El giro es brusco, el estruendo
me llena, sale el alma de mi cuerpo, viajo tan lejos como me lleve tu viento, cruzo
mares, me reflejo en nieves, sigo cauces y desde arriba veo el enredo del venado
en su serpiente, el dulce sifón de la ballena, dos ocasos cuando sus horizontes
penetran y un amanecer que jamás creía que existiera. ¡Sí! Viajo
lejos, donde me da la gana, el cordón no se tensa, la libertad es inmensa… ¡Voy
por ti! ¡Te haré el amor! Vencí la paciencia, el ansia ya no es eterna, estás
cerca, te huelo fresca, lista, como sonrisa hecha melodía a punto de ser besada,
por mi poesía.
Entro a tu casa, sé que sientes
que algo pasa, tu mirada se pierde en la nada, esa nada que te ve desde la
ventana, esa energía que destella en tu noche como pequeña luz de día. Te
sientes extraña, de la cama retiras despacito la colcha, la sábana, acaricias
tu almohada y de la mesita de noche prendes una pequeña lámpara. Te siento
triste, un poco cansada, una añoranza se resquebraja. Parece como si un
recuerdo te abrazara lento y sin pausa, como si me necesitaras tanto, como si
el presentimiento por detrás te respirara, como si supieras que pronto serías
amada. Entras al baño y veo como te desmaquillas, quitas con delicadeza tus
arracadas, con suavidad tus dientes enjuagas, deslizas tu blusa, el sostén lo
dejas a un lado y con ansia rascas esa marca en tu espalda. Tus manos te
abrazan, bajas la cremallera, te quitas la falda, tus dedos acarician y con
suavidad, caen tus bragas. De tus pies las sacas, ya el agua caliente el espejo
empaña, disimulas miradas y esta vez cierras la puerta porque sientes que algo
pasa. Resbala el jabón, por tus cabellos, en tu cara, por el cuello y entre tus
senos, en tu vientre, entre tus muslos, por las piernas y en tus pies, por
entre los dedos. Es la caricia del amor cuando es pleno, esa caricia que
recorre una pompa de jabón y que un hombre quisiera tener entre sus dedos, esa
caricia que viaja húmeda, que no tiene miedo, que escribe versos, que besa
sueños y anhelos. Te hablo tierno, con la energía que me dejó el viento, con ese
aliento que en mi astral huele a sentimiento, con esas palabras que son
pensadas y en el plasma trasportadas. No me oyes pero sé que me sientes, sales
de la ducha, hueles la toalla, el olor es diferente, algo la emana, de repente
me imaginas, sabes que cerca me tienes, dudas, abres la puerta y miras tu cama,
con deseo y un silencio ausente de nada. Te sigo hablando, deja que de la Luna
sea su rayo, ese reflejo que me encarne a tu lado, esas gotitas de luz que te
permitan ver mi cuerpo, el latido de mi corazón y la membrana de mi alma cuando
te muestre el color de mi halo.
Sé que me escuchas, tiras la
toalla, divina y desnuda, esta vez no hay pijama, ni prenda ni excusa que tape
nada, solo una delgada sábana. De reojo miras tu cama, te atreves y abres la
ventana, la Luna se muestra toda, su reflejo te ama, respiras hondo ese aire,
ese polvo que las estrellas nos regalan, ese canto del grillo que te dice que
la noche, será la más larga. El astral me sobrecoge, entiendo que es hora,
viajo lejos ¡Sí! A la primera estrella y le robo su destello, a la quinta densidad
y me lleno de cielo, camino por siete lunas, a cada una le quito su velo para
que mi piel absorba todas sus delicias y sedas, junto reflejos y le pido al más
atrevido de los cometas que me lleve allí, donde tu ventana sigue abierta. Tu espera es dulce, la imaginación crea
fantasía, el cuento una leyenda y cada letra pensada, una intensa poesía que ya
escribe tu mirada, porque sabes que de mi amor serás poseída. Soy luz, un
cuerpo astral lleno de energía, encarnado en rayo de Luna, me miras, te miro, el
reflejo es intenso, la sábana se quita, la pasión solicita, el deseo vibra, el
sentimiento abraza y como energía aprendida, como pompa de jabón, te hago el
amor en el fondo de tu alma, por tus cabellos, en tu cara, por el cuello y
entre tus senos, en tu vientre, entre tus muslos, por las piernas y en tus pies,
por entre los dedos. La noche es larga, muy larga, le compré al amanecer su alba,
mi energía no se acaba. He visto tu astral, algo le ha preguntado a mi alma, siento
que sale de tu cuerpo, te pido la mano… ¡Vámonos! ¡Hagamos el amor! ¡Mojemos
Universos! Rebocémonos en nieve, en arena de dunas, en sales de cualquier mar,
entre las lianas de cada selva, en las playas de un nuevo planeta, en las
puntas de una estrella y compremos cada cráter de Luna, tendamos una cama
eterna y besémonos sabiendo que el tiempo, jamás se acaba y en nuestro amor se
hará viejo..
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