Cuando sientes que el amor duele, el alma
respira quedita, cuando el corazón late diferente, el amor vive y cuando las
palabras envenenan aire, es que el amor ya se ha ido.
Siéntelo,
porque el amor jamás duele, abrázalo porque siempre está, vívelo y goza su
intensidad. No lo confundas con el error, no le mientas por hacerlo exclusivo
de una persona que quizás no lo conoce, al contrario, permite que fluya en tus
venas y entenderás que es el supremo don de la creación. El amor no es
exclusivo de nadie pero en cada quien se muestra diferente, el amor nace en el
cielo y vive en el alma, el amor escribe todos los días y en sus versos derrama
tintas de Luna, intensas espumas de mar y los rayos de mil soles.
El amor
no duele, porque en sus genes no hay malicia, su membrana es tierna y su
corazón puro. Atrévete y desnúdate, camina por su playa, por sus bosques y por
su cielo. Deja que tus pies sientan sus huellas, que tus ojos se llenen de su frescura
y que tu piel se empape de su hermosura. Síguelo y persíguelo, pero debes saber
que te abrazará en tu desnudez. El amor no permite vestidos ni corazas, no
calza ajenas sandalias ni ve con otras gafas, no penetra sombreros ni escala
muros. El amor te quiere simple, como naciste, como eres, como sientes, porque
en tu perfección, él vivirá.
El amor
no duele, solo espera que lo ames, solo espera que lo escribas y en tu
silencio, solo espera que leas cada uno de los latidos de su corazón. El amor
por si solo significa, por si solo expande mundos, por sí solo crea caricias y
por sí solo, te llena de poder. Dignifícalo porque en su poesía, tu vida se
explicará, tus ilusiones crecerán y tus sueños se escribirán en el gran libro
de la eternidad.
No te
confundas, porque lo que sientes no es su dolor, no es su ausencia ni su
abandono. Lo que sientes es su vacío porque nunca lo has perseguido, lo que
sientes es lo que alguien te dijo que era y en tu error lo creíste… Lo que
sientes es miedo, angustia y despecho. Ábrete y él llegará porque el amor nunca
engaña si es puro, el amor jamás te abandona si es real, el amor nunca duda si
nace del cielo y vive en tu alma, el amor siempre late cuando tu sangre es
envidia del volcán, el amor siempre te levanta, si en tu caída lo respiras…El
amor no duele, solo imaginas que no está.
El amor es
inmenso y nosotros, solo un granito de arena. Y en nuestra imperfección no solo
no lo vemos, sino que cuando toca la puerta, lo ignoramos. Nuestro orgullo lo
desvía y dejamos que toque la casa del vecino y cuando la dulce soledad invade
nuestras paredes, nos invitamos al gran baile de los disfraces, al gran baile
de falsos amores, al gran baile de la hipocresía, del sexo comprado, de la copa
compartida, de los sueños rotos, del interés por un pedazo de pan, de la
lujuria, de la gula por un cuerpo y de la mentira hecha promesa, de un falso
querer. No, el amor no duele…El que duele eres tú. No lo llores, llórate,
porque el amor no duele.
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