Es tarde, es muy
tarde para lamentar recuerdos, para desprestigiar memorias, para olvidar
nuestra historia y para retar viejas poesías que un día escribieron la dulzura
de un amor. Mi libertad le dijo al pensamiento que abriera la boca y de esta
manera expreso las obligaciones que contraté conmigo. Es muy difícil regresar
al león a su zoológico cuando durante un año la vida le dio la oportunidad de
disfrutar de las llanuras y selvas del mundo libre. Es muy difícil sentir
verdad, cuando alguien grita una emoción
en mis versos cuando por años estuvieron escondidos en el ostracismo de mi
silencio. Es muy difícil volver a sentir la sinceridad de una caricia cuando
tantas sombras se diluyeron entre los humos de mis tintas.
Es tarde, es muy
tarde para recibir cuando sé que nací solo para dar. Es tarde para obedecer
mentiras, es tarde para reescribir ajenos sueños que nunca creyeron en mí, es
tarde para arrodillarse ante libertades que lo único que maman es su propio
orgullo, es tarde para que alguien me venda un espejo que solo refleja la sutil
ansiedad de sus miedos. Pondré de pie a los diablos de cualquier infierno que
ose tentar mi libertad, cortaré cabezas y vomitaré sus pobres cerebros hasta
que la bilis de mis remordimientos me lo permita.
Es tarde, es
muy tarde para que mi pobre ignorancia pueda comprender tanta intolerancia,
tanta mezquina conciencia que vaga entre calles y alcantarillas, entre lodos y
barros entumecidos en las salivas de la profunda irracionalidad. Es muy tarde
para que la hipocresía de un beso finja sedas, para que la idea de un político
permee en la historia de mis héroes, para que las sombras de la noche reten mi
amanecer.
No se atrevan, porque para mí...Ya es muy tarde.
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