujer, profundo temblor de hombre, contorsión y sensualidad…Pornográfico erotismo solo retratado por nuestra vieja luna.
             Te amo y por siempre así será. Fuiste mía y aunque ahora no estés, siempre lo serás. Porque mi legado sembró una semilla en ti, la semilla más perfecta que nos dio El Creador, la semilla del Amor…Y cometiste un error, la dejaste germinar en tu alma y en ella crecerá, sus raíces envolverán tu cuerpo, su tallo tu piel y sus flores tus sueños. Y es por eso que cada vez que me recuerdas…Tu alma llora.


   

       

martes, 7 de marzo de 2017

FINGIENDO VIDA...


             Te cansaste de exprimir vidas y ahora que solo te piden cinco minutos para conversar, no tienes tiempo. No tienes tiempo porque agotaste tu vida asaltando sentimientos, agotaste tu vida en los miedos del dinero y agotaste vida, en los reciclajes de tu maldito orgullo. Te sentiste en el poder, en ese poder que crea perversa ilusión en la compra de ajenos corazones y te imaginaste en la cima…Y llegó el día en que las carencias del alma insultaron tu pobre inteligencia, las palabras se llenaron de vacío y cuando miraste tus manos, no había nada.
            Descubriste que la vida no perdona y que el tiempo pone a cada quien en su lugar, supiste de una vez por todas que es el destino el que da y quita razones y que por mucho que escribas y leas palabras de amor, nunca lo tendrás si en tu corazón no vive. Es tan obvia tu esencia, que cuando el pedir perdón es necesidad para tu alma, se esconde entre los nervios de tu pobre mente y nunca sale de tu boca.
           Vomita fingideces y sé auténtico. Sé lo que debes ser y olvida ajenos defectos, pues los tuyos, destruyen vidas.  Arrebata del alma sus miedos y funde tus infiernos en el olvido. Divierte tus ideas y crearás imaginación, alimenta tus neuronas y serás inteligente…Llena tu corazón de ternura y quizás optarás al amor. Siente y sentirás, da y recibirás…Escucha y aprenderás.
           Frigidez de vida que embargas almas y les quitas el poder de existir, pecado original que todavía retumbas entre los oídos de nuestra raza…Educación martajada y diluida entre las falsas políticas del hipócrita bienestar. Simbiosis de vida que intercambias poder por hambre, votos por centavos y promesas por abandono.
          Hundimos razones y mostramos nuestra cobardía por comodidad o quizás solo nos esforzamos en el sutil conformismo. Desperdiciamos palabras que solo llenan el vacío de incómodos compromisos y cuando nos damos cuenta que es el dinero el que mueve todo…Fingimos vida, compramos libertades y mentimos nuestros destinos.
          Te hablo a ti y a tantos que como tú, tienen el alma perforada y la cartera llena, el corazón seco y las palabras desenvainando promesas…La mirada perdida y las manos vacías. Porque debes  saber que no eres eterno y en tu viaje nada te llevarás, que tu tumba nadie la recordará y que en tu epitafio, solo habrán puntos suspensivos, esos puntos que escriben olvido y soledad.



     

lunes, 6 de marzo de 2017

DEMASIADO AMOR PARA RECORDAR...


               Recuerdo esa mañana cuando después de ti, mis huellas pisaron por primera vez aquella arena, recuerdo la húmeda nostalgia pegada a mis pies…Recuerdo tu sal  pegada a mi alma y tu viento acariciando mi cara. En ti, explico mis días, en ti todavía vibro y por ti, todavía soy capaz de morir.
               Regresé a tu mar para sentir, regresé donde una vez el amor se hizo eterno y el sentimiento, escribió su infinito. Regresé al nido de nuestro silencio, ahí donde las olas eran melodía, donde las gaviotas graznaban nuestros versos, donde el cielo vivía pegado  y donde las estrellas prendían cada noche sus dulces velas.
               Quise revivirte, llorarte y amarte en una memoria, que solo arrastra lágrimas y errores. Quise poseer otra vez ese espacio que un día llenó de temblor mi alma, de poesía mi corazón y de pasión la ternura de mi piel. Porque jamás entenderé amor, si no son tus manos las que me abrazan, si no son tus ojos los que me explican, si no son tus sudores los que huelo…Si no es tu espíritu quien me posee.
                Y en nuestro mar, acerqué la desnudez de mi cuerpo a su espuma, acerqué mis errores a su inmensidad, acerqué mi pasión… Y me llenó con sus tibias burbujas. Vibraron mis ojos y nacieron lágrimas, sintió mi piel y surgieron viejos escalofríos, tembló mi boca y en sus labios se envolvió otra vez tu sal, gritaron mis dedos y solo pudieron recoger antiguas arenas que en su textura…Aún olían a ti.
                 Desafíe leídos dioses y hostigué la incipiente luna, vomité rencores y vanos remordimientos, encarcelé sueños y en la perplejidad de tanto sentir, contemplé absorto la intensidad del manto de nuestro mar.  En su magia se convirtió en espejo y en él, reflejó las mil nubes del Universo… Levanté la mirada y ahí estabas: Eras nube, suave y blanca, esponjosa y llena de miel, tierna y cálida…Vapor de ángel y algodón de alma, silueta y contorsión de mis infiernos, beso y eternidad, Amor…Demasiado Amor para recordar.



      

domingo, 5 de marzo de 2017

TE REGALO UNA DE MIS LÁGRIMAS.


             ¿Te sirve una de mis lágrimas?...Porque cuando su intensidad toca el corazón, precipita emociones en el vacío de una sangre, que solo la resbala en su ignorancia…Porque cuando esa lágrima lleva tatuado un sentir, en su agua vive el destello y en su caricia el deseo.
            Préstame tus labios para que en ellos sienta tu beso...Porque cuando toque tu piel, su destello será luz y su caricia te llenará de versos…Porque cuando recojas un pedacito de mis sentimientos, entenderás mi poesía---Porque cuando mi lágrima viva en ti, tu corazón tendrá otro motivo para latir.
            Te regalo esa lágrima, esa lágrima que transparenta un pedacito de mi alma, esa lágrima que explica un sentir más allá de la razón, esa lágrima que nace del corazón y cae de la mirada…Te doy mi lágrima, para que cale profundo en el vaho de tus ventanas, para que cuando mires al cielo provoque un sublime halo en tu luna y para que cuando la respires, te moje de amor.
            Recibirás mi lágrima y en su libre albedrío, dejará que el Tiempo explote magia, que el rocío la empape en sus pétalos y que el silencio transcurra tranquilo en su mar… Dejaré que sea el cartero de la pasión quién certifique su posesión y dejaré que sea el Universo quien te explique el valor de su existencia.
            Abrázala y dale ternura, porque solo así podrá vivir en tu alma. Siéntela y no preguntes, pues sus respuestas, las dejó conmigo. Déjala que caiga suavecita entre tus dedos, impregna con ella tus tintas y escribirás la mejor poesía, esa poesía que solo el puro sentimiento, es capaz de transmitir.

           Te regalo una de mis lágrimas, pues en ella vivo, siento y escribo.
           Te regalo una de mis lágrimas, pues en ella viaja nuestro destino.

           Te regalo una de mis lágrimas, para que su tristeza, se ahogue en tu belleza.


sábado, 4 de marzo de 2017

NOCHE DE JAZZ Y PASIÓN...


           Nos dejamos lamer por el piano y cruzamos miradas en la profunda respiración de un viejo saxo. La batería acariciaba quedita la melodía, acompañaba la guitarra con sus bajos y gemía la trompeta, las pretensiones de una ardiente velada. Surgía esa ronca voz que nacía del estómago y vibraba oscura,  en aquella excelsa garganta. 
          Ambiente de intensos humos y alcoholes desvanecidos suavemente  en el dulce carmesí de un aliento. Manos acercando regazos, dedos entrelazados en un relajado consentimiento, ojos cerrados, torsos moviendo pulsaciones y cabezas difuminando acordes en un sutil vaivén. Ritmo embelesado en pies y tacones,  erotismo existencial en la desnudez de una música  ante el alma, cardiaco silencio en las palabras de una mirada, pieles erizadas bajo sedas que no atrevían sus ocultas transparencias, tras una mesa de jazz.
           Media oscuridad perfecta, miradas lanzadas, exhalación sentida, lengua acariciando labios, dientes afilando deseo…¡Mensaje recibido!
           -¡Camarero!... ¿Qué está bebiendo la dama, que está sentada en aquella mesa?
           Mis ojos señalaron sentencia
           -Whiskey en las rocas, el mismo que usted está tomando.
           Conexión, pensé
           -¡Hágame un favor!, le puede decir, si sería tan amable de aceptar una copa de mi parte?
           -Claro, caballero, con mucho gusto… ¿Es hermosa verdad?
           - Sí…¡Ah! Por favor dígaselo con la elegancia que merece.
           - No se preocupe caballero, que para eso me pinto solo
           Y pinté su mano con una pequeña propina.
           Mi ojo fingió reojo y en él, examiné el protocolo encargado.
           Todo bien, intensificó su mirada en mí, mi reojo se volvió ojo y éste mirada. Consintió, cerrando suavemente sus pestañas. Respiré profundo, penetrante enlace, solo queda esperar…Seguía el saxo mostrando su orgullo, la trompeta enseñaba todo su corazón y el bajo lo latía, la batería relamía caricias y el piano escribía letra a letra el inicio de una requerida noche de pasión.
            Intenté mostrar indiferencia y dirigí la atención sobre aquella ronca voz. Identifiqué una postura de experto en jazz y me pareció excesiva. Ella seguía sentada. Mi reojo buscaba al camarero en busca de la esperada respuesta. Exclamé el clásico ¡Pss! ¡Pss! Y llegó un camarero, pero no era el indicado. Pregunté por el indicado, pero solo recordé uniformados clones en aquella bendita oscuridad.
              Mis cigarrillos estaban agonizando y escondí mis ansias en el requerido ¡Pss! ¡Pss!. Llegó otro camarero e hice mi encargo. Mi reojo seguía trabajando y con sorpresa ví como el camarero de mis cigarrillos era requerido por mi bella dama…Seguí con atención escondida su caminar, fue a la barra y con los cigarrillos en su mano estacionó su andar en aquella deseada mesa…Solo veía su espalda hablar con mi deseada---Un minuto, dos...Y reinició su apresurado viaje.
              -Caballero sus cigarrillos.
               Con la inusitada habilidad que solo un buen camarero tiene, desnudó la caja y al unísono asomó un cigarrillo de ella. Lo tomé y ví algo extraño: el cigarrillo estaba escrito y decía “Ven a mi mesa”. Levanté la mirada entre la chispa del impaciente encendedor, le hablé con mis ojos y asentí con mis pestañas. El camarero supo qué hacer, retiró mi silla y amablemente me indicó la ruta a seguir.
               -Yo le llevo su copa, caballero.
               -Gracias.
                Pinté sus manos y fui al encuentro de mi noche. Pensaba que como habían cambiado las cosas, a lo mejor me ví muy tímido, a lo mejor un poco imbécil o a lo mejor las dos a la vez…Pero como quiera que fuera, ya estaba a mitad de mi trayecto y una retirada me convertiría en idiota perdido y así me lo recordó un sutil exclamo de trompeta.
                 Llegué a su mesa y la química hablo, calló el piano por una vez y resurgió el bajo con toda su fuerza. El saxo se volvió lento y sentí que el tiempo se había estacionado en aquella mesa. En sus manos unos pequeños chocolates, sus dedos abrieron mi boca y colocó dos en mi lengua. Acercó sus labios y con ternura dejó que sus dientes los partieran cada uno en dos. Bocas pegadas, deseos leídos, escote prolongado y eterna dulzura en sus ojos. Liberó sus manos y acercó las mías, a un rincón bajo la mesa. Su aliento era miel y sus chocolates lujuria. Sus dedos eran perversión cuando tocaron mi pecho entre los botones de una elegante camisa…
                …….Y retumbó valiente el saxo en mi sien, cual exquisito y melódico trueno. Abrí los ojos, todavía inmersos en aquel jazz, en aquella ilusión de un deseo. La miré…Todo fue una ilusión… Ahí estaba , abstracta mirándome sin comprender.
                Una mano avisó mi espalda: Era el camarero.
                -La dama aceptó su invitación…Que muchas gracias.
                Vencí timideces, me levanté y fui hacia ella…Le ofrecí mi mano…
                 -Para mi sería un verdadero placer, que me acompañara a disfrutar de esta exquisita velada.
                Asintió su mirada, retiré su silla, tomó mi mano y nos dirigimos a mi mesa.
                Esta vez no encargaría unos cigarrillos, solo una cajita de tiernos chocolates, para que los deshiciera en mi boca,  en medio de una noche de jazz y pasión.