No lo sabes pero estoy
junto a ti, cerca, muy cerca de tu piel, casi tocando tus caricias, tu sudor de
aguamiel, casi oliendo tu querer, casi a
punto de mi alma en ti perder. Date la vuelta porque ese escalofrío es mi
aliento, siénteme entero porque te mostraré el hombre que traigo dentro, mírame
con los ojos del celo porque conmigo, seguro tocarás el cielo. Siente mi viento, ese
huracanado sentimiento que ya no aguanto en secreto, toda esa ansiedad que
contorsiona mi cuerpo cada vez que te veo, esos poros que erizan mis vellos y
tocan ternuras en las palmas de tus manos cuando nos amamos en silencio.
Siempre junto a ti porque la
distancia es solo un velo, un estado consciente que en el astral desgarro con
ceño, un espacio que tiene mil pliegos y con amor, siempre desdoblo y
atravieso. Escúchame junto a ti, mis susurros e inquietudes, mis versos y
también mis pocas virtudes, esas palabras que te explicaran como serán mis besos,
las caricias de mis dedos y como se perderá mi lengua entre tus cabellos. Oye
el chasquido de mi fuego, ese erotismo contenido que me exhala pleno, ese deseo
que de ti traigo escrito en el recuerdo, ese inconsciente maldito que quiere tocarte
y siempre se queda de ti, a quince centímetros de tu beso.
Huéleme junto a ti porque el pétalo se desprendió de su rosa y
lo puse en mi pecho para que desnudo lo absorbas desde tu alma hermosa.
Saboréame despacito porque te extraña mi piel, cada uno de mis poros, cada
rincón que para ti es tesoro, cada cicatriz que la vida me marcó desde su lodo
y también cada latido que mi corazón sin ti explica solo. Lámeme poco a poco porque rebocé mi cuerpo
con miel de vainillas y aceite de coco, con burbujas de nuevas espumas, con
sonidos de caracolas y polen de cien mariposas, de ese jugo que el dátil extrae
de su palmera y que fluye como oro por mi boca, sus comisuras y en mi alma por
sus angosturas.
Ámame porque estoy junto a ti,
de una sola pieza, con toda mi carne erecta, con el alma abierta, con mi poesía
llena de rimas y promesas, con el
aliento sabor a fresas y mis labios prestos para besar de tu boca, cada una de sus
grietas. Abracemos aire, copulemos auras, desquiciemos tiempo, pidamos orgasmos
al Universo, desdoblemos espacio y cuando en ti esté dentro, tu mirada se
convertirá en lágrima de cielo. Poséeme porque estoy junto a ti, dile a tu
albedrío que me quieres en tu camino, al silencio que convierta mis
sentimientos en versos, a la Luna que nos envuelva en su velo y al destino, que
se atreva a mirarnos juntos porque también en otras vidas te latí y ahora solo
estoy, a quince centímetros de ti.
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