Viste de seda mi corazón que mis dedos aterciopelarán tu
piel
Humedece mi boca para que tus labios saboreen tanta pasión
Piensa despacio para que mis manos envuelvan tus versos
Háblame, dime cuánto
pesa tu elegancia y compraré su oro.
Discute querencias y cuando tengas mi cielo, las
abrigarás
Corta las lágrimas de tu recuerdo porque tu destino está
escrito
Siembra amor porque en tu cosecha estaré esperando con el
cesto de la ternura
Llora perdón porque no hay magia en una palabra que exprese
tanta sinceridad del alma.
Castiga tus defectos porque en mí encontrarán consuelo
Guarda tus virtudes porque en mi corazón no caben orgullos
Deja que descubra tu esencia porque en ella, desnudaré mi espejo
Sonríe vida porque mis ojos todavía reclaman lágrimas.
Funde tu deseo en la bravura de cien mares y tendrás mi amor
Recita tus sentimientos y escribiré sus intensidades
Moja tu cuerpo porque aún en la distancia, sentiré tus
instintos
Muerde tus labios porque en mi sueño, siempre serás mía.
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