Conozco ese rincón como escoba vieja, conozco
ese lunar como si te hubiera parido y conozco esa arruga porque solo sale de
tus ojos cuando me miras. Un día besé tus labios y soldé sus grietas, lamí tu
pezón izquierdo y me quedé con su aureola, respiré en tu ombligo y robé por
siempre tu intimidad. Bailé tu elegancia, absorbí tus miedos, me abrazaste y
dormí mi vida en ti. Y ahora desde mi conformidad, desde mi comodidad en ti,
solo te pido que me exijas, que despiertes en mi otra vez tu amor y que cuando cierres
tus ojos, sea la mirada de mi alma la que vea por ti
Ven, abrázame y exígeme, exígeme sentir,
oblígame a olerte, extirpa mis labios y ponlos en tu piel para que saboreen tu
sudor. Deja que los miedos tiemblen porque
ya mi cuerpo exige tu contorsión, mis labios tus besos y mi pecho, la
dulce mordida de tus dientes. Ven y exígeme porque el cielo se durmió, obtuve
el permiso de mi ángel y la Luna ya nos abrazó de sedas y algodones. Llené de
suavizantes aromas mi cuerpo con sabor a elegancias y orquídeas, maté al
silencio para que viva el gemido, cosí tu piel a mis huesos y di libertad al
músculo.
Hice a un lado al pensamiento, le pedí a la sociedad su ceguedad, a la
libertad su dulce albedrío y al pecado sus defectos. Escribí en mis sábanas que
te amo en mayúsculas, en mi almohada que te necesito y en mis paredes, desgarré
la poesía escrita de mi soledad. Sentí al bíceps del tiempo explotar su fuerza,
al espasmo del espacio vomitar su distancia y al Verbo, consentir mis versos. Regué
mi jardín y elegí los mejores pétalos, los junté en mi mano y con ellos froté
la primera amapola que ví, copularon, hicieron el amor, intercambiaron salivas
y nacieron jazmines, claveles, azucenas, orquídeas y dulces hojas de marihuana.
Le escribí una poesía al elefante rosa
que volaba en mi cabeza, le otorgué amnistía al loco político que voté y en mi
esperanza, abroché el botón del sarcasmo a la camisa de la diversión.
Atrévete y hazlo, pervierte mis instintos porque solo necesitan tu
excusa para explotar, abraza mi ternura y sentirás intensidad, deja que mi
penetración sea fuerte y besarás el orgasmo de una consentida lágrima. Ven y
exígeme porque necesito decisión, exígeme porque mi vida es sueño y en él no me
siento, exígeme porque tu palabra es calostro de mi ansiedad, tu mirada un reto
en mi deseo y tu simpatía, mi beso en tu ombligo. Exígeme fuerza, amor, pasión
y ternura porque nací para dar…Exígeme perdón, abundancia y necesidad porque
nací para sembrar…Exígeme generosidad, timidez y poesía, porque nací para
escribirte.
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