No me
dejes pensar porque huiré de mi realidad y temo huir porque mi pensar está
inacabado. No aprietes mi tiempo porque todavía no le doy espacio, no receles
de mi Luna porque todavía no la llenas. Escoge un motivo y lo llenaré de razón,
imagina una caricia y le pondré ternura, sueña conmigo y te enseñaré las
espinas de mi camino. Lamento tanta frustración y deshago mis puños en paredes
que ya no siento. Mis pies ya no caminan, solo resbalan sobre sendas de
tristeza. Mi boca ya no espera tu aliento, solo vomita la hiel de la
desesperanza, mis ojos ya no miran, solo están abiertos, incluso en el sueño de
la pesadilla.
Empezar
de cero es una opción, dejar que mis manos arranquen tu blusa una necesidad, y
por eso, mataré al gallo que canta y dejaré ronco al lobo cuando de reojo mire
mi Luna. Lastimaré a la persona que más amo y de mi haré un poema, le pediré al
cielo que detenga el mar y en su osadía, crearé un cuento. Seré el más
altruista de los humanos y regalaré amor calle por calle, cantina por cantina y
semáforo por semáforo. Sepultaré lacayos bajo tierra sin conquistar para que de
una vez sean libres, escribiré una esperanza en el corazón de la libertad para
que de una vez se atreva a ser y preguntaré al Creador porqué demonios me puso
aquí, para que de una vez sepa, para que soy, que valor tengo y para que sirvo.
Me
llenaré de poder y leeré, leeré y leeré. Leeré cuando se abre el mar, cuando el
hombre pisa la Luna, cuando el fuego es lava y cuando el frío deslava montañas.
Leeré la incógnita del ser, la membrana del alma y la sinrazón del corazón.
Leeré cuando veo perdido sin mirar, cuando mis manos no te pueden cerrar y
cuando mi piel no se te puede pegar. Leeré la mudez del silencio, la vanidad
del viento y las tormentas de arena que apagan mi pasión. Leeré hasta que las
ceras salpiquen de blanco mis páginas, hasta que los tintos descuelguen gotas
en mis tapas y hasta que el dulce disparo, cierre la noche de mi vida.
Depresión
y soledad, presión y dulce espasmo, antítesis de vida, juego de muerte y
esclavitud del alma. Detiene la razón la bala en su atrevida explosión, huele
el aire a pólvora mojada y se engarrota el dedo en el gatillo de la infamia.
Vive el calambre en la piel y la duda revienta emociones, suda el ego, los ojos
miran vacío y cantan los Soles un nuevo amanecer. Muestra su equilibrio la
balanza de la vida y la muerte, explota la naturaleza y su luz atraviesa mis
paredes, busco valentía en la cobarde decisión y solo puedo imaginar la
renovación silenciosa y constante de una gota de agua, en el río que llena mi
mar.
Gota de
vida que transformas oxígeno en necesidad, transparencia en espejo de mi
destino, densidad en naciente espuma de pasión. Gota que conviertes tu camino
entre piedras, en obstáculos al fracaso
y tu osadía en motivo de razón. Gota que arrastras preciosidad en tu
profundidad, verdad en tu intensidad y deseo en tu parida humedad. Gota que
llenas mis lágrimas de la sublime emoción del autoconocimiento, que robas
sonrisas a tus paisajes y las tatúas en mi boca…Gota de cielo que dejaste que
mi alma te abrazara, que a través de ti mis ojos vieran y que mi corazón se
empapara con los latidos del Universo. En ti me fundiré y seré parte de tu
agua, contigo nadaré tus ríos y cruzaré mares, explicarás que mi vida tiene
sentido y me recordarás, que no merezco ser explicado y es por eso que ahora
escribo, mi último diario.
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