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miércoles, 29 de agosto de 2018

SEMILLAS. POESÍA ESTELAR.


                   Creo con firmeza que la decisión está en nosotros, en esa voluntad de poder  cambiar este mundo, en ese anhelo perseguido que se atreve día con día a darnos un nuevo amanecer y explicarnos que hay otro futuro. Esa vida dónde el conocimiento esté en cada uno, el atrevimiento nos saque de lo oscuro, dónde cada sonrisa se muestre limpia, cada lágrima sea solo la tilde de un ansia querida,  donde cada pisada deje profunda su huella y cada palabra lleve con ella, todo un párrafo de sentimiento y belleza.
                   Historias, relatos, poesía y algún que otro cuento. Una recopilación de escritos muy sentidos, algunos vividos y otros desgranados desde el más profundo sentimiento que en la soledad le recuerda a mi alma que tiene aliento. Sesenta estrellas de vida, generosa autoayuda, prosa poética y también unas letras que en cada uno de sus fonemas, respiran de la Gran Fuente que siempre nos reinventa. Detrás de este libro hay un gran trabajo. Cada uno de estos escritos tiene su propio vídeo en mi canal de Youtube “poesía estelar”, quise recitarlos con mi propia voz, vestirlos de intensidad y sobretodo, poderlos mostrar tal y como los sentí de verdad.
                    El Universo es inmenso, infinito y eterno. Los vecinos nos miran atentos porque comprendieron, entre fríos, espacios y agujeros negros, que a lo lejos una rosa había nacido, la más bella, envuelta de azul y Tierra, un regalo de una semilla que es Luz y eterna.  Eres parte de esa rosa, de ti depende qué pétalo quieres ser, el que siempre está seco y desprendido en el otoño de la soledad,  porque no fue capaz de una simple espina superar, o ese que guarda seco el viejo libro en su página sin olor ni vida que enseñar o quizás ese pétalo lleno de rocío, pegado a la rosa, empapado de toda la energía estelar, que abre y cierra el abrazo a su voluntad. Tú decides.
                   Ser del poder una marioneta es tu decisión. Sentirte sal de tu mar, raíz de Tierra y semilla estelar,  tu maravillosa condición.

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martes, 28 de agosto de 2018

MÁRGENES DE VIDA


               Lucha el sueño por no perderse en el pensamiento, por no ser el abrazo inquieto de una razón en movimiento, por no ceder ni un gramo de esa ilusión que desde niño, trae dentro. Se oculta el ojo bajo una incierta mirada, el labio recoge sus lágrimas y el hombre no se atreve a probar los alfajores del alma, esas obleas de dulce leche y miel sembradas en su membrana. Discute el cántaro con su agua, la guerra con cada bala, sentir tristeza es necedad del ánima y llorar, la expresión escondida del sentimiento cuando no cree en nada.
                Lucha el sueño por no dejar de respirar, por huir de la rutina y tanta soledad, por merecer algo más que la sonrisa dibujada del que a su lado no quiere viajar, por entender de una vez que este mundo no es de verdad, que es un holograma oscuro de otra  divinidad, un laberinto lleno de ansiedad y esa cárcel que por ajenos principios, debemos heredar. Lucha el hombre por poder este sueño de su cabeza quitar,  embravece el espíritu cuando solo vacío encuentra en su palpitar, abraza el viento al cielo porque no consigue más pureza en su caminar y explica el cuento al niño que jamás otro infierno tan perfecto hallará.
               Escribe el poderoso, el cautivo calla. Lo llena de un destino dirigido, le dice que fuera de sus márgenes solo hay olvido, que cada punto es aparte y que hay límite porque ya quitó los seguidos y también los suspensivos. Lo engaña, explica que no será reprimido, que solo debe seguir las órdenes de lo permitido, que la verdad es oficial, que ellos son el santo grial y que cuando tenga una pregunta que lea la Biblia, se arrodille en la religión o mejor que se siente en el parque con su perro, un bastón y que convierta aquel banco, en su gran meditación.
               No hay cuestión que desprograme tanta emoción, no hay respuesta pues el crucigrama la lleva puesta, no hay sentimiento que desobedezca porque atreverse está penado con la indiferencia, no hay razón más allá de la impuesta enseñanza porque antes de aprender, a ellos y solo a ellos, debemos leer. No somos libres, nos han vendido una gran falacia, una fachada blanca sin pared ni casa,  una brasa que ni es fuego ni vida emana,  solo crepita lento y nos consume despacito, en el consentido silencio reprimido. Nos dicen qué ser, cómo ver, qué oler y qué comer, lo que debemos comprar y lo que tenemos que vender, a qué precio y a quien sin explicarnos el por qué. Nos creemos libres y solo somos unas simples marionetas del poder. Como ellos debes pensar y sino mejor no lo hagas pues seguro te equivocarás,  déjate robar, dile a la policía, deben trabajar y sus cárceles llenar porque el político debe disfrutar su mar, el banquero sentir cada interés en su paladar, el pederasta con libertad su sermón preparar para esconder tanta obscenidad, mientras el humano con el hambre, la miseria y la injustica social cada hora, debe sentarse a  negociar.
               No hay más verdad que la que sientes dentro, esa que te rasguña las entrañas cada vez que escuchas sus patrañas, esa que encoge tu vientre de rabia cuando sabes que mañana, el amanecer nacerá con nostalgia. Eres mucho más de lo que te han dicho, eres perfecto pero un poco distraído, hermoso pero con espejos confundidos, eres  luz pero te empeñas en ser sombra en tu camino, con albedrío pero obstinado en conseguir ese destino por ellos escrito, un gran mago pero con la chistera vacía, sin conejo, sin paloma, sin un gramo de alegría.
               Vienes de mucho más allá, toda la historia es mentira, una gran metáfora mal parida. Cambian las ideas, las propuestas, los políticos cambian de chaquetas, el voto sigue inerte como siempre y ese poder oscuro, escondido e indecente fumiga día con día no solo nuestros campos sino también, nuestras mentes. El engaño es recurrente, desde el principio al último ocaso, con Eva cómplice de la serpiente y Adán un hombre irreverente,  una religión que Jesús no solo no pensó sino que de ella huyó, un viaje a la Luna inexistente, asesinatos insolentes de personas referentes que se atrevieron a pensar diferente, vacunas que son veneno, enfermedades con esmero conservadas en hielo,  naturaleza manipulada con premeditación y alevosía, terremotos y huracanes por doquier arrancando vidas, guerras amañadas y siempre con el hambre, la pobreza y la tristeza tocando puerta en cada una de nuestras casas.
              Eres Luz y a ella regresarás, tendrás otra oportunidad, no la dejes pasar pues quizás en el limbo de un extraño mar tendrás por siempre que vagar. Eres Luz, parte de la Gran Fuente creadora, esa energía primera hecha de verdad, ese silencio que existe en eternidad, ese amor inconmensurable que te abraza sin cesar, esa Luz a la que regresarás y nada te preguntará porque eres Ella y nada más. Debes despertar, eres una semilla espectacular, ese verso que completa del Universo, su poesía estelar.




domingo, 26 de agosto de 2018

MUSA


                    Sé que estas aquí, cerca de mí, como siempre a mi lado, con tu olor a mi aire pegado, con una tinta lista en tu mano, envuelta en ese sabor que solo mi aliento en letras convierte, cuando respira  cada gota de tu vaho. Te siento porque trémulo está el tiempo, el espacio encogió su inmenso, el cielo mostró silencio y una primera estrella, derrama fina lluvia sobre el firmamento. No te imagino porque te tengo, no te dibujo porque tu color es demasiado intenso, ya eres parte de mis dedos y del sentimiento,  esa brasa que crepita lenta y sin miedos. Besa mi piel tu abrazo, suda el ansia entre dos almohadas, desparramo sábanas, se  levanta una nostalgia y me pongo a escribir, como ese lobo solitario que en las ceras, necesita mover almas.
                    Una ilusión nace en mí, te siento bella, una emoción te recorre plena, eres hermosa, el sueño invade mi estancia, eres maravillosa, el amor me absorbe por completo, eres eterna, amiga y de mí, la musa perfecta.
                    Pero hoy es diferente, llegaste vestida, discreta, con olor a fresas y la mente perversa, seductora, sensual y erótica, con pequeños brillantes entre tus cejas, los  labios pintados con espejitos de niña traviesa y en tus uñas, espinas, pétalos y rosas que sembrarás en mi espalda, cuando ruedes en la lujuria de mi noria. Hoy escribiré sin pensar en ti, escribiré haciéndote el amor, sintiendo tu calor, mordiendo cada gota de tu sudor, absorbiendo cada uno de tus gemidos, abrazando cada uno de tus orgasmos consentidos y también, mojado en cada verso que de tu poesía sea exprimido.
                  Ven, despacito te desnudaré, te quitaré el vestido, besaré tus hombros y le escribiré a la ternura, a esa suavidad que eriza mi pluma, a ese diamante hermoso tallado por caricias, vientos y abrazos de oso. Me perderé en tu cuello, entrelazaré en tus cabellos mis dedos, recitaré el cuento del reino de los cielos y me llenaré de infiernos, hadas, gnomos, duendes y cualquier ser que atrevido recorra mi mente. Te cerraré los ojos, entraré en tu boca, te sentiré toda, escribiré la emoción cuando se toca, ese rincón que no cualquier humano goza y ese sabor a miel que no se lee, que se tatúa en piel y que se extraña tanto,  cuando en el recuerdo se pierde.
                  Escribiré y no pararé. En tus caderas me seduciré, en mis manos tus muslos apretaré, te haré mía, epopeya y reliquia, santa cruz y razón de mis días. En ti relataré mis noches perdidas, cada deseo que mojado en mi Luna gemía, cada pasión no vivida, cada mirada no recibida y cuando me muestres el camino, derramaré  en ti, toda esa ansiedad contenida. Te haré luz, te preñaré hasta la espina, arrancaré de ti toda la melodía, cada acorde, cada cera que a mis velas exigía, cada gota de mis añejos y distinguidos tintos, cada pedazo de pintura en pared que mi soledad rasguñaba sin medida, cada momento que sin tí, era solo un hombre, un raro poeta o quizás ese niño,  que solo sueña con su bicicleta.
                  No me dejes porque en soledad ni la tilde se atreve, la estupidez prevalece, la ignorancia seca mentes y el poeta se llena de parásitos y ajenas liendres. En tu desnudez aprendí que no tiene manecillas la hora, que de la inspiración eres tutora, que el vacío junto a ti es otra cosa, que a tu lado las tintas fluyen como mariposas y que cada verso necesita ese sentimiento que solo de tu alma brota. No te vayas, no renuncies a mi abrazo, mi cariño es sincero, de regalo envuelto, lleno de caricias y también de algunos celos.  Sé que soy humano, que tengo defectos y giros raros, que soy impulsivo y quizás te exijo demasiado, que soy eterno y a veces camino extraviado, que soy sincero, que te miro con el corazón abierto y que cuando no estás, con mi alma te extraño.
                 Eres Musa, la mía y de nadie más. No te compartiré jamás, de mis letras no te apartarás, en mis sueños siempre estarás y cada día al despertar, conmigo una taza de café compartirás. Escribiré en tus transparencias y después te vestirás, en tu ausencia mi libro se cerrará y cuando el ocaso esté por terminar, abriré la ventana, una vela chispeará, un tinto en su copa se descolgará,  mi alma te olerá, el corazón fuerte latirá, mis manos te desvestirán, el amor se hará y siempre, siempre, una poesía se escribirá.
                   





                  

sábado, 25 de agosto de 2018

VEN HACIA MÍ (VÍDEO)

                   Ven hacia mí, con tu sonrisa por delante, con esa dulzura siempre elegante, con tus manos abiertas, con esa lágrima que seca escribe tu historia y con ese olor de piel, perversa y tentadora. Dime qué piensas, explícame tus huellas, desvístete completa, atraviésame plena y así mi alma comprenderá tus querencias, tus ansias, ese deseo que en tus ojos veo y esa ternura que en tus labios siempre leo. Ven hacia mí, pídele espacio al tiempo, azul al cielo, brisa al mar y viento a tu abrazo, silencio a tus besos y rima a tus anhelos, fuego a tus miedos y ponle hielo a mis pecados traviesos..
                   Ven hacia mí, con el corazón abierto, con tu sangre expuesta, con el latido firme y erecto, con esa decisión que solo una mujer lleva dentro, con esa caricia que  mece aire en tus cabellos, con esa religión que no es divina, sino parte de ese vapor que exhalas, cuando en mi fluye tu melodía. Ven hacia mí, no temas. Le pregunté el camino a la odisea, ya limpie cada vereda, se deshicieron las piedras bajo mis huellas, sembré pétalos, robé tallos a las estrellas, dejé las espinas en cada cráter de mi Luna y pinté la rosa perfecta, esa que ahora adorna cada poro de tu senda.
                   Ven hacia mí, con el alma hecha libro porque ya de mis dedos las tintas escapan, con ese aceite que lubrica tus humedades, con ese que te muestra seductora y extasiada, con ese sudor pegado, con ese vientre terso y marcado, con esas heridas de otras aguas, que en la memoria ya están cicatrizadas. Ven hacia mí porque te quiero toda, a cualquier hora, en la cocina, en la cama o en la cresta de la última ola. Ven hacia mí, no te arrepientas, vale la pena. Le compré al paraíso un pedazo de tierra, la sembré en la séptima Luna, en sus bosques viven musas y cometas, hay luz por donde quiera y cuando llega la noche, la caricia del amor es eterna entre velos de algodones y exóticas sedas. Hay cien cuevas y en cada una de ellas se hace el amor diferente, con imaginación nueva, entre gotas de lluvia, copos de nieve, junto a una hoguera, a un lado del mar en su arena, entre tintos y velas, con violines y olores de primavera, entre saxos y humos de una oscuridad perversa, con inciensos y varas de vainilla, siempre con besos y dando todo, hasta que nada queda dentro. Ven hacia mí, inventemos vida, convirtamos oxígeno en melodía, respiremos, exhalémonos, corrompamos nuestros miedos, desgarremos aquello que no es cierto, arranquemos su color al cielo y pintémonos de amor, hasta que nos encele el tiempo eterno. Ven hacia mí, atrévete, te prometo que sentirás distinta, entenderás la verdadera caricia, la dulzura cuando en su azúcar es divina, esa mano que te sostendrá en la duda, esos dedos que te escribirán profunda, ese beso que a tu boca pegarás y jamás tu mirada de él quitarás, este hombre que te habla, porque te siente de verdad. Ven hacia mí…



viernes, 24 de agosto de 2018

DÉJATE...Y HAGAMOS POESÍA.

                   Deja que el aire hecho sombra envuelva tu alma, que las luces de la gran ciudad compongan latidos, que el verso fluya en el viento,  que el narciso estalle en tu espejo, siéntete parte, pequeño, diminuto y también perverso. Déjate ir, baja del avión y abraza el cielo, abre tu boca y prueba una nube, deja que el rayo te posea y déjate llevar tan lejos como el sonido del trueno pueda. Desnúdate y se naturaleza, alma de ella y el largo silencio que camina sus veredas, verde bosque y escurridiza agua de ríos, bambú de cañadas y pentagrama de aquellos eternos gritos, que desde el mar las sirenas emanan, los tritones envainan y las olas en su baile, cien lunas abrazan. 
                  Se tú, se diferente, que no te importe lo que piense la gente, carga tu mochila, tu ajuar y tu vida, que para eso eres persona, independiente y bien nacida. Sé tú y déjate ir porque tu ser es único, tu sangre es luz, tu corazón el latido del Universo y tu alma un pedazo de cielo… ¡Mírame!, hagamos poesía y verás que la tuya y la mía son distintas pero siempre divinas, cierra los ojos, mira dentro tus estrellas,  déjalas que en la oscuridad te amanezcan y que el paisaje te posea: ¡imagina! ¡Santorini te divisa!¡Hermosa isla!¡Cuna de griegos y osados dioses!...Míralas, ahí están las vestales jugando a un amor imposible con el eunuco señalado, Dionisio ya está borracho y Hermes ya luce muy viejo y cansado, ahí sentada esta Gea, de seno descubierta porque es Tierra y alguien tiene que mamarla y absorberla toda hasta que la leche ceda, hasta dejarla extasiada y mujer  completa, espera paciente a  Eros pero Afrodita lo aparta y con él se acuesta cada mañana, Hércules como siempre batalla y batalla…y en el fondo un anciano Zeus solo nubes recopila para hacerse una última cama mientras su esposa Hera ya con un joven y atrevido Apolo galantea a escondidas en una mitología tan pervertida, como la vida misma. De cualquier parte llegan ninfas, sátiros, nereidas y medusas, el trance te duerme y te sientes en un gran viaje de mi mano pegada y desnuda, en una gran odisea que completará nuestra Ilíada, en un mar de sentimientos que por todo el mediterráneo nos llevaran a nuestra maravillosa Ítaca. ¡Sí! seremos los grandes argonautas de este mar hecho Universo y cuando lleguemos, allí nos sentaremos, haremos el amor como adolescentes en celo, nos divertiremos, le diremos a la vida que yo seré Ulises y tú la perfecta Penélope, que ya no comeremos pan sino carne de versos, salsita de humedades hechas cerezos y chuparemos huesitos, llenos de sentimientos.
                   El gemido será tan grande que confundirá las lunas de mil cielos, el abrazo tan intenso que el mar ya no se sentirá inmenso y la mirada tan dentro, que no habrá luz que viaje tan lejos en el nuevo y creado Universo. Y será entonces el momento en que la poesía saldrá del verdadero dentro, tu sentimiento encogerá tu vientre, el mío recorrerá mis venas, tu aire será espeso y el mío denso, tu espalda vivirá intensos escalofríos y mis dedos el temblor de tantos sentidos… y crecerá el verso, su rima, las Pléyades pondrán su música, la imaginación de Orión su color, el cielo de Umo su lienzo, la vida un papel y la fuerza del destino una tinta, esa tinta que no es negra ni azul, ni gris ni roja, ni tiene la punta rota…esa tinta que es blanca, de un blanco tan divino que solo la lee quien la siente y la toca.
                Pegaremos manos, cruzaremos dedos, cerraremos ojos y escribiremos…lo que somos:
               Somos Universo, lienzo y gota de cielo, lagrima de amor cuando es eterno, caricia de invierno, mar de verano y copa de un tinto añejo, en cualquier estación del año. Somos del libro una página que nunca duerme blanca, de la estrofa su cierto  sentido, de la frase sus comas, sus espacios y aquellos puntos que la respiran despacio, del verso su rima, de la palabra su magia, de la letra su nota divina y del sentimiento, ese manantial que nace dentro, fluye sangre e imagina pensamientos y exóticos paisajes. Somos nuestros, tú de mí y yo de ti, pegados en piel, guerreros en alma y fusionados en el gran poder secreto que nos emana, somos uno y condición eterna del gran karma, somos uno, átomo del gran todo y molécula de la nada, silencio y eco de un vacío que nos ha hecho soldados de una guerra en la que solo el ansia gana. Somos nuevos y viejos, amantes y enamorados, adolescentes y a veces parte del ignorante pecado…somos uno y parte de algo mucho más grande, que jamás la sorda humanidad podrá escuchar… ese algo que solo la poesía cuando expresa un sentimiento de verdad es capaz de explicar, ese algo que nace dentro, muy dentro del ser y lo hace capaz de reir y llorar, de abrazar a quien no conoce y ayudar, dar la mano con generosidad…`porque hay que ser capaz, capaz de  decirle al mendigo que ese dólar no es de verdad, sino una excusa para de largo pasar, que al músico del metro una dádiva merece su cantar y que al perrito que a la calle fue a dar, también merece un hogar.…¡Porque no vale! No vale  que las lágrimas sequemos con pañuelos que huelan a seda, sino hacerlo con dedos secos, agrietados y con el alma en sus huellas. ¡Amor, tu y yo somos de verdad! Poesía y paz, verbo y poder, etiqueta de Universo, saliva de nuestro erotismo y esa caricia que solo bajo la piel pinta escalofrío. ¡Somos!, ¡dejémonos llevar! ¡Qué importa el dinero si no existe en la eternidad!¡Qué sentido tiene la distancia, si el espacio no podemos comprar! ¡Por qué le escribimos tanto al tiempo si en nuestro amor, lo podemos parar!... ¿Por qué no te dejas ir?, tus miedos puedes dormir, agárrate fuerte a mi mano y escribe poesía en mí… Mi vida es un libro y la mitad está en blanco, sus hojas ya marchitan sombras y sus tapas cuando las abres, huelen a `polvo de alas de cien mariposas. Me abro y espero quedito tu tinta,  esa gota que abra de una vez mi vida, ese sentimiento que me tatúe y ese beso que de mí te haga por siempre mía…¡Déjate…y hagamos poesía!




miércoles, 22 de agosto de 2018

SERES DIMINUTOS (VÍDEO)

             Permítanme dedicar este vídeo a mis nietas Frida, Lucía y Julia, así como a mi nieto Gerard. Con mucho amor y cariño para todos ellos.

Vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=k_WWwJtvMrA&feature=youtu.be


martes, 21 de agosto de 2018

AQUEL SENTIMIENTO


                 Estaba sentado un sentimiento. No esperaba a ser abrazado pues poco lo había sido, era profundo y por eso quizás no conocería otras manos en su destino. Latía despacito, miraba una nube, le daba forma, miraba una estrella, envidiaba cada destello de ella, miraba la Luna y quería sentirse dentro de su dulzura. Le ofreció el cielo un espejo, le dijo que en él no se veía perfecto. Quería llegar otra vez a su mar pues en él se reflejaba travieso, en su cristalino era divino, en cada grano de sal sentía que era olido, en su espuma que todavía no había vivido y en cada ola, esa emoción que lo hacía distinto.
                  Pasaron Los días y aquella montaña ya estaba cansada de tener sus posaderas adosadas, le hablaba y no le contestaba, lo empujaba y aquel sentimiento de una extraña paciencia se preñaba. Permanecía inmóvil, fija la mirada, con la piel estirada y apretando siempre con fuerza su quijada. Se desvanecían los días, las noches eran largas, cortos los ocasos y mojadas, cada una de sus albas. Sabía que la naturaleza era sabia, que no lo dejaría a merced de la nostalgia, que algo sucedería, algo que quizás cambiaría su vida.
                  Una tarde, con el horizonte pegado a su espalda porque no quería ver como de su mar se despegaba, se le apareció una pequeña hada. Era muy pequeña y hermosa cuando abría sus alas, inquieta y como colibrí por su frente volaba. También era extraña porque tenía cuatro manos, sus piernas eran largas, sus orejas en punta se dibujaban, sus ojos eran grandes y llenos de una luz, que nunca acababa. Se levantó de aquella montaña pues ya el hada lo molestaba, tanto volar confundía su mente y no podía pensar. Se detuvo aquella hada enfrente de sus ojos, lo penetró con el alma y con palabras que eran música, le habló en voz alta:
                  “No fuiste hecho para pensar, solo para sentir. Los sentimientos no piensan, no meditan, no reflexionan, solo sienten. Tampoco esperan, solo están pendientes. No sudan, solo viven en el escalofrío permanente. Jamás mueren, solo se transforman. Son energía y por ende vibran, tienen su frecuencia, cantan y también, al corazón obedecen.”
                    Aquel sentimiento no entendía, porque no sentía. Pensaba en lo correcto o si era pasajero, dudaba de cada anhelo, de cada ilusión y por supuesto no se atrevía a ser parte del sueño. Nadie lo escribía ni en versos ni en alegorías, tampoco como metáfora perdida y mucho menos en alguna vivida poesía. Su existencia era confundida, no podía expresarse, mostrarse era una utopía, sentarse en aquella montaña y acariciar cada brisa, lo único que explicaba el por qué, todavía vivía.
                    Y fue entonces que aquella hada entendió que aquel sentimiento estaba poseído por la razón. Que seco tenía el corazón pues cada vez que algo sentía, aquella razón lo oprimía con desmesurado tesón.  Supo qué hacer. A cada nube le robó su algodón, exprimió una estrella y el último aliento sacó de ella, le pidió prestado el velo a la Luna, la fuerza al cometa, al meteorito fugaz su lluvia y al cielo su color cuando se pintaba más bello. Construyó una burbuja y en ella metió al sentimiento. La razón no podía entrar, el pensamiento dejó de estar,  una matemática abandonó el lugar y por supuesto la lógica buscó nadar, en otro mar.
                   Y aquel sentimiento comenzó a respirar de verdad. Entre algodones se vistió de ternura, del aliento estelar configuró una emoción que lo empezaba a temblar, con el velo de la Luna sintió que podía acariciar, de aquella lluvia se empezó a mojar y sintió del deseo toda su humedad, se pintó como color de cielo, fue óleo y lienzo, artista del pincel, escultor y poeta del viento.
                   Salió corriendo, el hada lo miraba en su viajar, llegó a su mar, se miró en su espejo, se llenó de sal, de cada gota de espuma, en cada ola dejó su amargura, sus huellas menos profundas y también del corazón toda su sequedad. Se sintió diferente porque sintió. Ahora podía explicar amor, también la emoción del caballo en su trotar, el brinco de un delfín en su nadar, el olor del pétalo cuando el rocío lo abraza pleno, la soledad de un pajar perdido en su heno y esa lágrima que expresa el alma, cuando el corazón está lleno.
                   No hay sentimiento que exista bajo la razón. Ellos son libres, en su albedrío no tienen explicación, la emoción los distingue, su escalofrío es único, su energía divina y su poderosa vitamina, esa semilla que desde las estrellas nos fue transmitida, sembrada y por la Gran Fuente, a nuestro ADN pegada, en el corazón del alma.
                   

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lunes, 20 de agosto de 2018

ALMAS GEMELAS


                  Caminos distintos, una misma alma, divino holograma copiado en cuerpos diferentes. Emociones sentidas en el papel carbón de dos semblanzas unidas, bajo el deseo de la gran razón. Sufren porque tanta atracción desgarra el corazón, saben que no se podrán amar porque son la misma, el cielo escribió que el amor debe ser compartido y no solo en soledad, exprimido. No hay olvido, los recuerdos se funden entre los espacios doblados del sentimiento cuando es sigilo. La memoria sabe que vienen del mismo parto y la caricia, que tiene diferentes dedos pero baila con  la misma melodía.
                  Vagan encarceladas en dos cuerpos que sudan la misma ansia, en dos vidas que por igual son explicadas. En una aprende, en la otra desgarra albas. En la primera es mujer, en la segunda un hombre que tanto amor no puede entender. Se escriben, en susurros se hablan, en deseo se piensan y en sueños trascienden alma. Se funden en una sola y en el maravilloso astral, construyen lo que en esta Tierra les niega un maldito cabal. Saben que son diferencia, quizás dos imanes para la ciencia o un amor imposible para la decencia. Son magia, la repetición del mismo aliento, efecto y causa, un destino perfecto y de la Gran Fuente, un hermoso proyecto.
                  Los miran diferente, sienten lo mismo, en otro país, entre otra gente, con distintas salivas pero siempre abrazados por la misma luz divina. Pero algo pasa cuando el día se pinta de nostalgia, cuando el ocaso en su ocre disfraza una luz en recuerdo de una dulce fragancia, cuando cada estrella les muestra el tiempo de su destello, cuando una Luna se viste de celo y los refleja intensos. Abren su ventana, una brisa se teje en sábana, un extraño silencio reclama, se desnudan por completo, desabrochan los botones del alma, un frío hielo recorre sus huesos y el astral se convierte en hada. Corre la sangre por diferentes Universos, toca la mano su galaxia  añorada, el aliento no tiene tiempo ni límite la mirada, el suspiro es viento, el grito lo que queda en cada garganta, el deseo esas tildes del verso cuando escriben, tanta pasión desenfrenada.
                  Escogen el más lejano Universo, no hay jueces, plebeyos ni nadie que los mire en su lecho, allí donde el amor es puro, sin condiciones, alma con alma, etéreo,  inmenso, también eléctrico y sentido, mucho más allá del tiempo. Saben que deben regresar, que seguirán en la añoranza, en la profunda equidistancia y mirando cada noche esa ventana, en la que su brisa, su Luna y su paz, serán un día el remanso, de dos almas en eternidad.





¿ POR QUÉ?...

             ¿ Por qué tus caricias son tan frías, por qué tus palabras no me dicen nada, por qué escribes con tantas faltas de ortografía, por qué tus tildes no acentúan nada, por qué tus lágrimas parecen tan falsas?…¿Por qué ya no te siento ni me haces falta? ¿Por qué en tu silencio no me siento en calma, por qué en tu abrazo es la indiferencia quien manda,  por qué tu mirada la siento tan lejana, por qué mi almohada solo tiene mi huella dibujada?... ¿Por qué cuando te vas, mi alma no te extraña?
              Contéstame, que no sea el pretexto una artimaña, tu silencio una alarma o tu desfachatez ese cuerno que desgarra mi alma. Dime que eres diferente, que esa mujer de la que me enamoré todavía está presente, que es una confusión o el viento frío que me calla de frente. ¡Habla! No te escondas bajo tu vientre, en esa sonrisa que sabes que ya no es decente, en esa avaricia que sobre mí cae persistente, en esa melancolía que en tu olor está presente o en esa pasión que antes era consistente y ahora cae hecha pedazos cada vez que me sientes.
             ¿Por qué ahora me gritas cuando antes al oído me susurrabas, por qué tu piel no sabe a nada, por qué tus labios están secos cuando mis besos los abrazan, por qué tu cabello pinta colores de un tinte extraño, por qué tanto has cambiado?
             Dime en qué te he fallado, en que parte del pecado te he olvidado, en cual de tus silencios te he gritado, en que caricia he perdido a mi niño o quizás es que ya no te guste como anciano. Dímelo de frente porque así lo habíamos platicado, en la cama de lado, de la mano caminando o en silencio y atrevida como siempre, cuando otra gente estaba hablando. Que no te condicione el miedo, quizás de otro te has enamorado y no te atreves a sentirme lastimado, no pasa nada,  sé valiente porque tengo pretendientes, no me hagas perder el tiempo porque la vida con él no es decente. No me mires diferente porque libre te dejo en tus quehaceres, ya no me contestes, no tiene caso,  compré mi ocaso, mi noche, mi música y mi Luna, vendí nuestra cama, tus leyes, tus humedades y tus amarguras, alquilé tus sentimientos a una bruja, tus falsedades al elfo más anciano y tus cuernos a un extraño ente que encontré en la mesita de noche de tu lado. Me voy al mar a llenarme de nueva espuma y exquisita sal, de cielo y transparente humedad, de esa energía que me quitaste y  de la fe que de mi sangre, gota a gota chupaste. Adiós, que te vaya bien, que la fuerza te acompañe, ahí te dejo una maleta y parte de mi equipaje, una historia y unos ojos que siempre te miraron de frente, porque tengo mucha prisa por sentir esa caricia, que me diga que para ella soy exclusivo, poeta y diferente.
            Que sea divino tu camino y largo de mi, tu exilio. Que el amor te haga su protegida, que tu vida por otro sea compartida y jamás regreses como parte de mi destino, porque aunque esté escrito, ya le cambié cada rima, su estructura y también, su poesía.




TE EXTRAÑO


                  Respira sola mi espalda porqué tu mirada no me sigue, el escalofrío es vano pues no hay presentimiento que lo guíe,  tus palabras me han olvidado y aquella música, sola se ha quedado. Te extraño tanto que abro la ventana y es  el rocío de ti vestido quien me reclama y todo absorbe,  pierdo mis sentidos en un paisaje antiguo que ya no tiene nombre y solo exhalo profundo vacío, cuando tanto silencio, mi vida corroe. Te extraño cada día, en cada sábana de noche, en cada inventada fotografía, en la necesitada alegría, en un camino que sin ti, está lleno de espinas y hojas marchitas. Te extraño en mi sonrisa, en la imaginación atrevida, en esa mueca que acariciabas sin prisa, en el abrazo que me apretaba y consentía, en ese día a día que en mi sueño me explicabas, que la vida contigo sería distinta.
                 Te siento tanto que no te puedo apartar de mi lado, te aseguro que lo he intentado, que más allá de tu recuerdo a ningún otro ser mi lealtad he jurado, que no hay mar que no haya cruzado ni montaña que no haya explorado. Siempre tus huellas he buscado, tu fragancia, ese anhelo que junto a ti es dibujado, ese querer tan fuerte que hasta el verso se queda corto, cuando osa expresarlo.  Te extraño y por eso te siento porque de mi olvido jamás serás parte, tampoco del recuerdo su coraje ni de la  memoria un mal pasaje pero siempre del sueño, ese deseo que no tiene tiempo ni espacio que lo amarre.  Dime que no es tarde, que la ilusión está vigente, que no vives escondida entre la gente, que tú también me quieres, me idolatras y a veces, incluso en la distancia, dentro de ti,  me sientes.
                 No dejaré que por tanto extrañarte mi alma empiece a llorar, desahogaré mis sentimientos en tintas,  mis ansias en hebras, esa pasión que me recorre en miel de salvajes abejas y este sueño que desde hace tiempo no me deja,  en esa alquimia que cada día se reinventa en poesía y es perfecta.  Te seguiré en el deseo, en el futuro incierto, en cada gota de vapor en mi aliento, en el poema ufano, también en el sudor frío que la soledad moja en mi mano, en el asfalto  que persistente me dice que soy humano y en ese extraño fuego que desde siempre quema, cada uno de mis años.
                No te conozco y te extraño. Desde el sueño te he dibujado, en la imaginación color te he dado, en la soledad cada uno de tus poros he fotografiado, tus cejas he perfilado, tus pestañas cerrado y tus labios, una y otra vez  besado. Sé cómo eres y junto a mí, cómo serás. Sé qué piensas, cómo es tu respirar, a qué sabe una fresa en la nata de tu caviar y también cómo toca, la música acariciada de una burbuja cuando atrevida abraza en tu boca, una ansiedad. De ti lo sé todo, te conozco en verdad, cada nostalgia que te atreves a recordar, cada melodía que tu piel quiere olvidar y también todas las ganas que tienes de amar.  
              Aléjate de mi sueño porque ya no te quiero extrañar,  no seas ilusión sino esa mano que acompañe mi caminar,  esa mujer que por siempre ose mis ojos cerrar, mis labios besar, mi alma abrazar, la que no me deje llorar y ese ser que se atreva a nadar, por siempre, desnuda en mi mar.




viernes, 17 de agosto de 2018

ROMÁNTICA


                   Llegaste sin permiso a mi vida, le robaste al corazón cada latido, a mis ojos su mirada, a la nostalgia el recuerdo, a mis sentidos su olvido, a los días, esa rutina que los explicaba simples y sin tino. Llegaste con el alma desnuda, con el poro abierto, con un dulce silencio en cada caricia de tus dedos, con una huella firme y profunda, con aliento de poeta y cabellos rizados, que en tus hombros eran ternura. Llegaste y detuviste el tiempo, desafiaste la distancia, nadaste las olas de cualquier mar y cruzaste esas montañas, que ni la nieve se atrevía a resbalar, cosiste ocasos, despegaste horizontes y cuando me llegó el primer acorde de tu melodía, escuché ese    verso que en cada rima, respiraba desde antaño mi poesía.
                   La profecía estaba cumplida, el destino para mí te tenía, la cita era consentida, el calendario marcado, la velada dulcemente amañada y el ansia totalmente poseída, porque después de la cena, serías mía. Las ceras se vistieron de velas, el viejo tinto destapado rugía, una media luz su color gemía, el mantel su porcelana exhibía y cada copa sonreía un cristal, que de la bohemia venía. El timbre guardaba su puerta, mi espacio y al tiempo comía.
                   La puntualidad fue atrevida, corrió la mano por mi cabeza, se apresuró la silueta por abrir aquella puerta y cuando te ví, un cuento se convirtió en leyenda. Estabas hermosa, sutilmente bella, te quitaste los zapatos sin mirarme, pisaste cada pétalo que de cien rosas había sembrado, me diste la mano, en la mejilla un beso me tatuaste, tus ojos me prestaste y sentiste que dentro de tu alma, había entrado.
                  Una delicadeza, de la mesa retiró tu silla. Nos sentamos abrazados en un nervioso aire, la música empezó su trabajo, te habló la ventana y viste el reflejo de una Luna ya preparada, te olió mi piel y un frío sudor, toda mi espalda recorrió. La imaginación se desvaneció, superaste su lienzo, cada óleo y cada color. Recorría cada dibujo de tu cara, me mirabas, te miraba, cada pestaña, tus arracadas, esas cejas por tu piel tan mimadas, esos hoyitos que tu sonrisa explicaban, tus dientes puros como el alba y esas grietas que en tus labios expresaban cada palabra, que tus ojos hablaban.
                  Velada deseada, soñada, romántica y siempre añorada. Amor sincero, sudor etéreo, versos en miradas y ese anhelo por conseguir en mi boca, tu primer beso. Estremecías mi ansia cada vez que tu lengua el tinto probaba. Quería ser una de sus gotas, copiar su fragancia, su cuerpo, el sabor de los años, también ese mosto que una tierra te regalaba para sentirme pleno, en las papilas de tu garganta. Quería ser copa para tus jugos, esponja de humedades y caricia para cada suspiro, que entre tus hombros me gritaba. Sentía que por fin sería tuyo, le pedí al baile que se atreviera, que se mostrara perverso, que se convirtiera en danza, que no tuviera miedo porque la noche ya desplegaba, su más hermoso cielo.
                   Una cadencia se pegaba perfecta, la contorsión seducía tanta belleza, el sentimiento explotó cuando en mi boca entró tu lengua, mis manos te desnudaron de algodones y sedas,  los vellos respiraban huellas, las miradas se cerraban y cada caricia terminaba una poesía. El amor se hacía, no se preguntaba, solo se sentía. Mi pecho lamías, entre tus piernas me tenías, cada muslo era apretado con alevosía, cada poro exprimido en toda su mojada melodía, cada silencio gemido, cada mirada en el alma sostenida y cuando el orgasmo fue consentido, aquella velada eyaculó su clímax, en una romántica lágrima.


MIRA EL VÍDEO AQUÍ: https://www.youtube.com/watch?v=heNCoYUSmcQ&feature=youtu.be


miércoles, 15 de agosto de 2018

DESPERTAR


                  Se mueve el alma, suspira el corazón, cierras tus ojos y sientes, más allá de la razón. Se abre el cielo como azulada tela de algodón, la soledad te abriga, no cuestionas, es permitida, no le reclamas, es única, es tu compañía. Un añejo tinto te pregunta si tienes copa que lo duerma, una vela le dice a su cera que es luz en la espera y el libro se cierra, porque ya sus letras, caminan tu senda.
                Al horizonte miras de frente, ni el mar ni la montaña a su cielo se despega, dos nubes se muestran traviesas y una fugaz estrella, entre ellas deja su huella. Una vieja nostalgia es queja, así lo expresa una melancolía inquieta, también una melodía que entre tu música, nada olvida. Sientes vacío en tu vientre, un escalofrío en cada  vertebra, un temblor que cruza tus sienes, un frío sudor que tapa el poro de tus genes, una lágrima que por tus ojos, salir no se atreve. Crees que lo único que tienes es lo que está dentro de la copa, lo que resbala por tu vela y esas letras que ahora imaginan, lo que sentía el poeta.
                Una ilusión se convierte en agua y recorre tu sentimiento, ese que tienes dentro y te siente pleno, ese que por años ha sido secreto y que ahora lucha por ser parte del sueño. Lo abraza el alma, lo pega a tu espíritu, le pide al corazón que otra vez lo lata porque escondido solo es de ti, la fe de una errata. Te respira el aire porque no te atreves a tocarlo, te acaricia el viento porque no tienes dedos para mimarlo, cubre tus pies el mar porque tus huellas perdieron el significado, te da sombra la montaña para que en la pausa, empieces a cambiar.
                Nada el pensamiento entre las ubres de una ansiedad, duele el pecho, las rodillas caen en sus bruces, las manos se refugian en sus puños, gritas y un eco te repite desde lo profundo. El cáliz derrama su sangre, la conciencia se abre y desbarata todo lo infame, la emoción desenvaina su espada, la imaginación atraviesa un cuento de hadas y un nuevo sueño te posee desde el fondo de tu alma.
                 Tu ser renace, despierta en una hermosa alba, todo es más brillante, las formas son constantes, el viento se toca, el mar de tu espuma se embriaga, la montaña te pide permiso para mostrarte toda la nieve que por ella resbala, el volcán calla y la playa recoge una por una, tus huellas y las llena de magia. Fluyes intenso, por doquier sientes amor, la libertad por cada poro emana y la verdad es cotidiana.
                 Los ves diferente porque ya no eres como ellos. Caminan por donde siempre, la rutina es su acera, la esperanza una quimera, la pregunta eterna y sin respuesta. Los miras en sus problemas, en cada uno de sus impuestos teoremas, también cuando prenden sus ceras y no hay musa, que verlos se atreva. Los sientes distintos. Vagan en reprimidos albedríos, en envidias que señalan a cada vecino, en vanidades por querer ser otra cosa que un simple e inocuo individuo, también en el egoísmo consentido, en la competencia sin tregua, en la guerra por absorber ajenas tierras y en la violencia por no saber ni tener conciencia. La ignorancia es su bandera, la sumisión al sistema toda una epopeya, esta mátrix su fiel carcelera, el maquillaje ese perfecto compañero en su viaje, el dolor un pecado de sus infiernos y cada lágrima, una gota de viejos y perdidos sueños.  
            Expande tu alma porque de entre ellos, llegarás mucho más lejos. Lo notarás en tus sueños, en cada sentimiento, en cada minuto intenso, en cada noche que tu Luna te toque de lleno, en cada día cuando en sus espejos, ya no veas tu reflejo.
            
MIRA EL VÍDEO AQUÍ:  https://www.youtube.com/watch?v=AauE3mRWoqA&feature=youtu.be


lunes, 13 de agosto de 2018

SOMOS CAMINO


                 Quiso seguir mis huellas la vida y no pudo. Se rindió a medio camino porque ese destino no había escrito. Se confundió entre tanta vereda, sendero y atajos diversos. Nunca fue atrevida, jamás respiró esa necesaria osadía, no preguntó si de verdad era mía ni si mi alma la quería tal y como fue parida. Se asustó cuando en mi mar vio ahogado mi pasado, cuando entendió que mi presente solo era una sutil alegoría, cuando por fin comprendió que yo era futuro, sueño y ese anhelo que del fondo del Universo, me respiraba profundo.
                 Sufría cuando mis sentimientos se refugiaban en la dulce alquimia, cuando en cada latido retrataba lo que vendría, cuando la ilusión no era solo una utopía, cuando cada día, el amanecer no era del ayer, una melodía. Esa vida fue escrita por manos que no sabían, por dedos que mis sueños no entendían y por tintas que no preveían, que hasta mi propia sangre me abandonaría.
                 Poco a poco me caminé, sólo, a veces entre el ruído de los celos, otras en paisajes que no sentía en mi dentro y muchas, entre los silencios gemidos de mi soledad con el viento. Quise escribir otro destino, borrar lo escrito, explicarme desde ajenos olvidos, desde la emoción cuando es latido, desde otro cielo permitido, desde lo sentido, cuando viene del divino.
                 Y ahora llegué a la última estación, esperando ese tren para ser subido, esa oportunidad que me abra la ventana a la verdadera vida, ese verso en movimiento que por fin explique, toda mi poesía. Ya no habrá más paradas ni revisor que el boleto me pida, tampoco eclécticos brujos ni hadas soñadas, no nadarán las metáforas ni el viento moverá molinos en el miedo, no existirá la duda, la pena o el ansia porque ya no descansaré mi alma en esa almohada, que cada noche pregunta, de qué me vestiré mañana.
                 Creo que en lo último se escribe otro principio, que aunque las espinas de tu camino sean un difícil olvido, siempre habrá un rocío que les dé sentido. Del pasado no eres libro  ni del presente un simple ungido, pero siempre el futuro te recuerda, como parte de su enorme belleza. En esta vida no hay eternidad porque inventamos el tiempo, en sus brazos nacemos, en su enredadera crecemos, en sus manecillas está encarcelado todo el pensamiento y en sus números, perecemos. No tengas miedo porque aún en su frío intenso, el tiempo, no es parte del averno, solo una solución,  para que caminen nuestros sueños.
                La historia está escrita por completo, ella no es parte del tiempo, solo un espacio que se dobla y desdobla a nuestro criterio. Somos parte y de nosotros depende dibujarla en arte. Somos camino y en nuestro albedrío escogemos el atajo, la cadencia de las huellas que dejamos, su profundidad y también esas lágrimas, que en el último tren, ya no tendrán una mejilla, por donde resbalar.


MIRA EL VÍDEO AQUÍ: https://www.youtube.com/watch?v=iWqAFlhfU1c


domingo, 12 de agosto de 2018

LA HOJA


             Desdobló el viento una hoja de aquel árbol, la más pequeña, nacida en primavera y ahora casi muerta en manos del incipiente otoño. Una ocre fragancia la unía todavía a su rama.  Abrigada por el rocío por ser tierna la mañana, suspiraba añoranza, siempre estuvo sola en aquella leña y no entendía por qué aquel poderoso ser, la quería desdoblada. No tenía historia pues siempre de aquel árbol había estado colgada, su memoria casi no recordaba, su vejez solo le permitía alguna que otra triste melodía, que de pocos pajaritos venía, y que por inacabada, resumía sus últimos días.
             El viento insistió, toda la desdobló, la miró, sopló su cara, su tallo acarició y cuando en su mano tembló, con fuerza de aquella rama la arrancó. Sin dudarlo se la llevó, la hoja no respiraba, su tiempo se acababa, su ocre ya era más notorio y poquita humedad le quedaba. Atravesaron el primer río, solaparon el verde de un valle, disimularon frío en la cima de tres montañas, cruzaron dos mares y llegaron allá, donde la primavera empezaba.
             Cansada la hoja le pidió clemencia, lo miró entre ojos y algo hermoso le susurró. Entendió el viento, sobre un gran musgo la posó, de pétalos la cubrió, le dijo que esperara, que no tardaría y que pronto, una alegría le daría. Durmió la hoja, un enorme hongo le daba sombra, se arrulló entre los colores de una mariposa y despacito, soñó que renacía otra vez, como verde hoja y muy hermosa.
             Tal y como prometió, el viento no tardó. Con delicada ternura la despertó, acarició al musgo, sus gracias al hongo le dio y una espora le robó, quizás para que se perpetuara y su herencia dejara. Su hoja se llevó, el primer bosque atravesó pues era demasiada la oscuridad. Vió de cerca al segundo y a un lado pasó,  tanta sequedad no lo convenció. Llegó al tercero, detuvo su aliento, de frente lo miró y un olor lo cautivó, ese olor de la vida, del retoño cuando brota, del silencio cuando crea… ese olor del rocío, cuando copula con la rosa.
             Habló con los pájaros, con cada insecto, con cada gnomo travieso y con cada hada que le mostraba en sus alas, un destello. Se abrazó a cada árbol para sentirlo, a cada una de sus ramas para escucharlas, a cada hoja pequeña para ver si era bella y a cada raíz para conocer, el fondo de su alma. Su hoja agonizaba, la prisa perseguía al tiempo, una extraña brisa le empapó la espalda y cuando se dio vuelta, sintió como un hermoso árbol le hablaba.
             Le presento una por una cada rama, sus hojas, abrió de par en par el corcho de su tronco y de entre sus raíces una luz surgió, fuerte y cegadora, amable y muy calurosa, pura y maravillosa. El viento se calmó, un hogar para su hoja encontró. Miró al cielo, dos nubes juntó, con besos las arremolinó y con sus poderosos brazos las exprimió. Una fina lluvia todo cubrió, el árbol sudó y aquel viento gota a gota, su resina a la lluvia pegó. El ungüento estaba hecho, buscó la rama más erecta, la que tuviera hojas más bellas, la que su sangre tuviera el alma correcta, esa que para su hoja fuera perfecta.  Entre retoños como ella, la pegó. El árbol suspiró, la raíz gimió y aquella rama, de verde savia se llenó. Poco a poco cada retoño se abrió y de cada uno, la hoja se enamoró.
              Pasaron los días y de ellas nació una flor, era de color, de vida y de amor. Aquel árbol lloró, nunca había tenido una flor. Esta vez, el viento de largo pasó. Esta vez, la hoja sola se desdobló y con su pequeña mano, a ese poderoso ser, con agradecimiento le dijo adiós.
             A veces en la agonía se abre la oportunidad de una nueva vida, aún en la oscuridad al milagro no hay que temer, desdóblate, ábrete, déjate querer y cuando sientas el último miedo de la soledad,  solo déjate llevar, porque seguro un poderoso viento, te vendrá a buscar.



           

sábado, 11 de agosto de 2018

LUZ


                Sin tiempo la luz es principio y fin, solo está. Fluye a la densidad del no tiempo y en el eterno, serás.  Destellarás máxima intensidad, sentirás que siempre has sido, entenderás que la muerte es un invento del tiempo para ser comprendido, un recurso en una matrix, que nos tiene inhibidos. Quizás somos parte de una granja artificial, esclavos en manos de ajenas evoluciones, parte de un entramado universal que en nuestro albedrío hemos elegido o quizás algo no real, en la ilusión creada por un poder que no tiene astral.
                Darnos cuenta es conocer dónde nacimos, salir de este laberinto una utopía de un impuesto destino, llorarnos, un recurso querido y a veces sonreír, lo que nos queda de nuestro ancestro divino. En nuestra historia hemos escrito con sangre el grito de la esclavitud, del racismo, de la intolerancia, de la discriminación sin motivo, del aprendizaje y la educación por el miedo, del abuso consentido y de la extrema violencia en guerras, conquistas e incluso, dentro de cada pareja. Esto nos han enseñado, pero no solo  la lección no hemos aprendido sino que la abrazamos como elección, la copiamos, la repetimos y  a otros de ella juzgamos, sembramos ajenas culpas y con una mano en la cintura, nos excusamos.
               Han atrapado nuestros sueños, los han secuestrado y limitado, burlado y en cada una de sus ilusiones, un montón de espinas han sembrado. Día con día nos dicen lo que tenemos que hacer, qué comer, qué comprar, qué beber, qué aprender o qué no, cómo pensar, de qué hablar, a dónde viajar, cómo vivir e incluso cómo debemos amar para ser parte de esta reprimida sociedad. ¿Realmente crees que estás aquí para esto? ¿No te sientes engañado?
               Lo material ha trascendido a lo espiritual, por mucho lo ha rebasado. Si tienes vales y si no, no eres parte. Si agachas la cabeza compartes y si no lo haces, hasta el saludo te sustraen. Si piensas como todos puedes llegar a sabio y si no, un loco que en los medios no tendrás espacio.  Si eres religioso te dirán que desde el origen eres pecado, adorarás inventadas imágenes, de sus limosnas serás dador e incluso le cantarás a un Dios, al que le jurarás temor y si no, te tacharán de anatema, un agitador sin pena, un ateo en el infierno de sus evangelios o de la mala vida, el más grande de los profetas.
               Sabes lo que eres, de dónde vienes y a dónde vas. No hay secreto en el Universo porque todo está escrito en tu dentro. Sabes que eres luz, esa energía que te fluye por completo, un alma parte de la Gran Fuente y ese consciente que a la vez es todo pero está parasitado por extraños entes. Debes vibrar más alto, cambiar tu frecuencia, sentirte Universo y lo más importante, prenderte ante todo,  en esa Luz que eres.



               

miércoles, 8 de agosto de 2018

TANTRA


                    Tembló mi piel, ella estaba cerca. Susurró el poro tanta belleza que se abrió todo, le dijo a su vello que estuviera quieto, al sudor que guardara su deseo. Hoy haríamos el amor sin tocarnos, nos miraríamos, nos oleríamos, descubriríamos ese interior que a veces en el fervor, es olvidado.
                    Despacito se desnudó, prendí dos velas, la dualidad a media luz se mostraba perversa, hombre y mujer, almas añejas suspirando gotas de un dulce poema. El viaje estaba listo, las miradas atravesaban, una pasión fluía apretada, poco a poco un profundo deseo supuraba, poco a poco se abría el alma.
                   La mente era blanca, no tenía recuerdos ni algo pendiente mañana, la religión era borrada, la educación por el momento preñada y el infinito tocado, en el corto espacio entre dos esencias enamoradas. Gimió el tiempo y se vistió de silencio, el ambiente era perfecto y el baile ya respiraba, sus primeros anhelos.
                   Danza de cuerpos sin tocar, amor ecléctico, sensación etérea,  un instante sin miedo, ese fundirse en lo ajeno sin importar historia ni defecto. Ese hermoso dar que te saca de tu carne y destella luz en cada lágrima de su sangre. Armonía, intimidad perfecta, miradas fijas, el comienzo de una masturbación sin pena, caricias que como látigo marcan emoción en piel,  besos escondidos que saben a miel.
                  Sus manos se tocaban, mis dedos ansiaban, su lengua se relamía y los dientes mis labios apretaban.  Escuchaba su latido y ella se abrazaba al mío, no eran diferentes, el destino era el mismo y ya una humedad goteaba, en cada libido. Adoración, máxima excitación, esa lectura del alma cuando se viste de cuerpo: su frente, su oreja, la mejilla, hasta la peca más pequeña, cada detalle, su delicado cuello, cada punta de su cabello, los hombros perfectos y la erección completa, en cada uno de sus senos.
                   Llegó el abrazo  tántrico, se sentó en mis rodillas, sus brazos me rodearon, el orgasmo quería, era ansiado, su fuerza lo contenía,  besó mi cara, cada sonrisa, cada pestaña, cada pedacito de mejilla, cada mirada y cada grieta, que a sudar se atrevía. Todo era magia, sentía que el cielo tocaba, que el Universo en mi explotaba, que era música y en sus manos, el arpa de un ángel con sus cuerdas tensas y muy excitadas.
                   Caminó dulce una melodía consentida, en cada caricia, entre su alma y la mía, en cada ternura escrita, en cada humedad atrevida, entre su mirada y la mía, en cada beso sentido, entre sus piernas y también, entre las mías.  Se desbarató el silencio, llegó el clímax perfecto, se desgarró el grito, exhaló su gemido el suspiro y nos sentimos tan dentro, que éramos uno y del amor, un hermoso infinito.
                 
MIRA EL VÍDEO AQUÍ: https://www.youtube.com/watch?v=Yf05nYiOl7I&feature=youtu.be


martes, 7 de agosto de 2018

EL GRAN REGALO.



                 Respira profundo, siente el escalofrío del Universo, exhala tu vacío, cierra los ojos, aprieta las pestañas y siente rabia, esa rabia por ser lo que nunca naciste, por no tener lo que mereces y por sufrir lo que no debes. ¡Sí! ¡Mírate! Escoge una fotografía de tu niñez, la más sola,  hazla espejo de mente y verás, que eres diferente. ¿Qué te ha pasado? ¿Cuánto parásito has dejado a ti pegado? ¿Cuánto tiempo has perdido en un camino,  que no era parte de tu destino?
                 Abotonaste como camisa de fuerza tu alma, amarraste con sogas tu espíritu, te llenaste de tiempo y todavía, peleas su olvido. Te fajaste en cinturones de miedo, bebiste  vinagres de  extraños alientos, aprendiste que eras pecado en cada deseo y escondiste tu reflejo en duros sombreros, para que no respirara, ni tu cabello. Nunca te atreviste a cerrar los ojos, a verte por dentro, entender de qué estás hecho, hablarte sincero y responder a todo lo que en tu historia has sembrado y que ahora miras perplejo.
                 Le preguntas a cada poro por qué no ha sudado pleno, a cada cicatriz por qué todavía supura recuerdo, a cada atisbo de memoria el por qué naciste plebeyo y a cada hebra de aire el por qué, no sientes nuevos vientos. Le preguntas al mar por qué cada ola es nueva, al cielo por qué su color siempre es diferente, a las estrellas por qué no te miran de frente, a la Luna por qué no te muestra su cara oculta y a ti, sólo te preguntas el cómo, cargar tanta culpa.
                 Descubre el poder que traes dentro, ese regalo del Universo dado, esa vibración de tu alma, que está en silencio y apagada. Debes salir de tu convento, de ese claustro parido con paredes de miedo, de esos corredores largos y persistentes, de esas tinieblas que te encogen y te empapan hasta el fondo de tu vientre. Deja que tu alma regrese a sus orígenes, allá donde es parte de la Gran Fuente, dónde todo es vida y se respira diferente. Abre tus manos para que el vacío no sea lo consistente, absorbe en ellas la gran energía del todo consciente, imagina esa Luz cuando atraviesa tu semilla, desde los pies hasta la coronilla. Hazte Tierra, estrella y naturaleza.
                Camina descalzo por arenas y sentirás como tu piel destella, abrázate fuerte al árbol y regenerarás cada una de tus moléculas, escucha el sonido del mar y en cada caracola oirás un poema, diviértete con la lluvia y serás trueno en millones de planetas. Sube a la montaña más alta, abraza el horizonte y entra al mundo de las hadas. Sentirás como la dulzura te nada, como la culpa se desbarata, como la respuesta es distinta cuando no hay pregunta que inquisidora la señale, como el silencio es necesario y la soledad, el dulce presagio de que no naciste para solo llegar,  a ser un anciano. Pídele a la nieve que por tus pies resbale, a la piedra que despierte tus huellas, al río que te explique su cadencia y a la selva, toda su naturaleza.
                  Encuéntrate porque te dieron un regalo, te lo pusieron en tus manos y lo hiciste a un lado. Es hora de abrirlo, de quitarle tanto envuelto camino, esos lazos de dolor que has permitido y ese celofán que cada vez que lo tocas, te llena de escalofrío. Es el tiempo en el no tiempo, el espacio de la no distancia, ese verte por dentro y saber que eres un elegido, un pétalo de Universo, un pedazo de manto en la Luna, la dulce germinación de mil semillas y una brizna del polvo eterno de las estrellas.
                   Fúndete, porque en tu interior encontrarás solo belleza, esa ternura que explica al amor cuando es de a de veras, ese silencio que es maestro y de tus sentimientos el gran proxeneta, ese alivio cuando cada culpa se convierte en viento de duna, ese aliento que ahora fluye lleno de ti, por cada comisura de tu boca. Medítate, porque ese regalo tienes, conócete, entiéndete, escóndete dentro y cuando salgas verás, que todo es diferente.
                   Meditación, el gran regalo Universal.