https://publishers.propellerads.com/#/pub/auth/signUp?refId=Tilr HISTORIAS DE ITACA: TOCASTE MI ALMA.

jueves, 15 de noviembre de 2018

TOCASTE MI ALMA.



               Enamoraste tanto mi alma que todavía busca el latido que probó de tu sangre, emocionaste tanto el sentimiento que no hay verso que describa aquel sueño, me saboreaste tan profundo que aún hoy, cada sudor de mi piel, extraña ese deseo.
               ¡Si! tocaste mi alma, acariciaste su membrana, escribiste en su cara, te perdiste en cada rincón de su agua blanca, en cada grieta que otra historia mantenía abierta y también en ese jardín secreto, que solo para ti, en silencio guardaba. Engulliste de mi espíritu todo su aliento, de mi corazón sus anhelos traviesos, de mis ojos esas miradas que siempre se perdían en el vacío de otros cielos y de mi cama, esa fragancia que de ti, soñaba despierto.
               Llenaste de músicas mi vida, de melodías y danzas atrevidas, de besos que de tu boca con ansias todo me recorrían, de aquellos silencios que entre suspiros gemían, de versos llenos de una tinta hermosa y sin ortografía, porque en el alma no hay reglas para escribir, su perfecta poesía. Entendimos que en los celos no hay derechos, que la distancia solo es una excusa para el amor ligero, que en el tiempo crece el sentimiento y que siempre, cada vez que en el abrazo nos vemos, sentimos que somos uno y parte de lo eterno.
              Tocaste mi alma, por debajo de la piel, dentro de cada arruga en mi cara, en la boca sobre cada gota, en los nervios entretejida toda, en su membrana cuando en el deseo se te abría maravillosa, sobre ese pedazo de historia monótona, desahuciada y llena de sombras, en esa humedad seca y por mi cuerpo olvidada, en cada miedo de un silencio que daba por hecho, sería de mi vida, el último de sus infiernos. Me tocaste cada noche, en cada rincón de mi cama, en el ocaso y en la dulce alborada, me tocaste cada mañana cuando en la soledad despertaba, con tu rocío empapabas mi ventana y escribías esas letras, que reventaban mojadas, en el fondo de mi alma.
            ¡Si! Mi alma tocaste, te la comiste toda, bebiste cada una de sus letras sabrosas, también su desnuda elegancia, te embriagaste con el olor de sus rosas, con el libar de cientos de mariposas, con el cáliz del arca de su alianza, con esa pasión que por ti esperaba cada vez que hermosa llegabas, con el ansia de un hombre, que solo necesitaba que tú, tocaras su alma.





No hay comentarios:

Publicar un comentario