Quisiera recrear mi sensibilidad entre las
piernas del placer para dejarla vivir, quisiera navegar por la exótica piel de
la pasión para dejarme sentir, quisiera que mi aliento respirara tu boca y así
explicar mis labios, quisiera un momento contigo y poder dibujar el eco de un
gemido. Quisiera…Pero llegará el recuerdo, disfrazado de un viejo sentimiento y
lo haré a un lado. Verás el reflejo de otras lunas pintado en tu memoria y los
desharé con mi cielo. La inquietud llenará tu pensamiento con otros escritos y
te cubriré de nueva imaginación…Ya no pensarás, solo sentirás, ya no vivirá el
miedo, solo te dejarás llevar.
Verás caer
cien pétalos de rosas y no preguntarás, solo te atreverás. Sentirás mi boca
temblar tu cuello y el suspiro consentirá. Verás mis manos desnudar tu cuerpo y
tus ojos se cerrarán, sentirás como el viento se lleva tus sedas y reconfortaré
mi cuerpo, abrigando tu desnudez…Abrirás tus ojos y perderás las miradas en el
dulce poder de la seducción, serás única y la más hermosa… Te invito a un
baile, ese baile donde la música posee alma, los sentidos se convierten en
destellos de estrellas y la noche en pasión.
Ven, dame
la mano y dejemos que los sentidos bailen. Escucha el breve silencio y no
temas, solo es mi corazón suspirando un latido. Mis manos ya rozan tu piel, el
acorde inicia música y el aire se llena de feromonas. Pervierte la contorsión y
juega a escondidas la sensualidad, la
caricia muerde y los labios mojan ternura, se retuerce la lengua por querer
salir y se aprietan los dientes. Entre mis dedos, la pausa y tus cabellos. En
mi boca se tensa tu cuello y poco a poco, tu sudor respira en mi piel. El
tiempo se detiene y mi Luna roba tus sedas, se encoge el espacio, el latido es
intenso y el rasguño de tu deseo, arranca mi camisa. Dejo que mis dedos se
descuelguen y atrapen cien burbujas de mi champagne, dejo que se atrevan… Y
recorren tus labios. Despacito, resbalan por tu cuello y posesionan fuego entre
tus pechos. Caminan húmedos y tiernos, sienten cada poro y entre dos, acarician
tu pezón. Gritan las burbujas, gime la uva y despierta el erotismo.
Embrujas locura, te conviertes en cielo y tu
boca arde en mi pecho. Siento tu lengua enredada en mis vellos, tus pestañas
acariciando mi garganta y tus manos poseyendo mis muslos. No te detengas porque
mis acordes no callan, el saxo robó la música de las nieves y la percusión la
explosión del volcán. No te detengas, déjame respirar dentro de ti porque tu
aire es libertad, tus humedades mi mar y tus entrañas mi hogar. Desenfrena
intensidad, mueve pecado, enloquece mi vigor y sentirás que cuando el Amor
penetra, se abraza el silencio, eyacula el orgasmo y el erotismo se viste de
elegancia.
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