Entremos y
vivamos la frondosidad de esa gran montaña, comprendamos su profundidad,
exaltemos la oscuridad entre las luces de sus amaneceres y cuando estemos
dentro, cuando estemos en el centro de su orgullo…Respiremos la naturaleza y
gozaremos su pureza.
Eres vida y en
tus cimientos todavía hablan los ancestros de nuestros pueblos. Eres historia,
leyenda y nuestro futuro. Guardas entre tus brazos los fósiles de tantas
poesías como amantes que las escribieron y recitaron, posees el don del maná
del Creador y en tu alma hay tanto corazón que la eterna luz se avergüenza al
mirarla.
Hermosura sin
igual, belleza dibujada por los ángeles del silencio, ternura imaginada solo
por las hadas de lo sublime…Deseo y pasión que escriben fuego en nuestras
vidas. Amor, montaña de nuestros sueños, vieja condición de perfección en el
ser humano, suave palabra que en tu expresión invades la sonrisa de nuestra
timidez.
Te escribiría
un verso, pero vería como tu piel enrojecería mis dedos.
Te escribiría
una canción, pero sentiría que mis notas no alcanzan tanta melodía.
Te escribiría
un deseo, pero fundiría mi letargo en tu obsesión.
Deja que mis
lágrimas recorran tu cuerpo, deja que mis manos escriban en tu espalda, deja
que mi poesía invada tu alma…Déjame ser en ti y te prometo que dejaré que seas
en mí. Amor, mi montaña, mi sueño…
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