Vengo de la
Luna y mis sentimientos son de cielo. Vengo por ti porque necesito tu amor,
porque todo lo que la imaginación pueda dibujar lo sentirás, porque todo lo que
un juglar pueda bailar vibrará en tu carne, porque todo lo que un trovador
pueda enamorar lo cantarás en mis labios y porque todo lo que la emoción pueda
llegar a pintar, lo nadarás en los colores de mi mar. Vengo por ti, porque en
ti juraré mi amor.
Eres hierba
y sal, aceite y fuego, mi cadencia y mi sueño. Te beberé despacito y de un solo
trago, te hablaré en silencio y gemiré en tus oídos, acariciaré tu piel y en
tus entrañas comeré, vestiré tu sangre de exóticas sedas y absorberé tu
corazón, copiaré cada una de tus huellas y dejaré que el viento se lleve tu
rastro.
Sirena que
amaste ardientes océanos y empanizaste tus miedos en las dunas de hostiles
desiertos. Gota de silencio que cruzaste mi sensualidad sin saberlo, pedazo de
mujer que perviertes mis poros con solo una mirada, ángel nacido en los mimbres
de la ternura…Pasión de un deseo que tengo escondido en mis sueños, para que
nadie te encuentre.
Llegó la
hora de vivirte como jamás nadie te ha vivido. Llegó la hora de amarte como
solo el trueno deshace al rayo, como el rio devora piedras y como el mar come
playas. Llegó la hora en que el verso excita poesía, los dientes muerden
labios, la piel eriza sentimientos y las miradas son palabras. Llegó la hora de
que seas mía. ¡Que el fuego atraviese aire, que lo divino funda agua, que el
instante sea eterno y que el amor sea clímax de cielo!
Y si un día
la maldita duda se atreve a penetrar tu alma, pediré a la Madre Tierra que me
convierta en su más preciado árbol. A él te abrazarás con todas tus fuerzas y
será el rayo quien atraviese mi corazón, derramará el viento sobre ti mi sangre
y el cielo la convertirá en resina de dioses. Te doraré de ámbar y miel,
encapsularé por siempre tu alma a mi pecho y en ella escribiré con todo el
poder de mi amor…Que nuestro Amor es jurado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario