Me
explicaron que amor era lealtad, compromiso y sumisión. Entendí que el amor era
algo más…Algo que realmente abrigara sentimientos, que juntara caricias y que
oliera todo el día a rosas. Y ahora pienso que el amor es más profundo , más
silencioso, más quedito y más sentido.
Versos van
y vienen, algunos se convierten en poesía .…Otros en vanas superficialidades.
Diálogos que confunden deseos, páginas que lloran por no ser entendidas y
libros que solo desvanecen sentimientos. Y en la virtualidad de nuestra era,
deshacemos la palabra amor como si fueran las hojas de la margarita del
destino. Y en nuestra osadía, pintamos vidas que ni siquiera hemos vivido.
Apartamos
sinceridades y construimos leyendas que amagan la inseguridad de nuestro
cotidiano camino. Construimos castillos de arena en ojos que no tienen
vientos para derrumbarlos y en nuestra
hipocresía clavamos imágenes que nunca soñamos ser.
Compungida
infidelidad que mientes cielos, camaleón que cambias de piel al antojo de tu
pintura, poeta perverso que esgrimes lazos de ternura donde solo hay puñaladas
de nostalgia. En la mentira nace la rabia y en ella crece más y más la
distancia.
Amor que prendiste
mi rabia y nadie, absolutamente nadie me colocará un bozal. No existe vacuna
que regrese tu sangre a las arterias de mi corazón, no existe un doctor que cambie los glóbulos
de tu desamor por plaquetas que cicatricen mi alma. Maldita perra que contagiaste
la espuma de mi boca y la llenaste de rabia, cruel encuentro en mi destino que
fustigaste mi piel hasta arrancar una a una, las tiras de mis deseos.
Amor que
contagiaste de rabia mi sangre…Perfecta vacuna que día a día escribo en la virtualidad
de una espalda que solo es papel en mis
sueños.
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