Te
siento en cada una de mis mañanas, en la soledad de mis días y entre las
ternuras de mis noches. Traspasan tus humedades mi piel, caminan silencio los
pensamientos, una lujuria encoge mi espina dorsal y el dulce escalofrío, llega
para quedarse. La emoción disfraza sus lágrimas, el alfil olvida su movimiento,
la caricia se desea, el sentimiento se tensa y el beso muerde labios.
Abro mi alma y tu espejo le
muestro, abrazo mi corazón y las venas empiezan a latir, el tiempo bombea
fuerte, el espacio engulle su aire y la distancia se queda sin horizonte. Ven
hacia mí porque descubrí una senda entre nubes y cien atajos en el cielo, te
llama el viento y mi olor te posee, cierras los ojos y abres tus manos, siento
cerca tus pisadas y de huellas se llena mi mar, se oculta el día y mi Luna te
refleja porque eres mujer de ángel, la niña de un cuento de hadas y el sueño que cose mi destino.
Ya tu
sombra me viste, tu desnudez me desprotege, el grito del rayo te muestra y tu
figura enchina perlas en mi piel. El aire respira seda, el aliento desprende
vaho, tiembla la emoción y la espera termina: en tu cabello entrelazo mis
dedos, en tu espalda pego mi abrazo, en tu mirada mi alma y en cada latido un
pedazo de mi corazón. Fluye el sudor y las bocas se abren, nada el deseo y las
manos se llenan de ti y de mí, sonríes y te miro, suspiro y vive en tu dedo el
mimo, te beso, se deshace mi camisa, mis labios se pierden en tu cuello y tus
senos se atreven, erizan viento y se clavan en mi pecho. Una ilusión imagina,
la caricia se reinventa, la ternura emociona, las lenguas son osadía, baila la
saliva y habla profundo tu olor. Vive el éxtasis en cada pared, la excitación
gime, la mirada consiente y el alma desea, se ralentiza el miedo, sufre el
pecado y la tentación salpica pasión por doquier, eres mía y en la posesión te
adoro, soy tuyo y la penetración exige el dulce clímax, el vigor presume, las
piernas tiemblan y quedito asoma duro el orgasmo, se repite, fluye y grita,
despacito desparrama el último sentimiento y poco a poquito nos eyacula juntos.
Y la
noche se hace eterna, en su rincón escribe la Luna, a un lado un hada se llena
de reflejo y cien delfines se abrazan en nuestro mar. Una vela funde su cera y
el viejo tinto se descuelga en dos copas. Se abren las sombras y entre gotas de
lluvia el cielo muestra el gran abanico de su música. Nos llenamos de sus
acordes mojados, de sus roncos saxos y degustamos cada tecla de su piano, la
melodía envuelve y nos embriagamos en el baile de los sentidos. El hechizo se
completa, el amor escribe sus versos y dos almas se juntan en poesía. Prende
una fogata sus leños, viaja tierna una caricia, el ambiente perfuma pasión, sedas
y vainillas, chocolates y jazmines, atrevidas miradas y sueños de niños.
Inventa el viento un susurro y por mi boca lo habla, cierran mis labios tus pestañas
y despacito te digo, que te siento profunda.
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