Quiero que hoy pienses en mí. No hay
remordimientos, no existe el rencor. Solos tú y yo en el recuerdo, en el abrazo
y en el momento. Imagínate otra vez a mi lado, imagínate en un sueño, en ese
sueño que una vez dejamos incompleto por nuestros errores. Un sueño donde las rosas marchitaron su vida
y los mares secaron sus olas, ese sueño donde los duendes durmieron las hadas
de la ilusión y los vientos deshicieron las querencias del cielo.
Piensa en mí
porque todavía eres mi deseo, eres mi poesía y en mis ojos, todavía vive la
dulce mirada del amor. Solo te pido la mitad de tu noche, la mitad de tu
luna…La mitad de tu sueño. Escucha esta música, ¿Te acuerdas? La bailamos
pegados, la bailamos con el sentimiento de un abrazo, la bailamos con amor. Sus
acordes ya se hicieron viejos pero siguen dando regalías y en nuestro corazón
yo sé, que siguen dando dulces recuerdos.
Dejemos que la
noche nos dé un tiempo, un recuerdo…Una luna para compartir. Dejemos que el
silencio abrigue nuestras camas, que la soledad llore sus encantos y que el
alma del Creador siembre una semilla de paz en nuestros corazones. Abre tu
corazón y deja que el viento de mi perdón entre en él porque yo ya abrí mi
esperanza y en ella vive el deseo de tu amor.
En mis
oraciones siempre dejo una cera encendida, la cera de la fuerza, la cera del
perdón y la cera que fundirá su esencia para que el fuego siempre viva…Y ese
fuego, recitará por siempre mi poesía, arderá por siempre en nuestros sueños y
en mi muerte escribirá con sangre, mi pasión por ti. Piensa en mí, porque en tu
perdón vive la ilusión y en ella, la razón de mi existencia.
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