Cuidado
con mis sentimientos porque los traigo a flor de piel y son de cristal. Los
encerré en una habitación tensa y helada porque en mis paisajes ya hace tiempo
que los pájaros dejaron de cantar. Ahora solo espero el eco de un murmullo que desbarate
tanto silencio, un relámpago que rompa en dos tanta melancolía y una mano que
en su caricia erice mi piel y los ponga a bailar otra vez.
Tanta
sensibilidad enciende los golpes a mi existencia y me sucumbe a mazazos por no
sentir un ápice de vergüenza, por no sentir un pedazo de amor y por no poder
leer las entre líneas de mi destino…Y me acuerdo de todo lo que he dejado atrás,
porque por muchas puertas que abro, no encuentro algo mejor. Solo necesito una
que me lleve a un nuevo cielo, una que me explique de donde nacen las
emociones, qué son los sueños, que me dé un motivo para volver a creer y una
ilusión donde el amor me enamore.
Porque
ya de la razón huyo, porque en ella no hay excusa ni perdón, ni siquiera una
buena lección que dirija mi elección. Dejo que el tormento dirija mi libertad y
en él lloro mi mundo, un mundo que se desvanece, un mundo enfermo que vive de
guerras y muere de hambres…Un mundo que sublima violencias y siembra más y más
pobrezas. Los farsantes viven como reyes y los nobles de corazón mueren como
animales…Mundo de sombras, pues es lo único que refleja su luz.
Y ahora
estás tocando mi puerta y aquí me tienes, desgarrando voz, esparciendo tintas y
cuidando pensamientos para que no me deprima. Abriré esta puerta y espero que
seas tú la que porte esa caricia, la que me regale esa ilusión, la que me de un
motivo para volver a creer y la que me lleve a un nuevo cielo. Abriré esta
puerta, pero debes saber que tengo los sentimientos a flor de piel y son de
cristal.
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