Es terrible
amenazar con amor a quien de verdad no amas, es de cobardes sembrar esperanzas
donde solo hay instinto. Es de humanos caer en el error y de villanos, saborear
la desdicha ajena. Calabozo de pasiones que instigas y alientas la frigidez del
pecado, enredo que fundes carnes y despechas sentimientos, carcelero de
nuestros sueños que perdiste las llaves del presentimiento.
Desesperada
vivencia que infundes respeto al miedo, colisión de soles que atraviesan el
alma de tus lunas, perversa sensación de orgullos perdidos al sentirse
utilizad@. Manicomio de los encerrados sentidos del sutil engaño, fiesta de
neuronas que arrancan uno por uno los poderes de tu mente por olvidar, viento
que lloras tu amargura por no poder deshacer los hilos de tanta tormenta.
Pero siempre hay
un por qué, un para qué y un después de…Y como dicen los viejos del lugar: El
tiempo da y quita razones y en su lenta agonía, pone a cada quien en su lugar.
Despechos habrá, pero también deben saber que la inquietud de un alma engañada
es más poderosa que la infame traición de un cobarde, que la pureza de un corazón
despechado es más poderosa que la mentira
de un efímero recuerdo y deben saber que la vida siempre pasa factura…Y
no tarda en cobrársela. Moja tus raíces, porque quién intentó secarlas, pronto vivirá su otoño y los sentimientos de tanta alevosía morirán entre los hielos del profundo invierno de su vida.
Renace en el
amor porque en sus brazos está escrito tu destino, imagina ilusión y tendrás sueños, cierra los
ojos y deja que tu mente visualice el paisaje de tu futuro, abre tu boca y
llena de vaho con tu hermoso aliento los espejos de otra vida. Seguro que
alguien espera la dulce fragancia de tanta ternura, seguro que alguien escribirá sus versos en la poesía
de tu alma, seguro que en el camino encontrarás una mano que guie tus pasos
entre los colores del arcoíris.
Siempre sueña,
siempre reza
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