Sentí un
leve toque, un tacto que se disfrazó de caricia…Un “hola” que revoloteó de
ternura entre mis sentidos. Elegancia distraída en tus dedos, abstracta poesía
que arrancas mi cariño y lo siembras en tus versos.
Golosa nube
que transportas mis deseos en los algodones de tu orgullo, pérfido relámpago
que das instrucciones a mi pasión…Letargo sin sentido que llenas las tormentas
de mi alma. Casualidad que fundes esperanzas y causalidad que llenas mis lágrimas
de remordimientos, ajenas espumas de mares que no comprendo…profundas palabras
que ni leer me atrevo.
Entró mi
corazón en el bosque del miedo, caminó entre las ramas del olvido y sus piernas
rasguñaron las espinas del atajo de tanto consejo. Abruptas montañas que
escalan mi piel en el deshacer de mi amor, nieves que fustigan los aludes de lo
que un día era ilusión… Cruel amanecer que ciegas ojos y escribes falsas
esperanzas.
Simbólica
metáfora que enardeces condiciones, estúpido sarcasmo que escupes hiel en mis
noches, mal querido momento en el que un abrazo se convierte en la plenitud de
un ansia.
Me revuelvo
en el inconsciente de mi evolución, juego a las escondidas con mi ego y exhalo
cada instante como si fuera el último. Vomito la incoherencia del ser por
querer ser y no poder, aplasto con mis puños la indecencia de tanto silencio y en mi
libertad …Dejo que mi sonrisa sólo llene mis labios.
Luna que te
conviertes en el gran horno fundidor de las más sublimes emociones, satélite
que apagas tu luz con el reto de mis ojos, vergüenza que ocultas tu cara entre
los infiernos del universo. Abrazo soñado que enchinas la piel de mis paisajes,
desbordada sinfonía que unes tus notas en mi música…Pesadilla abstracta que relatas
día con día, mi vida.
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