Caminos distintos, una misma
alma, divino holograma copiado en cuerpos diferentes. Emociones sentidas en el
papel carbón de dos semblanzas unidas, bajo el deseo de la gran razón. Sufren
porque tanta atracción desgarra el corazón, saben que no se podrán amar porque
son la misma, el cielo escribió que el amor debe ser compartido y no solo en
soledad, exprimido. No hay olvido, los recuerdos se funden entre los espacios
doblados del sentimiento cuando es sigilo. La memoria sabe que vienen del mismo
parto y la caricia, que tiene diferentes dedos pero baila con la misma melodía.
Vagan encarceladas en dos
cuerpos que sudan la misma ansia, en dos vidas que por igual son explicadas. En
una aprende, en la otra desgarra albas. En la primera es mujer, en la segunda
un hombre que tanto amor no puede entender. Se escriben, en susurros se hablan,
en deseo se piensan y en sueños trascienden alma. Se funden en una sola y en el
maravilloso astral, construyen lo que en esta Tierra les niega un maldito
cabal. Saben que son diferencia, quizás dos imanes para la ciencia o un amor
imposible para la decencia. Son magia, la repetición del mismo aliento, efecto
y causa, un destino perfecto y de la Gran Fuente, un hermoso proyecto.
Los miran diferente, sienten
lo mismo, en otro país, entre otra gente, con distintas salivas pero siempre
abrazados por la misma luz divina. Pero algo pasa cuando el día se pinta de
nostalgia, cuando el ocaso en su ocre disfraza una luz en recuerdo de una dulce
fragancia, cuando cada estrella les muestra el tiempo de su destello, cuando
una Luna se viste de celo y los refleja intensos. Abren su ventana, una brisa
se teje en sábana, un extraño silencio reclama, se desnudan por completo,
desabrochan los botones del alma, un frío hielo recorre sus huesos y el astral
se convierte en hada. Corre la sangre por diferentes Universos, toca la mano su
galaxia añorada, el aliento no tiene
tiempo ni límite la mirada, el suspiro es viento, el grito lo que queda en cada
garganta, el deseo esas tildes del verso cuando escriben, tanta pasión
desenfrenada.
Escogen el más lejano
Universo, no hay jueces, plebeyos ni nadie que los mire en su lecho, allí donde
el amor es puro, sin condiciones, alma con alma, etéreo, inmenso, también eléctrico y sentido, mucho
más allá del tiempo. Saben que deben regresar, que seguirán en la añoranza, en
la profunda equidistancia y mirando cada noche esa ventana, en la que su brisa,
su Luna y su paz, serán un día el remanso, de dos almas en eternidad.
MIRA EL VÍDEO AQUÍ: https://www.youtube.com/watch?v=zpc2id66ytg&feature=youtu.be
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