Ya
el aire muerde tu mentira, el olor es extraño, tus lágrimas no resbalan, el
aliento incomoda y tus ojos ya no miran. Suda nervio tu piel, la caricia es
áspera, la palabra entrecortada y el silencio estremece. Le juraste a la música
mi melodía y embriagaste sus acordes con los alcoholes de tu traición. Creíste
que el verso se escribía con la razón, que el latido no era más que la sangre
en ebullición, que la ternura de mis dedos la merecías y que entre mis sábanas
esconderías tus miedos.
Cortaste en
dos el umbilical pensamiento de mi origen, dejaste que mi jardín secara sus
humedades, que las arrugas de mi cara no entendieran sus por qué y que mi Luna se llenara de oscuridad
cada vez que fingías. Jugaste con mis sentimientos, con mi saliva y con mis
manos; te abrí mi alma y defecaste en su vientre, de ti llené cada una de las
hojas de mi libro y arrancaste las tildes, las comas y las rimas. Te creí mujer
y solo amé las sombras del infierno, te adoré
y tu altar solo fue un laberinto de pasiones no correspondidas, te
idolatré y entre ceras entendí que tu escultura era de pura arena.
Y ahora que
te escribo, corto la nostalgia en dos, el recuerdo en pedazos y tu memoria en
gajos. Me retuerzo en mis entrañas y renuevo mi autoestima, me abrazo, me
acaricio y me quiero como jamás tú no supiste hacer. Abro cien libros y leo que
no estoy solo, me pierdo entre viejos poetas y beso sus versos, duermo con mi
música y la penetro con todo el vigor de mi alma. Miro el reloj de mi Tiempo y
le pido una pausa al destino porque ya huelo las dulces ubres del amor. Imagino
el vuelo de mil pétalos, un fantástico aquelarre de estrellas junto a mi Luna,
un beso de ángel en mi mejilla y una caricia de cielo que envuelva en sedas mi
cuerpo…imagino en mí la miel de una piel, el rizo de un cabello en mi pecho, la
contorsión de una espalda en mis manos y un aliento de pasión fundiendo vahos
en mi boca…imagino con los ojos abiertos y la mirada cerrada, la dibujo con la
punta de mi lengua y la pinto con los óleos de mi sudor.
Juega el
sueño con la ilusión, la emoción con la percepción y el deseo con la pasión.
Juega el mar con su horizonte y el trueno con su rayo, el cielo con sus nubes y
el Sol con su Luna...juega la historia con quien la relató, la leyenda con
quien la inventó y el sentimiento baila elegante con su poesía. Un alma se
reinventa, se transforma el hombre, un corazón late fuerte y diferente, la cama
destiende sus sábanas, el perfume es distinto y el amanecer, ya huele otra vez
a café.
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