Excítame el alma y absorberé tu piel,
abrázame el corazón y mis besos, cerrarán tus ojos. Ven y escucha en silencio
mis deseos, exhálame en tus labios, recoge en tus manos mi pasión y construye
caricias. Imagíname de cerca, huele fragancias en mi pecho, deja que tus
dientes saboreen mis cabellos, que tu lengua recorra mi cuello y se pierda en
el umbral de mis temblores.
Hazme tuyo,
como jamás has sentido, cúbreme con ternuras de luna, que te llenaré con la
espuma de mi mar. Expande libertad y escribiré fuego, sentiré tu lava fundirse
en mi piel y la erección del Universo atravesará tus humedades. Te llenaré de
miel y en con ella embriagaré tu sudor, recorreré tu espalda con el sabor del
chocolate fundido y tatuaré siete fresas en el pubis de tu amor…Siete fresas
que dormirán por siempre, los pecados
del alma.
Serás mía y
guardaré ese cielo en la memoria de la suprema pasión. Seré tuyo y en tu gemido, abrazaré mi orgullo, el
sentimiento rozará infinitos, la intensidad dorará el cristal de tus ojos y en
tu primera lágrima, escribiré mi poesía. No vivirá un escalofrío ni una
mentira, dormirá nuestra noche y esperará el amanecer. Del abrazo, nacerán
ternuras, esas ternuras de viento y profundo
calor, esas ternuras que provocan nuevos latidos…Esas ternuras que
excitan alma.
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