Beso
tus labios y el viento enrojece, acaricio tu piel y el mar embravece olas,
cierras mis ojos y el cielo pinta hermosa su noche…Amanezco dentro de ti y la
Luna desafía al Sol. Hoy los sentimientos se visten con las sedas del cielo, se
desnudan los cuerpos y enchinan latido a latido la sinrazón del corazón. Duerme
la nube en su algodón, las rosas repliegan pétalos y fluye el dulce aire, del
tierno amor. Las letras se atreven y sienten alma, encoge el libro la
distancia, vibra el silencio y nace el acorde de los ángeles. Abro mi vida y
ahí estás tú.
Entraste
en mi abrazo y te convertí en dulce ave de mi jaula, me miraste y leí tu alma,
sonrieron blancura tus dientes y mi lengua les explicó un deseo. Se atrevió y
despertó la pasión, entrelazamos pies y pegamos piernas, desnudamos caricias y
olvidamos palabras, nos copiamos en sabores y nadamos caramelizadas humedades.
Llegó el sueño de una ilusión, el temblor de tintas y ese anhelo tan profundo
que solo el alma, es capaz de convertir en letras. Tanta intensidad,
transformó mirada en lágrima, ésta en
gotita y esa gotita en sangre de pasión. Resbaló quedita entre labios y
mejillas, entre expresión y sentimiento, entre pensamiento e imaginación…
Gritaban
las sábanas y se arrugaban nuestras almohadas, despacito las ceras desprendían
fuego, tus manos poseían firmes mis muslos y convulsionaba tu boca, temblaba el
vigor, mi piel se erizaba y tu aliento extasiaba mis entrañas. Mágico verso
hecho mujer que absorbes mi perversa intimidad, salpicada aquelarre de un
éxtasis compartido, luna de miel entre dos cuerpos que aman las raíces del
solemne deseo. Sintámonos y lleguemos juntos al orgásmico clímax de nuestra
eyaculación, besemos el cielo de los mantras y el destino de nuestros karmas,
vaciemos sentimientos, alarguemos tiempo y dejemos que solo el suspiro de una
pequeña pausa, ralentice nuestra estación de placer.
Alma
virgen, corazón puro, vestal de mis instintos, cometa hecho profecía en ese
dulce sueño, calidad de ser que un día me pensaste y en mis brazos te enjaulé. Entraste
en mí y toda te absorbí, porque mi jaula no es de oro pero no hay tristeza, no
es nueva pero ya no existe en ajenas historias, no es de acero porque la hice
con la membrana de mi alma, no es de papel pero está llena de poesía… No tiene
puerta porque es cuna de libertad. En ella no existe el tiempo, solo un momento
tras otro hasta la eternidad, no vive el silencio pues está llena de gemidos y
sonrisas, no es ordenada pero cada cosa está en su lugar. Sus barrotes están
hechos con mis ceras y todos los días a las 9 pm, de su techo se desprenden
gotitas de añejos tintos que permean conciencia, imaginación e inspiración. Es
mi casa, tu hogar y la jaula de nuestro amor.
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