Brinca
sus gotas la lluvia en el andén del sueño y cierra ojos el deseo para sentirlo
mejor. Juegan lenguas a serpientes y escaleras con sus labios y la piel
manifiesta equilibrio en su sudor. En el circo de un sueño de amor, pagas la
entrada más cara para subirte al palco de los sentidos y jamás sales, te
diviertes, lloras, ríes, aplaudes y cuando va a terminar, recuerdas el primer
acto…Ese acto que dibujó un umbral en tus sentimientos, un portal en tus querencias
y una explicación a tu dádiva de vida, por vivirlo.
Lo sabes
y no renuncias a tenerlo. Lo esperas y lo deseas. Vistes noches de colores y
dejas que tus pestañas abriguen la imaginación de tu mente, que tu pensamiento
enfoque y que el aliento de la Luna te transporte al limbo de las sensaciones.
El deseo por un amor es obsesión de vida, porque reclamas al cielo merecerlo, a
la historia por no habértelo dado y al destino por cerrar su libro y nada,
poder escribir en él. Lo piensas, lo arreglas, lo pintas hermoso, adecuas sus
facciones y las acaricias con tu mano, hueles un perfume que seguro será,
escuchas miel en un tono inventado de voz y presumes exquisita elegancia cuando
cae en tus brazos. Escribes sublime teatro, dejas que el piano suelte a su
albedrío las teclas, que el ronco saxo espante los miedos y que la pista aparte
las mesas para que empiece el gran baile, una orgía de sentimientos y el circo
de un sueño de amor.
Lo vives
intenso, lo tocas, contorsionas sábanas que no saben tu juego y desbaratas
algodones que solo visten tu almohada. El sueño se hace profundo, por sí solo
respira, es callado, insolente y anclado en una parte del cielo, donde tu alma
camina y camina, cansada, exhausta y libre. Las trompetas suenan y el público
grita, te levantas de tu palco y ella aparece. Bella, hermosa, tierna, suave
como el talco y frágil como la mariposa. Embelesa con su ballet las puntitas de
tu sensibilidad, gime el acorde y se transparenta a media luz, casi tocas sus
curvas, casi rozas su piel…Casi te caes del palco. La sientes sublime, intensa
y seductora, distante y alcanzable…Te mira, la miras, palidece el ambiente, la
pista oscurece su rostro y desaparece… Cabalgan amazónicas monturas en blancos
caballos, salta el hombre y se cae el enano, vuelan los trapecistas y ruge el
león el látigo de su domador. Pisan fuerte los elefantes, aplauden las focas,
se desvisten las edecanes, se quedan con tres lentejuelas y al niño que llevas
dentro se le caen las palomitas, el refresco y el pecado. Entra el mago, le da
vida a su chistera, brincan los conejos y vuelan las palomas, parte en dos una
belleza y aparece sentada a mi lado, pero no es ella. La vida envuelve el
sueño, la enredadera trepa paredes y el laberinto crece en el circo. Entra en
acción la paciencia, el deseo llama al placer y el sueño se compone…Aparece el
ilusionista.
El amor
debe ser, tiene que revivir, mereces sentirlo…Exígelo! Se apagan las luces, la
oscuridad se tiñe de azul y el hielo permea filoso su pista. Suave, respetuoso,
nostálgico e irreverente suena el violín sus primeras notas, el violonchelo lo
acompaña en su melodía, la dulce flauta acaricia interludios y el tambor
tartamudea su presencia. Nace un destello. Azul, blanco y verde por fuera, rojo
y violeta por dentro. Y aparece el amor, deslizando hielo, caminando seducción,
respirando elegante sensualidad. Tú lo sabes, es ella. Momento culminante de tu
sueño. Intensifícate y enamórala, deja tu palco y desliza sentidos en su hielo,
abrázala, quítale el frío y poséela. Se va el público (no soy voyeristas), te
mira y la miras, estás cerca. Alargas tus brazos, te caes, te levantas, le pides
que se detenga, ella sigue, patinas, te caes, te vuelves a levantar, te mira de
reojo, te sonríe, lanzas tu acometida final, las luces se apagan, desaparece el
hielo, tu caída es sublime, ella desaparece y aparece un payaso, te mira,
suelta una carcajada…Se acabó el circo, despiertas, miras a tu lado….¡Ay!¡ No
es ella! Desparece la ilusión, el café ya no huele y ya debes ir a trabajar…No
te preocupes, tú decides cuando y como
tendrás otra vez, el circo de un
sueño de amor.
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