Escribo
letras entre las luces de mis estrellas y recito sus versos entre las humedades de mis labios. Imagino de
cerca la explosión de un nuevo universo y en él recargo las tintas de mis
dedos. De vez en cuando dejo que una de mis lágrimas riegue el pasto de mi
noche y en mi amanecer, siento que mil semillas ya viven entre el rocío de mis
ilusiones.
Cerca de mi
cielo, abrazo mis deseos y a veces arranco un pedacito de su color para
dormirlo junto a mi corazón. Cerca del infinito, cuando el viento respira lo
que quedó de la tormenta, escucho el suave susurro de la eternidad y cuando
llega el frío, sé que un ángel abrigará con sus alas mis temblores.
Distancia que
en mi obsesión arrugo entre mis manos, sublime espacio que llenas con tu
majestuosidad mis vacíos, edén confundido en mi pasión…brillante Sol que llenas
esperanzas y diluyes miedos. Visión que invades mis ojos de históricas letanías
y provocas mi discernimiento en tantas religiones humanas.
Siento tanta
divinidad y tanta lejanía con el testamento humano que en mi constante protesta,
siempre encuentro un amigo en el cielo. Siento tanto Amor y tanta ternura que
ahora comprendo la gran limitación del ser humano, siento tanta música que
ahora entiendo que los acordes no son de este mundo. Siento tanta excitación al
ver los ojos de mi luna que cuando intento escribir lo que miro, mi tinta
escurre entre mis dedos como un día mi egoísmo se escurrió en silencio entre
los deseos de tu pasión.
Te invito al penthouse
de mi amor, al límite de mi vida, al epílogo de mi historia. Al lugar donde invité
a los ángeles de mi redención, al cielo donde viven las hadas que guardan mi
poesía. Ven y disfrutemos nuestro infinito, ven y juntos escribiremos nuestra
eternidad.
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