Amanece el amor, suave y cálido, vestido de escalofríos y cosquillas, vacío
en el vientre y latido del corazón, de perdida razón y obstinado sentimiento,
de brazos posesivos y fija mirada.
Amanece la vida y la naturaleza,
inventa sus cuentos. Sufre el pez por convertir una gota de agua en su oxígeno,
pregunta el pajarito para qué sirven sus alas y un manotazo de viento le
responde. Ya el rocío besa en cada hoja y en cada flor, ya el cielo decidió su
color y la Luna su velo…Y antes de que
la inteligencia fuera creada, se creó el sentimiento…Y antes de que el hombre
fuera creado, se creó la ternura…Y antes de que el primer árbol envejeciera, se
creó el deseo…Y antes de que se creara el Tiempo, se creó la eternidad…Y antes
de que la distancia explicara espacio, se creó el Amor.
Amanece el amor, callado y escondido, juglar entre versos y cantares, atrevido poeta dador de rimas,
mágica chistera en la sorpresa y sublime tristeza en el abandono, gran hacedor
de ilusiones y perverso ladrón de sueños.
Amanece emoción en el nido y un ángel lo guarda entre sus alas. Llega el
sentimiento y revolotea sobre él, la ternura. Despacito, escribe poesía el deseo
mientras la pasión detiene el aire de la nostalgia. Patina en su pentagrama la
música por no llenarse de melancolía y un latido, espera paciente por empezar a
vibrar. Cierra los ojos el cielo y siente, enrojece el Sol su celofán y
empieza a desnudarse la Luna. El
horizonte se separa del mar y llega al nido con cien arcoíris, llora la
estrella más vieja un añejo anhelo y la más nueva, destella un milagro… El Amor
ha nacido. Se ordena el caos, la mujer y
el hombre son creados, por primera vez la poesía abre su libro y el sentimiento
deja el nido y escribe en sus almas. El deseo empieza a vivir en sus miradas,
la ternura inventa la primera caricia, la música esboza una canción y el
recuerdo del momento, copia cada uno de sus acordes. Regresa el horizonte, pega
cielo y mar, en su fina línea deja que el infinito arañe su intensidad y en él,
siembra la esperanza de un sueño…Y un latido, empieza a vibrar.
Amanece el amor, limpio y sensible, amable y elegante, sensual y
sincero. En sus artes, pinta vidas, esculpe sentires y escribe miradas. En sus anhelos,
es fábrica de ilusiones, mercado de conocimientos y forjador de sueños. En sus
virtudes no hay religiones, sexos ni razas. En sus defectos no hay lágrimas,
solo compasión por no entenderlo, no hay abandono, solo ignorancia y no hay
tristeza, solo su ausencia.
Amanece el Amor, amanece Vida, amanece Tierra…Amanece, sabor a café.
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