Falso
oscurecer que cierras mis ventanas y apagas el neón de mi alma. Suplicio que
alimentas ajenas ansiedades y pones frente a mí, el tablero de lo
desconocido. Ouíja que invades los
sentidos del más allá y robas sueños en
el descanso eterno.
Corroída
madera que invades futuros, deshojando
las margaritas del limbo. Egoísmo hecho miedo que perturbas ansias y desvaneces
deseos. Terror que siembras tu semilla en cada uno de tus movimientos, muerte
que das vida a mis infiernos y llenas de sombras mi esperanza.
Pausado
movimiento del “si” y del “no”. Sutil
engrane que une vida con muerte, estrecha ilusión que solo abraza los delgados
hilos de lo paranormal. Extraña sangre que no tienes venas con las que llenar
su virtud, maldito espejismo que asustas destinos en tu hipócrita decisión.
Ritual
satánico que desvelas pobrezas en nuestra inteligencia. Medio sin fin que
resaltas la ignorancia de nuestra
historia, objetivo que marginas valores en tu leyenda y gran pesar de conciencias en tu desahogo.
El amor no es
algo oculto….Porque ni es algo, ni vive en oscuridades. El amor nace de la luz
y vive en la intensidad… El amor nunca muere y seguirá adornando nuestra
eternidad… Porque hasta el infinito, le
pide permiso para poder existir y la
muerte llora su impotencia cuando el amor, expira lágrimas en su regazo.
Abandonas
realidades en el inframundo, fundes querencias en el profundo surrealismo y amañas sueños sobre la
antigua tabla del espiritismo. Ouija que enamoras paisajes con lunas sin
destino, fúndete en las brasas de la falsa adivinación y deja que las almas se
gocen en su eterno remanso de paz.
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