El
vacío se convirtió en eco y en él se repitió el viento de la nada, la oscuridad
se llenó de sombras y en ellas se dibujaron mis miedos, mi destino se dibujó
entre preguntas y solo aquel día, entre
la ternura de tus brazos, encontré mis respuestas. Ahora me siento el dueño de
tu cielo, el que arruga tus nubes cuando lloras y el que baja estrellas para
que adornen tu sonrisa.
Me siento
lleno, en la plenitud de tu distancia,…De lejos te gozo, admiro tus
sentimientos y también de lejos, arranco tiras de mi piel en las noches que
solo la pasión, explica el insomnio de un placer. Ya no veo cerrar el ocaso en
la soledad de mi Sol, solo veo cuando tu luna crece y crece entre la marea de
mi mar…Ya no veo una línea en el horizonte, solo veo una esperanza que poco a poco, escurre su tiempo entre mis
dedos y nada por los escalofríos de mi piel.
Ven a mí
porque el silencio ya domó mi alma, porque la inquietud ya infartó mi corazón y
porque el deseo por ti, ya escribió humedades en mi cuerpo. Ven y enséñame
ternura, muéstrame tus defectos porque en ellos dormiré mis sueños, háblame de
tus debilidades y en ellas sembraré mis rosas, explícame tu historia porque en
mi poesía, crecerán tus versos.
Háblame de
ti, de tus ilusiones y de tu sueños, de tus esperanzas y de tus querencias, de
tus miedos y de tus orgullos…Háblame de lo que tú quieras, porque solo te
miraré y escucharé. Háblame de ti, porque en mi alma se memorizarán tus labios.
Háblame de ti, porque en mi corazón hay una arteria sin sangre que espera tus
latidos para poder vivir.
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