La
noche se cerró. La distancia agrandó su alevosía pero mis sentimientos siguen
intactos, perfectos y profundos. Hoy vestiré mi alma de poeta, mi corazón de
trovador y mi ser de ti. Dejaré que una lágrima recorra mi piel, que despacito
acaricie mis labios y que gotee en el vacío de mis manos por no tenerte. Mi deseo es cruel, tu recuerdo precioso y el
viento que te mando, seguro atravesará tu corazón. Porque estoy en ti cada
minuto, te invento cada hora, te respiro cada día y te amo en cada una de mis
noches.
Quiero que mis sentimientos penetren en el intenso bosque de tus
orquídeas, en la selva de tus espinas,
en el jardín de tus pasiones y en el dulce mar de tus deseos. Quiero que me sientas
como yo te siento, quiero que mi recuerdo sea tatuaje en tu alma, quiero que
solo una de mis lágrimas lleve tu nombre y quiero que cada vez que abras tus
labios, solo mi lengua sea el testigo de tu amor. Escucha el violín de mi ángel
porque ya toca cerca, el arpa del dulce arcángel y la voluntad de nuestro
Creador…Escucha el hermoso silencio del Universo y el rio de los cometas cuando
arrastra tus cabellos hacia mí, cuando desprende tu sudor y lo impregna en mi
piel, cuando arranca una de tus caricias y cae en mi mejilla. Porque sentir tus
dedos recorrer mi cara, tus ojos poseer mis sueños y tu amor abrazar mi alma…Es
besar infinito y miel, en la boca de la eternidad.
Llegó
el momento, el dulce instante en que mi ángel reencarna mis sentimientos…Y es
dulce, alado, precioso, hermoso y frágil como el cristal. Sus ojos son mar. Su
corazón, oro. Sus brazos inmensidad, su piel ternura y su alma un libro en
blanco. Derrama sobre mí las tintas de tus versos, los recovecos de tu
historia, las fragancias de tus sudores y los tintos de tus sueños. Y así. sin
más razones, prendo las ceras de mi soledad para que las ames, las ceras de mis
nostalgias para que las comprendas, las ceras de mis miedos para que se las lleve
tu viento y las ceras de mi pasión para que chorreen cálidas siempre que posea
tu cuerpo.
Suspira mi ángel, gime el
sentido y habla el oráculo del sentimiento: “ La distancia es como un verso en
busca de la poesía perfecta y en ella el amor es irascible, el deseo soledad y
la pasión, un oxígeno que respira quedito en el alma. La distancia es la
provocación de una mirada vista y no sentida, la razón de unas letras que
forjan sus tildes en la imaginación, los puntos suspensivos en un sueño y el
arte de amar en la profundidad del espacio”. Sonríe mi ángel, sienta sus
razones el sentido y calla el oráculo.
Mi
ángel, está de visita. A mi lado, toma mi mano. Lo invito a una copa de mi
añejo tinto y consiente, le pongo enfrente tu fotografía y sonríe otra vez, le muestro tus palabras y
entre sus alas me enseña el libro de mi alma y en ella, están tus letras, tus labios y tus
ojos. Y mi ángel me pregunta…¿ Necesitas conocer su amor? ¿Necesitas una prueba
de sus sentimientos?...No temas, cada vez que te sienta, cada vez que te
recuerde, cada vez que escribas en su alma, un gallo cantará.
Y
el silencio fue canto, el libro se llenó de amor, mi ángel me dio esperanza y
en su luz, libertad para amarte como jamás nadie lo ha hecho. Entendí que tú
eres para mí, como la rosa lo es para el jardín, la lluvia para la nube y el
trueno para el rayo. Entendí que ya nunca mis días serán silencio y mis noches,
sombras de soledad. Entendí que en tus brazos volverá a crecer mi sueño y que
en él, mi poesía ya no escribirá lágrimas…Entendí que cada vez que un gallo
canta, estás en mí.
Se
fue mi ángel pero en mí, quedó su reflejo, el viento de poder de sus alas, la
esperanza en un canto y la razón de mi amor por ti. Me abrigué, me dormí, te
deseé…Y el gallo, cantó.
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