Como
quisiera que un día, alguien me dijera lo que soy, a que vine y a donde voy.
Como quisiera que me explicaran, que me mostraran razón, que me comprobaran
vida y que me llevaran al límite de la muerte…Y como la exigencia cae en vacío,
dejaré mi destino en manos de un sueño: Cerraré mis ojos, me cubriré con mi
sábana y una cobija, recogeré mis piernas en posición fetal, pondré una mano
debajo de mi almohada y dejare que mi ángel me cuente…
Cuentan viejas lenguas, que existen mil
mundos como el nuestro, dos mil lunas y tres mil soles. Que el morir es un
viaje al segundo mundo y que en él, viviremos el hogar que teníamos que haber
vivido, seremos lo que teníamos que haber sido y veremos como poco a poco van
llegando las almas de quienes nos dieron amor y las almas a quienes dimos luz.
Porque en nuestro camino, en Luz nos convertiremos y en los atajos de esos mil
mundos renovaremos karma hasta que seamos tan perfectos como Él nos creó. La
muerte ya no vivirá, el dinero no será dádiva y jamás conoceremos una
oscuridad, porque en esos mundos hay dos
lunas y tres soles. Si fuiste creado
para escribir, escribirás. Si fuiste creado para cantar, cantarás. Si fuiste creado para crear, crearás. Si
fuiste creado para cosechar, sembrarás y cosecharás…Si fuiste creado, fue por
algo y en ese algo, trascenderás, evolucionarás y serás Luz.
Tu
primera y única muerte, será un sueño, un corto viaje. Te esperarán seres
queridos que ya superaron la primera frontera, seres con alma de ángel que
tomarán tu mano y te guiarán, seres de Luz que supervisarán tu evolución.
Aprenderás a desdoblar Espacio, a olvidarte del Tiempo y poco a poco a
prescindir de tu cuerpo. Porque en tu segundo mundo tendrás el cuerpo de tu
juventud, el cuerpo que te dio el máximo esplendor aquí en la Tierra, un cuerpo
que fue alguna vez deseado y otras veces envidiado. Darás felicidad y te la
darán, cerrarás los ojos y sentirás el éxtasis del puro Amor sin tocar, abrirás
tus manos y llenarás abrazos de libertad…Verás paisajes que aún no existen en
tu imaginación y te llenarás de sus colores, nadarás tantos mares y conocerás
tantos viajes que el libro de tu vida, doblará páginas para que puedas escribir
tanto conocimiento.
No
dormirás, solo soñarás. No comerás, pues sus vientos te alimentarán. No
sufrirás, pues no existe el pecado, no vive el dolor y no hay religión. No
harás el Amor, pues él se hará en ti cada segundo… Y verás a los que un día, conociste enredados en sus miedos, verás a
políticos y pacifistas compartir el estambre de una flor, verás a petroleros y
ecologistas beber de la misma agua, verás a musulmanes, católicos, budistas y
protestantes volando los cometas de la misma libertad…Verás a los que un día
fueron pobres, llenar de experiencia, a los que un día fueron ricos y a esos
ricos, aprender que el dinero, solo fue un mal invento para poder subsistir en
un pobre mundo.
Y será
entonces que tu imaginación se llenará de poder, del poder querer ser luz y más
luz. Pasarán cien años del tiempo eterno y conocerás el tercer mundo, soñarás
nuevos cielos, rebasarás las fronteras de cien Universos y llegarás a
resplandecer. Aprenderás que el Amor
existe por sí solo, que la ternura nace en el alma y se expande en la piel de
tu fuego, que el deseo abraza infinitos y que la pasión trasciende por el gran
poder de los sentimientos. Y será entonces que te convertirás en ángel, porque
en él se pinta cada día el Amor, la ternura compone música, el deseo es viento
cada vez que mueve sus alas y la pasión, es su forma de vida…Y cuando seas
ángel contarás este mismo sueño a esa alma que está llena de preguntas, a ese
cuerpo que sufre respuestas en silencio…A ese corazón que ya no late, porque se
olvidó de amar, de transcender y de vivir.
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