Truena grito el Sol en su ocaso, para una
digna despedida. Susurra la Luna entre nubes su amanecer y las estrellas ya
destellan sus querencias. Oscurece el cielo su olor, enrojece su azul, se llena
de viento y respira sal, en cada mar que parió.
Llora el sereno porque perdió sus llaves entre los portales de la
nostalgia, viste cortas galas la prostituta en su escondida esquina, llega el
casado con la esperanza de un beso y un abrazo y abre sus ojos el búho retando
a su árbol que ya quiere dormir. Teje una anciana su mejor prenda, toca puerta
el borracho en su cantina y el poeta escribe.
Arrecia la lluvia y entre ceras, las tintas se pierden en una extraña
añoranza, en un oscuro suplicio que muerde inspiración y rasga el alma.
Punzante melancolía que desenvainas la espada de la tristeza. Lágrimas de vida
que recorren temblorosas mejillas y se pierden entre las cicatrices de una
historia. Y es entonces, que la noche cerca la imaginación y muestra radiante su
luna. El poeta llora y en su alarde moja sentimientos, en su condición de
hombre se envuelve en el desamor, en la distancia, en el recuerdo, en su destino…En su condición de poeta se
pregunta, debate condiciones con su musa, pierde miradas, asume vacíos, busca
las tildes de su intensidad y escribe :
“¿Sabes? Quiero llorar,
creo que lo necesito. ¿Por qué? No lo sé, quizás por no tenerte, quizás por
estar cansado de rasgar una soledad que nunca merecí, quizás por ti o quizás
por mí. Necesito llorar porque en la primera lágrima desecharé orgullo, en la
segunda mis mejillas aprenderán a recordar y en la tercera mis labios
humedecerán sus ansiedades. Ya el sufrir
no cabe en mi alma y te sufro, ya comprendí que un olvido, es matemática del
tiempo y que un pesar es solo una piedrita en el camino y aun así, necesito
llorar. Necesito que mi alma haga brotar esos sentimientos que quedaron
podridos en el pus de mi corazón, necesito que mi piel exhale y que mis dedos
hablen, necesito que mis manos cierren puños y que mis labios tiemblen por un
sentimiento que está cerca de mi poesía y muy lejos de mis querencias.
¿Sabes? Necesito sudar lágrimas, esas lágrimas que saben a sal y huelen
a corazón, esas lágrimas que respiran verdad y abrazan refugio, esas lágrimas
que diluyen pesar y mojan una esperanza.
Porque la vida las esboza, las acciones
llenan su humedad, las pasiones les dan su forma y el deseo no hecho,
las entierra en el alma. Y es entonces cuando brincan en el primer latido de la
emoción, en el primer escalofrío de la piel y en el primer paisaje que los ojos
iluminan, con las letras de un
destino…Súbito se encuentran en su arcoíris de imaginación, se llenan de sus
colores y empiezan a brotar, a sentir, a gemir, a gritar y empiezan a resbalar,
por todo el ser.
¿Sabes? Quiero llorar, porque en la imaginación sembré una emoción, en
la ilusión, un sueño y en mi verdad, una comprensión. Y ahora te pido que
degustes mis lágrimas, que pongas una por una en tus dedos y que te atrevas a
preguntarme, que te atrevas a cuestionarme, que te atrevas a juzgarme…Que te
atrevas otra vez a mentirme. Tú eres reemplazable, no mis lágrimas, tu eres
sequedad de alma, no mis lágrimas, tu eres desierto de vida y mis lágrimas son
ríos, esos ríos de sentimientos que solo el agua del mar donde nací pudo un día
bautizar. No te atrevas a insultarlas, ni siquiera a burlarlas y menos a
secarlas. Deja que fluyan, que respiren el aliento de la verdad cuando a mi
boca lleguen y que se sientan solas cuando caigan, en los bordes de mi quijada.
¿Sabes? Si lloro, es porque soy sensible. Si lloro es porque está
escrito en mi derecho. Si lloro es porque lo necesito. Si lloro, es porque el
dedo de la vida acaricia mis retinas y si lloro, es porque lo siento y me da la
gana hacerlo. ¿Sabes? Yo puedo explicar cada lágrima, puedo decidir hasta donde
llegue y puedo contar su humedad. Puedo acariciarlas y darles el debido
respeto, puedo contarlas y saber su resistencia, puedo sentirlas y escribir en
ellas…Puedo olerlas y saborearlas, puedo tenerlas y después desecharlas. Son
mis lágrimas, es mi vida y en ellas expreso un sentimiento, un verso, una
caricia, un deseo o quizás nada.”
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