No estoy en mi mar y escucho el
graznido de la gaviota, no veo mis montañas y oigo el resbalar de sus nieves,
no estoy en tus brazos pero siento la ternura de tu piel. Respiro cada amanecer
y en su rocío empapo mi día, huelo noches y mis ojos se embrujan con la mirada
de tu Luna. Prendo mis ceras y chorrean del lado equivocado, lleno copa con mi
añejo tinto y sus gotas no descuelgan cristal. Escudriño el orificio de la vida
y en su imagen pierdo consistencia, siento distantes labios cuando mi mano
acaricia el natural vigor y recuerdo nefastos olores, cuando mi pensamiento
pervierte el silencio. Entro perdido en mi laberinto, respiro nostalgias y
duermo mis sueños.
Escucha el temblar de las teclas de un piano en manos del artista,
escucha el fervor de un viento cuando acaricia el árbol, escucha el frío de la
Tierra cuando descalzas tus pies, escucha al amor cuando besas una piel,
escucha el silencio cuando el eco es eterno y retumba fuerte en tus sienes.
Alcanza el verso cuando huye de la poesía y besa sus letras, abraza en tus
puños la palabra cuando la muerte la deshace, llora cuando veas al cielo perder
su azul porque quizás tu sombra lo hace gris, sonríe a tu Luna cuando el mar
cambia su marea porque quizás ese gran poder, también mueva tu alma. Porque un día en ella lloverá,
el pensamiento encogerá el camino de la esperada muerte y un mal presagio
volará rasante entre las hebras de tu corazón. Vivirás tus últimas horas entre
rotas querencias, envenenados suplicios que llegarán a tus angostas manos, para
llenar un vacío y un inventado silencio, atormentará tus últimas noches y tus
sueños…Tus sueños quedarán por siempre encerrados en el claustro del no
tiempo.
Te encierras en tus nostalgias y no
vives. Abre los ojos de tus sentidos y deja que los pájaros canten para que
descubras la música de la naturaleza, que las nubes deshilachen sus algodones
para que tus sábanas se llenen de ternura, que el viento muestre su fuerza para
que en él, te muevas en lo imposible y
deja que el lobo aulle tu Luna y así no te sentirás tan solo en sus brazos.
Recuerda soledad y véncela, porque en el camino del destino está sembrada.
Recógela tierna y no vieja llena de espinas, siéntela momentánea, porque no
sabe de eternidades y cuando te quiera poseer, pídele una muestra de amor y
verás que solo tus paredes acariciará.
Llora tus recuerdos, porque solo eso son. Ríelos y saca sus ternuras.
Apachúrralos en tus brazos y si los sientes, miéntete, porque son pasado y no regresarán.
Quiérelos y escúchalos porque te darán
experiencia, porque para eso están. Déjalos una noche en tu almohada, rasguña
sus heces y lávate las manos, sé cómplice del olvido y solo dale detalles, sé
el brujo de la suprema enseñanza y recoge sus pizarrones, sé cautivo del tiempo
y pídele que te de espacio para comprender tus errores, sé humano y aprende.
Nostalgias lloradas y aprendidas, nostalgias de fé y enseñanza,
nostalgias de vida y ajenas muertes…Nostalgias que escriben música y poesía en
el alma del soñador. Nostalgias atrevidas que llegan siempre a mi mente y no
dejan que mi cuerpo se reinvente, nostalgias vividas que no tienen espacio en
mi destino, nostalgias pervertidas en el tiempo de un silencio que ya duerme en
otros brazos. Quiero razonar tiempo, desplegar espacio en mi mente, sentir otra
vez teclas de piano emocionar los acordes de mi vida, llorar defectos y sudar
emociones. Quiero besar labios de esperanza y acariciar piel en mi destino,
quiero sentir la ternura de una posesión en la vagina de la pasión, en el roce
erótico del pecado y quiero ser capaz de inventar un rezo, en el claustro de
los miedos. Quiero vengar tiempo, expandir universo, envolverme en el polvo de
mil estrellas, calcinar ceras y emborracharme de añejos tintos. Quiero ir más
allá de una fatal nostalgia, de un sentimiento que huele a podrida humedad, de
un abrazo que sabe a enseñada hipocresía. Quiero escucharte de cerquita, hundir mis labios
entre tus pechos, mis manos entre tus piernas y escuchar tu voz cuando me diga:
“murió tu nostalgia en mi piel, tu razón vomitó recuerdos, tu imaginación está
en mis manos y mi corazón, ya escribió en tu alma”.
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