Piensas que la vida te ha dicho
la verdad, que porque estoy lejos no me puedes amar, que en el recuerdo no hay
sinceridad, que nacimos de la ansiedad y que nuestras miradas, jamás se tendrán
que cruzar. Cabalga la mentira, estrecha y en azufre molida, por ajenos
elegida, enseñada y mal aprendida, arrebatadora y mal parida, también
desvestida y por el pensamiento, a veces asumida.
Estás tan lejos que cuando lloro ni tu recuerdo seca mis lágrimas, tan
lejos que cuando quiero escribir tu aliento, la tinta no resbala, la imaginación de mi se separa y solo el vago
reflejo de la Luna, penetra tímido en mi ventana. Le pido al cielo que pliegue el espacio, que
junte mi oscuridad con la luz de tu alba, el despertar de tus sábanas con el reposo
de mi almohada, la humedad que cada noche invade mi cama con ese cepillo que
por tus cabellos, despacito resbala. Todo es tiempo, una ilusión que traspasa
el entendimiento, una dimensión para la cual no estamos hechos, unas letras que
cada día desgarran en mi pecho ese sentimiento que por ti tengo, ese que no
puedo tocar, ni siquiera cuando tu perfume, copula con mi viento.
Creo tu imagen en la música a
semejanza de mi añoranza, dibujo tu silueta entre humos y viejas ceras, tu piel
en cada pintura de sombras perversas y me lleno de sabor, solo cuando dentro de un
viejo tinto, mi boca respira, el suave mosto de tu ardor. Ven, atraviesa el no
tiempo del Universo, la cadencia de mis versos, esa saliva que para ti guardo
entre mis deseos, esa caricia que huele a terciopelo, esa boca que te abro
desde dentro, porque cuando toques mis labios, del beso serás, el más precioso
de los ungüentos. Escondí un anhelo en cada capítulo de mi vida, ese que para
ti guardo abierto, un deseo que creció en cada sueño, en cada palabra de amor
que de ti recuerdo, en cada noche que en mi soledad te exprimí por completo.
Todo sobre el recuerdo es aciago, días largos,
interminables noches, sudores empapados sobre cada poro de mis pecados, ese
desgarrado gemido nunca olvidado y el grito callado cuando asoma el alba sin
que estés a mi lado. Búscame, de mi aire sé parte, de mi alma su anclaje, de mi
amor el coraje y de mi poesía esa tilde que con tu rima, en mi vida encaje. Ven
hacia mí porque soy elixir, esa lluvia que es maná, el más allá en tu despertar, esa
caricia que de ternura te llenará, ese juego de ajedrez que siempre ganarás y
también ese color, que le falta al arcoíris de tu hermosa beldad. Brillaremos
estrellas, seduciremos cometas, de humedades pintaremos lunas y de amor, cada
palabra que salga de mi boca y de la tuya.
Tan lejos, demasiado silencio, soledades
abrazadas en el invierno de los celos, palabras escritas en el pergamino de los
deseos, explicación última en el vacío de un beso, lágrimas divinas de un amor
que para el Universo no es pasajero…tan lejos y tan cerca de lo eterno.
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