Tu
ausencia dictó mi sentencia, tu abandono
dio tristeza a mis recuerdos, mi rencor solo fue lápida en tu
memoria. Cruel historia que lloras y
creces en mí. Hoy vestí de verde y azul…Del verde de los pastos que sonríen en
mis amaneceres y del azul que llora mi cielo una y otra vez.
Sentimientos que enseñan el
camino a la razón, versos que solo muestran falsos senderos y frases que matan
destinos. Lloro tus ojos, porque no
están. Lloro tus labios porque no me besan, lloro tus abrazos porque acarician otro corazón.
Llenaste mi
vida de palabras y falsas promesas, llenaste mi destino de ilusiones y suave
vejez…Y ahora llenas tu ausencia de profunda soledad. Abandonaste mi vida y no la puedo llenar, dejaste
a un lado tanta ropa vieja que ahora ni recuerdos tienes, quemaste tanta
historia que ahora ni tus lágrimas llegan a las comisuras de tu boca.
No te
juzgo, porque no soy quien para hacerlo. No hablo de ti porque se agrietan mis
labios y no tengo de donde beber, ya no leo tu poesía porque en sus versos,
vive la mentira. Y aún así te extraño…Extraño las sonrisas de tus ojos, extraño
los abrazos de tus labios y extraño las sombras de nuestros días.
Amarás y
amaré, pero ante la muerte odiaremos la
desnudez de nuestros cuerpos…Ante la muerte ya no lloraremos ausencias, ante la
muerte juzgaremos soledades y compartiremos los desgarradores sentimientos de
los últimos versos de nuestra poesía.
Compartes
extraños vacíos existenciales y en tu viaje, recorres cuerpos que ni tu vanidad
puede acariciar. Llenaste de vacíos tu destino y ahora solo buscas entre los
atajos del consuelo…Día a día, noche tras noche, imaginas amor pero la
fotografía de tu ausencia quedó tatuada por siempre en mi alma y en ella, solo el recuerdo de la hipocresía de tus
lágrimas abrazan la tristeza de mi dolor.
Tu ausencia
encogió deseos y pasiones, tu ausencia liberó mi corazón, tu ausencia…Quizás me
dé otra oportunidad de vida.
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