¿Sabes
qué quiero?...te quiero amar, besar, acariciar y sentirme dentro, muy dentro de
ti. Eso quiero, hacerte más hermosa de
lo que eres, que tu ser me traspase con su ternura y que la mujer que llevas
dentro me muestre de una vez, ese gemido capaz de morder mi alma.
Quiero
sentarme cerquita, recostarme en tu regazo, desnudarme en tus brazos y
despacito, sentir como tus humedades empapan mi pecho. Quiero que mis labios te
recorran toda, que mis dedos te caminen y que la caliente mirada de mi corazón
te desvista. Quiero hacerte mía tan profundo que no exista aire ni aliento que
separe nuestras pieles, quiero explicarte verso a verso lo que siento, letra a
letra, y cuando la Luna le robe el día a nuestro cielo, cubrirte de pétalos y
fresas, de chocolates y vainillas, de natas y fundidos caramelos hasta llenar
la noche de gritos y nuestra cama de pasión.
Quiero
que me escuches porque te diré de donde vengo y a donde voy. Llenaré tu memoria
con mis recuerdos y así cuando llore sabrás que mis lágrimas, tus mejillas
mojarán. Sabrás que algunas de mis heridas están cerradas, que las cicatrices
las pegué con mucho trabajo y que las que permanecen abiertas, son para
aprender de ellas, para enfilar una aguja y que sean tus dedos quienes por
siempre, las cosan. Sabrás que de hombre
me hicieron, que cuando sufrí callé, cuando gocé escribí, cuando sentí bailé,
cuando me amaron me dejé y cuando escuché cantar la montaña, supe abrazar mi
libertad.
Quiero deshacer tus miedos, apagar una
por una las brasas de tus infiernos y sentir como tu corazón se atreve, como tu
cuerpo se viste con el profundo deseo de los viejos amantes, como tu
respiración se agita, como tu sangre late y como tu piel se excita. Quiero
olerte, saborearte, lamerte y beberte toda. Quiero atravesar tu mirada y ver lo
que esconde tu alma, cruzar la frontera de tu más allá y dejar que tu sudor me
empape todo, cambiar tu mundo y hacerte parte de mis sueños, desgarrar sábanas y que tu almohada viva por siempre
entre mis piernas, ser tu mago y sembrar en ti tanta ilusión que jamás una duda
vibre.
Quiero
que sepas lo que quiero, porque está noche es nuestra. Las velas ya están
prendidas, una suave melodía las envuelve y el ambiente se pintó de media
oscuridad. El añejo tinto ya descorchó su tiempo e impaciente espera descolgarse
en tu copa. Preparé la cena que tanto te gusta, la calefacción grita y el perro
ya duerme. Inventé un juego de caricias que te sorprenderán, escribí humedades
en cada pared, versos en el parquet y en la puerta, te recibirá desnuda mi
dulce poesía. Cubrí la cama con un suave nórdico y mil pétalos, con sedas de
Luna y algodones de cien nubes, con perfume de ternura y las mieles más dulces de
mis sentimientos para que de una vez
sepas, lo que quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario