Soltó el amanecer la fría noche. Abriste los
ojos, respiraste vacío y añoraste ternura. Levantaste cansancio y tus pies
pisaron dolor, las manos recorrieron y apretaron los nervios de tu nuca,
sentiste alivio, un solitario alivio que impregno tu primer bostezo. Miraste tu
espejo y en él dibujaste tenues ojeras, vividas arrugas del tiempo, tímidos
lunares y una pequeña cicatriz que te explicaba el porqué de aquel abandono.
Eras hermosa y sensual, coqueta y atrevida, cariñosa y divertida…Así
eras tú, cuando vivías un antes sin haber conocido el después. Porque la rutina
de ese amor te vistió como antigua estampa de viejo monasterio, como sombra de
claustro y humedad de convento. Entraste en su espiral, te absorbieron sus
garras y te perdiste en la extenuante perseverancia de la desidia. Te
convertiste en predecible cuando tu corazón era espontáneo, a escondidas tus
ojos lloraban hiel cuando su azul era envidia de mares y poesía de océanos,
secaste tu alma cuando desde que naciste, tu espíritu de ella se alimentó como
fruta fresca y gran manantial de felicidad.
Te
conocí desde antes y en silencio te amé. Te conozco ahora y con mi palabra te
amo. Te conoceré después y prometo que seré parte de tu alma… Porque en el amor
se transfigurará tu existencia, te regalaré mi aliento y poco a poco volverás a
vivir, te mostraré mi mundo y juntos lo llenaremos de poesía.
Recorreremos recuerdos no vividos. Te conduciré al borde de aquella
montaña, allí donde la ciudad muestra sus luces y sus misterios. Tomaremos por
asalto el asiento trasero y dejaremos que sea el cielo quien disfrute el
rechinar de los deseos. Iremos al cine y te llenaré de palomitas, besos y manos.
Cerraré los ojos y me llevarás de la ficción al éxtasis, de la vergüenza a la
osadía y de una sala de cine a una sensualidad escondida. Te invitaré a cenar.
Te llenaré de rosas y velas, de romance y tinto, de palabras y sueños.
Bailaremos pegados, juntaremos olores y besaremos sabores. Escucharemos
silencio y dejaremos que hablen los abrazos, las ternuras y las imposibles
leyendas de amor…Te llevaré a mi mar, pervertiré tu luna y desnudos nos
llenaremos de blanca arena. Nadaremos
sobre salvajes crestas de ola, llenaremos labios de sal y en la inmensidad de
su poder, seremos grandes, fuertes y eternos. Seremos uno, latiremos unísonas
humedades y en cada caricia nos llenaremos de rica espuma. Sembraré de pétalos
esa playa y tu vida. Tomaré en mi puño tu vieja historia y la arrojaré a
nuestro mar para que se convierta en coágulos de sangre para tiburones, en
carroña para las serpientes marinas y en olvido para ti.
Transfiguraré
tu existencia, cambiaré tu vida, te haré mía y cuando la eternidad se atreva a escribir
una poesía en el cielo, te aseguro que tendrá tu nombre y el mío.
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