Explícame
tu noche, déjame sentir solo una de tus humedades…Permite que mi piel, repose
junto a tus manos.
Sentir tu
amor, exige un por qué, un cuanto y un hasta cuándo. Vivir tus caricias es
ilusión de un sueño inacabado, una heroica pretensión de un atrevimiento no
consentido y una amarga pasión en el egoísmo de un deseo. Te diré que de tu
boca, nació mi palabra, de tus labios, mi verso y en tus ojos, comprendí la
distancia…Te diré que tu ausencia hace que mis noches huelan a café y
desenvaine sábanas en mis amaneceres. Te explicaré que intento sentir tu piel,
pero solo conozco el relato de tus escalofríos, la fragancia que me cuenta tu
viento y la suavidad que refleja en mi luna.
En silencio y sin que te des cuenta, quisiera
robarte un pedacito de cielo, ese pedacito donde la blanca nube es vapor de
mar, donde el azul grita purezas y el aire navega quedito. Quisiera recoger
entre mis puños tu Sol y en su fuego darte el poder de sentirme, quisiera
excitar el polvo de un cometa, para que sus gemidos te abrazaran cada
medianoche, quisiera tenerte una sola vez en mi vida, para explicarte que
cuando el corazón respira Amor, el alma escribe pasión, que cuando el corazón
late con otra sangre, el alma seduce y que cuando un corazón se llena, el alma
posee.
Indomable destino que conviertes carencias en sufrimiento, deseos en
vagas ilusiones y palabras, en un escrito, que quizás jamás, leerán sus ojos.
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