Abre
tu corazón porque no te mentiré, deja que me sienta solo un poquito, porque no
lo lastimaré, déjalo latir porque tu sangre necesita mi deseo. Escupe tus
miedos que rasgaré tu caparazón, muéstrate y enséñame tu alma, exhala cerquita
de mí y abrazaré tu aliento, deja que tus labios vivan y juntos escribiremos la
eternidad de un beso.
La
historia no te lastimó, ni siquiera una mala decisión abrió heridas, tampoco tu
amor ni una falsa ilusión. No eres víctima de tus sueños ni reo de tus infiernos, no culpes al cielo, no
te enredes en preguntas sin respuesta, no te pidas perdón porque el alma de tu ángel ya confesó a tu
corazón y en ajenas miserias ya pagaste una penitencia que no te correspondía.
Eres única y como tal invaluable, eres
fantástica y como tal hermosa, eres bella y como tal…¡Mujer!. Caíste en las
garras de la ignorancia, en las fauces de un desequilibrado social que entendía
una lágrima como la sumisión a su poder, que cerraba sus puños en tu cara en
vez de recoger tu infinito amor, que en la violación no te hacía el amor sino
el dolor, que en tu tristeza encerraba sus miedos y en su impotencia como ser
humano, sus borracheras.
Y
llegó ese día, ese día en que tu sangre hirvió esperanza en tus arterias, ese
día en que tus ojos visualizaron el poder del cielo, ese día en que tu alma
dijo ¡basta!, ese día en que la Luna de la verdad, soltó un meteorito y
atravesó la cabeza de ese maldito hombre. Te fuiste, cargaste tu mochila de
sentimientos, tus hijos y tu fuerza. Y
ahora de lejos lo ves, hundido entre las sombras de la miseria que solo su
estúpida estampa puede reflejar, lo ves aturdido y solo, abrazado en sus
podridos corajes y embebido en una botella que jamás se termina. Te llama y
enreda mensajes, te busca y te pide un perdón que no siente, porque solo es su
ignorante orgullo, el que lo merece. Te manda rosas que se marchitan en cuanto
las huele tu corazón, te promete sueños que jamás fue capaz de crear y cuando
lo ignoras, compra cariño en la mesa de cualquier bar.
Llega
la dulce resaca de los sentimientos mal habidos y en tu maravilloso despertar,
una linda oportunidad de libertad. Respírala, abrázala, suelta lastre, deshaz
las maletas de tu mal viaje y abre tu corazón. Explícales a tus hijos, lo que
no deben tolerar, siéntate con ellos y abre la magia del libro de tu
experiencia, deja que aprendan y así los enseñarás a soñar. Sueña con ellos
porque ya eres capaz de amar, de sentir y de vivir. Quema el baúl de tus
recuerdos, compra una alcancía y llénala con tus ilusiones, con tu día a día y
llegará esa noche en que la hucha de tu vida estará rebosando sueños y
caricias, proyectos y besos, palabras y poesía. Abre tu corazón y deja que mis
letras, una por una entren en él. Abre tu corazón y deja que tus sentimientos
se acaricien en él, ábrelo y sentirás de nuevo el placer de un amor que está
escrito, en las ubres de tu destino.
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