Se
rompe el corazón de mi poesía, poco a poco se cae a pedazos y sangra entre mis
manos. No puedo detener tan infame degradación, tan dolorosa sensación de
vacío, tanto vértigo en el alma de los miedos y tanta sensación de impotencia.
Se cae el corazón de mi poesía, sus latidos menguaron fuerza y su bombeo se
muestra intermitente, su orgulloso caminar ya cojea y sus ojos, solo de reojo
miran mi Luna. El corazón de mi poesía perdió un verso.
El
corazón de mi poesía se está muriendo porque perdió un verso. Y en su búsqueda
están los fieles látigos de las sombras, las anónimas vergüenzas sin identidad
y los árboles caídos que cierran caminos y predicen falsos destinos. Aparecen
tenebrosas las miradas y se regodean los celos, se empina el cascabel de la
serpiente y vomita la hiena, sus lobos
aúllan alcantarillas y las ratas copulan con los buitres. Inframundo de la
mentira, el odio y la sinvergüenza natural. Lucharé contra tí y te aseguro que
un día devolverás ese verso, al corazón de mi poesía.
El corazón de mi poesía perdió un verso, ese
verso que no se escribe, solo está, ese verso que con tanta lucha revivió de
entre los fangos de la intolerancia, ese verso que nos fue escondido en falsas
educaciones y después volvimos a sembrar en nuestra alma, porque lo
necesitábamos para respirar, ese verso que dejó lágrimas y cadáveres en su
camino, ese verso que venció infiernos
religiosos y autoritarias dictaduras, ese verso
que muchos lograron escribir con tinta de su propia sangre y otros lo
mandaron fusilar con miedos y denigrantes proposiciones, ese verso que es
dominio y victoria, Tierra y bandera,
vida y esperanza …Ese verso llamado “Libertad de Expresión”.
Un verso
que día con día escribe en el cielo la esencia del ser humano: Su Libertad.
Abrázalo y cada vez que escribas, hables o pienses, hazle el amor, siembra en
él tu semilla, porque los hijos que nazcan serán futuro y marcarán por siempre nuestro
destino…No hay expresión sin libertad.
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