Pintaré esta medianoche de azul, dejaré que la luna duerma en tus brazos
y le pediré al cielo que el horizonte despegue de una vez su infinito y lo
escriba en nuestra cama. Secuestraré una estrella y robaré sus destellos, pensaré
en el profundo deseo y dejaré que mi cuerpo se impregne de él. Tocaré con mi
dedo el viento, miraré de frente al silencio, enredaré tus cabellos en mi
corazón y despacito, muy despacito, lamerán cada uno de mis latidos. Nos
moveremos entre sedas, sentiremos entre
algodones y vibraremos entre pieles.
Será
un momento de vida, un instante que respirarás en mí, una caricia que aprenderé
en ti y un acorde de dos que tensará cuerdas hasta la membrana de nuestras
almas. Inventaremos un beso, crearemos pausa en la imaginación y nos beberemos,
nos comeremos,…Morderemos instintos, arrancaremos botones, desharemos telas,
nos tocaremos, sentiremos y entonces el sentimiento abrirá sus velas y navegará
mar, el sudor vencerá nostalgias, la cruel ansiedad apartará recuerdos y el
orgasmo de nuestros espíritus, atravesará los oídos del Universo creado.
Seremos uno, una sola música, dentro de mí, dentro de ti: “Explícame que
sientes, dime que sueñas, cuéntame tu anhelo porque tu aliento ya pinta de azul
los brotes del amor. Bésame y dibuja en mis labios tus colores, abrázame y
escribe tu poesía en mi espalda, poséeme otra vez y deja que nade en tus
humedades. Mírame porque en el río de tus ojos dejaré que ruede mi alma, grita
porque en mi gemido te arrullaré, eyacula en mí porque el cielo explotará
estrellas, la montaña arderá su volcán y el gran mar que un día me vio nacer,
cubrirá con su espuma tus entrañas de mujer”.
Descubriremos una fábula donde no hay cuento, una leyenda donde la
historia se pierde y un verso perdido que no encuentra un poeta que lo escriba.
Se despegará el pasto de la tierra, mil cráteres volaran de la Luna hacia el
viento, un fuego recogerá sus chispas y una por una serán sembradas entre las
sábanas de nuestra cama. Se abrigarán los árboles, las rosas contorsionarán sus
pétalos y el grillo callará. Llegará el vaho de un ángel y la calidez permeará
hogar, veremos caminar al Sol en su amanecer, al viejo pastor despertando a su
perro y al cafetalero abriendo su trabajada mano, arrancando un puño de granos.
Te
miraré, me pedirás, consentiré… Y el cielo se abrirá, el Sol detendrá su
caminar y tus muslos recibirán todo el rocío de mi erecto amanecer. Detendrá la
Luna el sueño y desnudará su cara oculta, enseñará al cielo sus labios, de sus
comisuras brotará miel, de sus grietas gotas de ternura encapsuladas en el
ámbar de sus besos y de sus ojos, dos lágrimas sudadas de pasión. Las sábanas
pedirán perdón y se retirarán, la almohada cederá al nervio y el abrazo, vivirá
intenso. Un sereno que perdió sus llaves, mojará su pincel y pintará nuestro
portal de azul. Un viejo poeta dejará de escribir y recitará un quinteto con rimas contagiadas de azul. Una bailarina
escuchará nuestra música y rasgará de azul su hielo. Un orgasmo perdido en su
historia de miedos, temblará y en su escalofrío verá que en sus venas solo
corre sangre de color azul y que siempre se equivocó. Penetrará el verso,
acariciará la ternura, una lágrima robará gemido y una sonrisa amanecerá,
oliendo a café.
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