Descubrí dónde descansa el
amor. Es un lugar pequeño pero el espacio es inmenso, no hay tiempo ni defecto,
tampoco miedo ni recelo. La palabra fluye como verso, el sentimiento está
abierto, el deseo guardado y la pasión recorre pasto, como rocío pegado. Dos hadas le cuidan el sueño, el sereno es un
elfo, un ángel toca el violonchelo y la tristeza vive siempre, en un eclipse
eterno. No hay mar ni montaña, un río o la soledad de un portal pero siempre
huele a espuma de sal, a ese viento que su cara acaricia con esmero, a esa esperanza
de que un día, amanezca despierto.
Descubrí dónde descansa el
amor. En una cuna hecha de silencio, con almohadas tejidas con nube de cielo,
sábanas de algodón y heno, un colchón relleno de los más esponjosos pétalos y una
manta de virgen lana, esa que viene de las ovejas, de una estrella lejana. Duerme muy tapado, con
un osito de peluche en sus brazos, con una música perfecta en su regazo y con
un aliento que siempre, exhala verano.
Descubrí dónde descansa el
amor. El paisaje es etérico, el aire inquieto cuando está medio despierto, la
luz a media Luna para proteger el sueño, el Sol espera y entre mil cometas, esconde
su fuego. Una ternura sonríe traviesa su terciopelo, la emoción siente su
deseo, la ilusión permanece quieta en el anhelo y el olor se mezcla, entre
vainillas, jazmines y flores de almendros. Una lluvia le explica al amor que
es óleo del cielo y él, el más hermoso de los lienzos. Que de la gran Fuente
emana, que su granizo es suave como miel de beso, que su nieve es maná del
Universo y que su viento, se llevará arrugas, coserá heridas y lo levantará,
otra vez perfecto.
Descubrí dónde descansa el
amor. Todo es bello, el sabor intenso, un paraíso en brazos de cielo. Allí no
vive la duda, la verdad es dura, la sinceridad desnuda y los cinco sentidos
tocan hebras de un alma, que es la más pura. El sentimiento se regenera, el
deseo prepara su aliento, la ilusión se viste de blanco con negro y el amor,
sigue dormido en el silencio. No hay prisa porque amanecerá verdadero, no hay
tregua en el sueño porque el corazón ya late otro color, el deseo sintió
candor, el sentimiento fervor y la ilusión, ya encontró su motor.
Descubrí dónde descansa el
amor. Un alma gemela se acercó. Osada, con un beso lo despertó, le dijo que por
siempre lo imaginó, que era ese tesoro que siempre buscó, que por favor la
mirara de frente, que estaba desnuda y le urgía su calor. Mi amor se levantó, ya
estaba lleno y se ofreció pleno. Se hizo abrazo, caricia y beso, palabra y
dulce verso, a ella se fundió y a partir de ahí, el comienzo de un recuerdo en
su alma escribió.
Descubrí dónde descansa el
amor. Está en mi dentro, entre la espalda y mi alma, en un rinconcito del cuerpo, hecho
plasma en mi sangre, como poro de sentimiento, como silencio en mi sueño y cómo
ese ángel que dormido, solo espera su momento.
MIRA EL VÍDEO AQUÍ: https://www.youtube.com/watch?v=6Ie4XiPUviQ&feature=youtu.be
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