Eres la única
razón por la que aburro mis deseos, eres la única razón por la que duermo mis
pasiones, eres la única razón por la que estaciono el tiempo, en el olvido de mis ansiedades. Siento que
los días sin ti, obligan la necesaria nostalgia. Siento que mis noches sin ti,
acarician el despecho de una luna cuando ensombrece el sol del amanecer.
En el
entendimiento de mi razón, no cabe un día sin ti, en el atardecer de mi vida no
cabe un otoño sin tus hojas caídas, en el invierno de mis fríos no cabe una
fogata sin los leños de tu ternura. En el verso de mi poesía no cabe una coma
sin que tú la pongas, en el lecho de mi agonía no cabe un rezo sino eres tú
quien lo recita y en el profundo lago de los sueños después de la muerte no
cabe un aliento, sino eres tú quien lo respiras.
Agnóstica razón
que revientas mi vida entre los intensos fuegos de tu atracción, perfume de
piel que robaste mis instintos más allá de la entendida comprensión, éxtasis de
miel que secuestraste mi lengua en cada
uno de tus poros, esencia de mujer que recogiste una a una mis lágrimas y las
secaste entre tus cabellos. Nunca es tarde para permitir el atrevimiento de tu
cuerpo atravesando mi alma, nunca es tarde para que mis sentidos gocen el altar
de tanta dulzura…Nunca es tarde, para que mis ojos se cierren ante tanta
ternura.
Adelante mi
amor, porque solo tú sabes que mi locura no atiende razones, solo tú sabes que
mi poesía escribe lo poquito que queda
en la intensidad de mi alma, solo tú sabes que en la dulce agonía de nuestro
amor untaré mis dedos con las tintas de tus pasiones y escribiré en silencio
los deseos de mis razones.
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