Crece
un acorde en el extraño silencio del universo, el frío sideral encoge sus
temblores, gritan los cometas en cada resplandor y mil estrellas relatan su
epopeya en la maravillosa lluvia de sus cuerpos. Enrojece su manto la Luna, prepara
el poeta sus tintas, el cielo expande su noche y un gemido grita su libertad.
Siempre despacito, oliendo ternuras, con elegancia aprendida y
escribiendo cada verso como si fuera el último. La caricia exalta el método, el
beso funde saliva en piel y la mirada penetra el alma. Viaja el exquisito
placer por la frontera de los sentidos, enchina el vello su roce y se pudre el
pecado entre los miedos de una educada represión sexual.
Transpira piel, abre tu poro y deja que entre
mi caricia. Cierra los ojos y deja que te abrace mi sueño, humedece tus labios
porque mi beso los desea, arquea tu espalda para que mi ternura te posea, exhálame
profundo porque en ti quiero amar y regálame tu más preciosa mirada, porque en
mi alma de colores se llenará. Pégate a mí y dibujaremos un silencio entre los
cuerpos, un mar entre nuestros temblores y un poema que nade en nuestros
sudores. Crece la intensidad, germina el deseo, la contorsión baila sedas y los
alientos ya suspiran el calor de la excitación. Camina despacito la palabra y
fluye la melodía, el lamido escucha su mejilla, el cabello eriza viento y la
saliva hierve en cada lengua. Se desparrama fundido el dulce chocolate, una
fresa posa elegancia entre natas y un viejo champagne encela sus burbujas entre
tus pechos. Un satín sonroja su estampa, la Luna desvanece su velo y las
humedades preparan su aquelarre: cruje leños de pasión una fogata, se abre el
placer, vive un rico cosquilleo, se aprietan los muslos, la brasa envenena, el
humo transporta y una exquisita sensibilidad, ejecuta la perfección de un baile
de sentidos. Los dos somos uno, el abrazo engulle, el cuello exalta sus venas,
las bocas se abren y el suspiro excita su aliento, fuerza y ternura, pausa y
cadencia, desesperación y calma. Vibra el espacio y calla el tiempo, la emoción
imagina más y más, un óleo derrite sus aceites y la tersa vela chorrea sus
ceras por doquier. Gritan los cuerpos, los pezones endurecen su estirpe, crece
intenso el vigor, jadea el oxígeno y late sangre la mirada. Me pides dentro y
quiero sentirme pleno, me deseas intenso y quiero sentirte llena, me das más y
la penetración funde, gimes y el cariño llora su clímax, gimo y el orgasmo
alcanza su éxtasis, te regalo amor y me
das cielo, te doy un verso y escribes la más bella poesía, te doy un beso de buenos
días… y amanecemos oliendo a café.
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