Detuve
mi vida, solo para pensar en ti. Detuve mis sentimientos, solo para que mi alma
te sintiera, detuve mi corazón para sentir solo uno de tus latidos. Te sentí
muy cerca. Tus labios solo acariciaron mis mejillas, cuando mi boca ardía por
conocerte. Tus dedos, tocaron mis hombros, cuando mis manos querían abrazarte.
Tus ojos no se atrevieron con mis miradas y solo dejaron que tus labios
sonrieran. Quizás solo fue un momento, ese instante en el que el sueño,
atraviesa un deseo, esa fracción de segundo en que la huérfana caricia,
necesita de un sentimiento para crecer.
Quise
retener tanta emoción, pero solo vi el adiós en tu espalda. Quise escribir ese
momento pero te llevaste mis versos, quise sentir tu poesía, pero te llevaste sus sentimientos. Quizás mi mano exhaló pobreza cuando tomó tu
brazo, quizás mis palabras solo sudaron timidez, quizás tu alma pensaba en otro corazón…Quizás ese
instante, no fué nuestro instante.
Recompuse el momento en mi mente una y otra vez, reviví emociones y
siempre contuve mi pasión. Permití que mis ojos añoraran tu imagen, dejé que
mis manos extrañaran la caricia de tus dedos, regañé a mis labios por no
atreverse y a mi pensamiento por atenazar sus palabras. Pensé que el
atrevimiento sería más osado, pero no estaba enseñado. Pensé que mi imagen sería suficiente, pero mi
alma no estaba entrenada…Pensé que mis hormonas harían el trabajo, pero mi
timidez las venció.
Timidez que escribes añoranzas y dejas que los vacíos recorran mi piel.
Timidez que eres dueña de mi alma y
encoges mi corazón, timidez que la extrañas y buscas silencio, timidez que
comes de su mano y huyes de mis querencias. Amiga timidez, deja que mis
sentimientos encuentran un remanso de paz, un abrazo de amor…Una noche de
pasión.
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